Caso Bargna
Acusado de un crimen “ensucia” a la víctima
(Télam).-
Marcelo Pablo Díaz (40), el acusado de haber asesinado a Soledad Bargna en 2009 en su departamento del barrio de Caballito confesó hoy que la mató, pero dijo que fue porque ella lo atacó.
En el Tribunal Oral en lo Criminal 26, el imputado declaró y utilizó como estrategia ‘ensuciar‘ a la víctima.
Díaz dijo que tenía 40 años, que estaba divorciado, que tenía tres hijas de 22, 19 y 12 años con dos mujeres distintas, que había sido adicto a la cocaína hasta el año 2000, que nunca tomó alcohol.
“Me declaro culpable del delito de homicidio, voy a contar los hechos por primera vez“, dijo Díaz y agregó: ‘Que me condenen, pero por lo que hice. Soledad no fue abusada. Estoy muy arrepentido de lo que hice‘.
Díaz dijo que conoció a Soledad como vecina “cuando él fijó como domicilio para sus salidas transitorias de la condena a 12 años que tenía por violación”.
“Nos veíamos seguido porque yo no fumaba en mi casa, sino afuera y ella sacaba a pasear su perro. Así nos empezamos a saludar y a conocer”, señaló.
“Yo tenía problemas de pareja con mi ex mujer y comencé algo con Soledad”.
“Empezamos una relación”, afirmó Díaz y luego explicó que con Soledad se veían los viernes en su departamento.
“Con el tiempo empecé a estar mejor con mi ex mujer y quería retomar la relación. Soledad estaba de novia con un muchacho y me dijo que lo había dejado para estar conmigo, pero yo no me quería separar”, indicó el imputado.
Relató que aquel 22 de mayo de 2009 por la mañana, Soledad bajó a su departamento y allí “comenzó una discusión” cuando ella le pidió que “blanquee” la relación que tenía con ella con su mujer y él le respondió que no se iba a separar.
Aseguró que Soledad se ofendió y subió a su departamento del 6to. piso, él la siguió, le tocó la puerta, lo hizo pasar, charlaron, la calmó y luego comenzaron a besarse.
“Nos dimos unos besos. Ella se fue y apareció sin la parte de debajo de la ropa”.
“Seguimos dándonos besos, pero yo le dije que no, que quería estar con mi mujer. Ahí se enojó mucho y se sirvió en un vaso alguna bebida blanca. Yo la seguí a la cocina para calmarla y allí se dio vuelta y me rompió la botella en la cara”, relató.
“Le pegué, me quedé agachado, ella estaba con un cuchillo en la mano y me empezó a pinchar en el cuello. Me clavó el cuchillo en la mano y me la atravesó, me lo saqué de la mano y se lo clavé a ella”, aseguró ante la sorpresa de todos los presentes en la sala.
“Me acuerdo sólo de la primera vez”, dijo al referirse a las al menos 10 puñaladas que según la autopsia tenía la víctima.