La delegación de facultades propias del Congreso al Poder Ejecutivo para el manejo de fondos públicos es un recurso propio de las épocas de crisis, que en Argentina se volvió permanente a partir de 1999. Desde ese año, se realizó con frecuencia anual, en cada votación del presupuesto. Pero a partir de 2006, esa falsa transitoriedad fue lisa y llanamente reemplazada por una permanencia declarada: la reforma del art. 37 de la ley de Entidades Financieras dejó establecidos los llamados “superpoderes”.
En nota anterior considerábamos las dificultades que, para su conjugación, presentaban los verbos terminados en iar, ya que algunos acentuaban una de las dos vocales concurrentes (yo desvío) o no (yo abrevio). En ésta hablaremos de los terminados en uar. Si delante de esta terminación aparece c o g , diptongan, sin excepción, las dos vocales últimas en todas las personas del presente de indicativo, subjuntivo e imperativo. Por ej.: yo licuo, él licua, adecuan, evacuo, promiscuo, averiguo, averigüe, santigües, santiguan, atestigüe él. Los siguientes deben cumplir con dicha regla: amenguar, apaciguar, atestiguar, desaguar, deslenguar, fraguar, oblicuar, y muchos otros más. En cambio, si otra letra (que no sea c ni g) antecede a la terminación uar, no se produce el diptongo, por lo tanto es tónica y debe tildarse en los tiempos y personas ya indicados, menos primera y segunda del plural: acentúo, acentúan, actúes, atenúan, conceptúo, continúas, desvirtúan, efectúa. También siguen esta norma los siguientes: devaluar, estatuar, exceptuar, atenuar, fluctuar, graduar, habituar, insinuar, perpetuar, preceptuar, puar, puntuar, redituar, situar, usufructuar, y otros. Para algunos autores “menstruar” es trisílabo: menstrúo, menstrúas; pero la RAE prefiere menstruo, menstruas, menstruan.
Al margen de la crónica
No se lo puede definir como un director prolífico: en 37 años dirigió tan solo cinco películas. Con la salvedad de que cada una de las cintas firmadas por Terrence Malick fueron, si no obras maestras, al menos trabajos de culto.
Publicaciones
Hemos recibido el último número de “América”, la publicación del Centro de Estudios Hispanoamericanos, de Santa Fe, correspondiente a los años 2007/ 2010.
Sobre seres sobrenaturales míticos argentinos
En su libro “Seres sobrenaturales de la cultura popular argentina”, el antropólogo tucumano Adolfo Colombres describe a 261 de ellos. Ligados a la región geográfica en donde se dice que moran (compartidos con algunos países limítrofes en ciertos casos) y transmitidas estas creencias generacionalmente por tradición oral, muchos de esos seres reciben un culto, se les venera, se les hace pedidos y se les dedican ofrendas, y, en general, a todos ellos se les teme, pero, por sobre todo, se los respeta.