Pequeños pasos, para lograr grandes cosas
Ideas para cambiar la historia: crean plantillas inteligentes para diabéticos
El joven entrerriano Facundo Noya estudió Ingeniería Biomédica en la Universidad Nacional de Córdoba. Su sensibilidad social fue decisiva para que su invento fuera seleccionado entre ocho mil innovaciones, en un concurso internacional que organiza History Channel. El gran logro es que puede evitar amputaciones.

Facundo nació en Entre Ríos pero vive en Córdoba, donde estudió ingeniería biomédica en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC.
Foto: Gentileza
ALEJANDRA ERBETTA
Oriundo de Feliciano, Entre Ríos, Facundo Noya recordó el desarraigo que vivió al dejar su ciudad natal para estudiar Ingeniería Biomédica. El comienzo fue duro y le fue “bastante mal”, pero terminó siendo el primero de su clase en recibirse, a los 23 años. Ahora, el joven ingeniero tiene 25 y fue protagonista de las noticias al resultar semifinalista del concurso de History, que promueve ideas que impacten de manera positiva en el planeta. Inventó unas plantillas inteligentes para evitar amputaciones en personas que padecen diabetes.
El 27 de noviembre vence el plazo para votarlo, de esa manera logrará llegar a la final y, quizás, recibir el premio mayor: el dinero que le va a permitir implementar las plantillas a escala para que estén disponibles en hospitales. Más allá del resultado, Facundo seguirá trabajando como siempre, paso a paso. “Este concurso puede ser un antes y un después, pero si no ganamos vamos a seguir adelante”, anticipó.
De la idea al producto
—¿Cuánto tiempo te llevó pasar de la idea a los primeros diseños?
—El primer prototipo llevó aproximadamente seis meses. Cerrarlo llevó casi nueve meses. Pero fue hecho con lo que teníamos a mano, con los conocimientos que teníamos en ese momento. En los diseños nuevos ya hace casi dos años que estamos trabajando. La idea era dar un salto en calidad y no que sea un prototipo hecho con cosas simples. Queremos trabajar con proveedores argentinos e internacionales, y desarrollar un producto que realmente sea viable y que dure.
—¿Cómo se te ocurrió crear esta plantilla?
—Fue en el 2016. Justo estaba empezando a buscar un proyecto para mi tesis y el objetivo del concurso era elegir un proyecto que solucionara la problemática de alguien y no que quedara solamente guardada en la Facultad.
A mi papá le detectaron cáncer en febrero de 2016. Vuelvo a Entre Ríos para acompañarlo. Estuvimos un mes internados en el hospital y vi a una señora que entró y le amputaron una pierna a causa de la diabetes. Pisó una chinche y nunca se dio cuenta que la había pisado: eso generó una infección, un montón de problemas, por lo cual los médicos le terminaron amputando toda la pierna. Y eso fue como un disparador muy fuerte que me motivó. Ahí empecé a ver qué podíamos hacer con mis compañeros, a ver si había una solución y si la tecnología podía ayudar.
—¿Por qué es inteligente?
—Porque tiene 15 sensores de presión, sensores de temperatura y humedad y de esa forma permite estudiar el pie. Como las personas pierden la conexión con los pies y no sienten lo que les está pasando, las plantillas al tener sensores pueden saber qué está pasando y así se detecta si hay algún riesgo porque está pisando mal, que el zapato le queda chico, o bien hay mucha temperatura y es un indicador de una infección. Los sensores avisan al celular. Entonces el celular les dice “revisá tus pies”, “controlá que no haya nada”, les da alertas, recomendaciones; y en el peor de los casos, dice “visitá a tu médico” y el médico también tiene todo un historial y puede chequear y ver qué está pasando, y si fue solamente una falsa alerta o fue algo realmente importante.
—¿Por qué le pusiste Ebers?
—La idea era que fuera un nombre simple que, justamente, genere este ruido “¿por qué Ebers, no entiendo la relación?”. Tenía que ser un nombre corto, simple y que genere dudas. Ebers es un papiro egipcio, es el primer registro histórico, de más de 4.000 años, que habla de esta patología.
—¿Si alguien tiene interés en probarla, puede hacerlo?
—Principalmente, lo que hacemos es probarla con médicos y en hospitales. Cada vez estamos llegando a más hospitales, así que nos pueden escribir. Nos encanta que la gente nos escriba y nos cuente su experiencia, para nosotros es fundamental. Estamos súper abiertos, al fin y al cabo es importante para seguir validando nuestro concepto. Así que sí, más que bienvenido todo.
—¿Cómo fue tu participación en el concurso?
—Fuimos seleccionados entre ocho mil proyectos que se presentaron en toda Latinoamérica y quedamos nosotros. Nos pueden ayudar con votos, se pueden registrar y votar hasta el 27 noviembre. Si ganamos, tenemos un premio monetario, lo cual nos va a permitir implementar las plantillas en una escala más grande, poder llevarlas a muchos hospitales, a más de 20 ó 30 que es lo que tenemos pensado. Y tener una buena conclusión, que los pacientes las usen y nos digan cuáles son las ventajas, las desventajas, qué les sirve y qué no.
FABRICACIÓN
—¿Qué áreas involucra la fabricación?
—Involucra a muchas áreas: electrónica, los microcontroladores que los fabrica un ingeniero electrónico. Ahora estamos buscando proveedores en Argentina y en China para fabricar el encapsulado, es decir la parte de la goma, de la espuma. Los sensores tienen nanotecnología, tintas de nanopartículas de plata que tienen mejores propiedades, funcionan mejor, se rompen menos, duran más tiempo. Y hablar de nanotecnología es muy amplio. Es una ciencia que abarca un montón de cosas, pero se resume en que es un tamaño; como tenés el metro, centímetros, milímetros... es un tamaño muy chiquitito en donde la composición del material se comporta de formas especiales. Por ejemplo, en este caso, hacen que las tintas muy buenas funcionen prácticamente como si fueran un cable, lo cual nos viene excelente porque nos sirven para fabricar estos sensores.
—¿Ya terminaste el prototipo final de la plantilla?
—Todavía no está listo. Siempre se puede mejorar, pero ya lo estamos probando en los hospitales. Nos está dando las primeras conclusiones y los primeros resultados del proyecto que es bastante importante. Por ejemplo, una conclusión que tuvimos hace poquito: vimos a un paciente que tiene una úlcera en el tercer dedo y no se daba cuenta, no sabía cómo curarla. Le hicimos usar la plantilla fuera de la zapatilla y vimos que no pisaba con el dedo, después que nos dimos cuenta que no tenía presión sobre esa zona, las metimos dentro de las zapatillas. Las zapatillas le estaban comprimiendo todos los dedos y hacían que esté esa úlcera; es una conclusión muy buena porque nos dio una visión rápida de cuál era el problema, y los médicos le indicaron al toque que cambiara la zapatillas, porque si no iba a terminar perdiendo ese dedo.
—¿Quiénes integran tu equipo de trabajo?
—En el grupo central está Bernardo Villares que es diseñador industrial; Florencia Capriccio, que estudia ciencias sociales y yo que soy ingeniero biomédico. Después está Camila Ruiz que se sumó ahora y es estudiante de ingeniería biomédica. También tenemos un ingeniero electrónico, José Intelesano. Además, está Leandro Egea, un matemático que desarrolló el algoritmo, es de Córdoba, pero vive en Brasil. Trabajamos con una empresa de software que programa, y tenemos Advisor para los diferentes temas de biomecánica, a todos los médicos de los hospitales. Trabajamos con diferentes hospitales en Buenos Aires y en Córdoba, los médicos van dando toda su visión clínica. Es imposible trabajar solo este proyecto, porque involucra demasiadas áreas y demasiados conocimientos. A mí me tocó entender la empresa como un todo y tratar de que cada uno de ellos trabajen en conjunto y que vayamos hacia el mismo lado.
El concurso
“Una idea para cambiar la historia”, el concurso de History Channel tiene por objeto sacar a la luz pública aquellas ideas que busquen el mejoramiento de la realidad del hombre, en cualquiera de sus aspectos. En esta edición, para conmemorar el quinto aniversario del concurso, History decidió extender el alcance de la iniciativa y premiar por primera vez la Aplicación Móvil (App) que mejor cumpla con los requisitos de impacto social ya establecidos.
El invento
Ebers son plantillas inteligentes para evitar amputaciones en personas que padecen diabetes. Tienen la capacidad de detectar de forma temprana los principales factores que generan esas amputaciones y lo hacen monitoreando el estado del pie mediante 15 sensores de presión, temperatura y humedad, y enviando toda la información al teléfono celular. La información que genera Ebers es recolectada diariamente y enviada al médico del paciente para que éste pueda llevar un mejor control y brindarle el tratamiento con toda la antelación posible, evitando las lesiones que terminan derivando en una amputación.
Las detecciones de todas estas anomalías se hacen mediante complejos algoritmos que procesan la información y determinan frente a un patrón de calibración si el pie se encuentra en riesgo, para de esta manera alertar al paciente que controle su pie. Las plantillas también tienen la capacidad de detectar patrones a largo plazo, estudiando la progresión de zonas de riesgo para atacar con mucha antelación cualquier peligro.
La diabetes es la principal causa de amputaciones a nivel mundial, principalmente en países en vías de desarrollo. En Latinoamérica 1,5 millón personas son amputadas cada año a causa de esta enfermedad y el 80 % son prevenibles si se detectan a tiempo según la Federación Internacional de Diabetes.
Link para votar
Para que Facundo Noya pase a la instancia final, se lo puede votar en
http://unaidea.tuhistory.com.