Edición del Viernes 16 de agosto de 2013

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Edición impresa del 16/08/2013 | Opinión Opinión

La privatización del “diputrucho”

La venta de la empresa Gas del Estado es recordada por la presencia de un falso diputado en el recinto. Cuando las heridas causadas por la explosión en el edificio de Salta 2141 de la ciudad de Rosario aún continúan abiertas, llega el momento de indagar los motivos que provocaron -o potenciaron- la tragedia.

LOS PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN EN LA ARGENTINA XVI

Las responsabilidades de la Universidad y el Estado Nacional (II)

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el rincón de la lij (*)

El revés de la trama

Con acertado criterio, Alfaguara infantil ha editado “Cuentos en verso para niños perversos”, de Roald Dahl, manteniendo las ilustraciones de Quentin Blake. En nota aclaratoria explica detalladamente que el destino de los derechos de autor serán “para financiar la labor de las organizaciones benéficas de Roald Dahl”. Este clásico irreverente que ha sido motivo de asombro en su momento, daba por tierra a los cuentos tradicionales, ya que ponía de puntillas y reconvertía las historias al dar vuelta la situación de los personajes y hasta de las historias, de tal modo que las víctimas se convertían en victimarios y viceversa. Motivo de discusión por si eran convenientes o no, para ser leídos a chicos y grandes, hoy sabemos que ha derrumbado todos los muros, siendo deleite para muchos y que los receptores infantiles -previo conocimiento de los clásicos originales- disfrutan de estas aventuras y las audacias de estos personajes, tan bien caracterizados por Quentin Blake. Inicia el libro La Cenicienta, con la variante y el ritmo de una métrica especial. La vemos a Ceny llorando entre los ratones hasta que aparece el Hada, luego el Príncipe, quien resuelve todo. Juan y la habichuela mágica, la conocida historia de la madre que no tenía para comer, los milagros y otras derivaciones diferentes a las originales; Blancanieves y los siete enanos, siguen las historias en verso, a partir de la matriz original, pero atendiendo las desviaciones propias del autor. Continúa Rizos de oro y los tres osos, Caperucita Roja y el lobo y Los tres cerditos. (Como siempre sugerimos, es conveniente conocer los clásicos originales antes de acceder a éstos, caso contrario no podrán obtener el impacto esperado.) Cada historia parte del original pero luego subvierte el orden, para lograr el efecto paródico y de humor, especialmente en el caso de Caperucita, en el que vemos el modo en que ésta se desplaza intentando seducir al Lobo. Maravilloso libro que disfrutarán chicos y grandes.

llegan cartas

Los tres pilares

Señores directores: Educación, salud y seguridad. Son los pioneros en esta sociedad que se nos desgasta a diario. El primer pilar es fomentar la educación; porque bien organizada se consolida con más soltura la salud y-...

al mArgen de la crónica

Abuso

China dejará de utilizar gradualmente a partir de noviembre órganos para trasplantes procedentes de presos ejecutados, según ha asegurado Huang Jiefu, director del departamento de trasplantes de órganos del Ministerio de Sanidad.



Viernes 16 de agosto de 2013
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