Edición del Miércoles 11 de mayo de 2011

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Afectuoso reencuentro con la vecindad - Edición Impresa - Área Metropolitana Área Metropolitana

Afectuoso reencuentro con la vecindad

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Como en familia. Vivió en Los Hornos 25 años y hace 17 que se fue. Pero los vecinos lo recibieron con los brazos abiertos. Foto: Guillermo Di Salvatore.

Es uno de los precandidatos a intendente del Frente Santa Fe para Todos y acompaña a Rafael Bielsa. El cariño de los vecinos no dio lugar a discursos políticos.

 

Lía Masjoan

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Sus grandes ojos azules le hicieron ganar el apodo de “gato”. Pero él lo atribuye también a una circunstancia: “Siempre caigo bien parado”. Eduardo Wagner eligió un sobre y tuvo suerte. El azar lo llevó a Los Hornos, el barrio donde vivió 25 años.

Decidió arrancar la recorrida por las inmediaciones de la plaza Malvinas Argentinas, en Llerena y San Lorenzo. A media cuadra de la casa de su infancia.

Los afiches ya habían avisado a los vecinos que aquel niño que pateaba pelotas, jugaba a las bolitas y cazaba chicharras es, ahora, uno de los precandidatos a intendente. Y ninguno quiso perderse la oportunidad de saludarlo cuando lo descubrieron caminando junto a El Litoral y C&D.

Los recuerdos no dieron tiempo para discursos de campaña. Reemplazó las palabras por un libro de su propia autoría sobre primeros auxilios que sacó de su maletín y entregó en mano a cada uno.

“Te dejo este regalito para que leas un poquito quién soy y no te quedes con la cara que ves en los afiches”, le dijo a un vecino que apenas pisó el barrio Los Hornos le había gritado: “¡Eduardo!” desde la vereda de enfrente. “Si te conozco desde chiquito, no me vengas a mentir cuando entrés a la política”, bromeó. “Vos me conocés, vos sabés quién soy. Si me metí en esto es para darle una mano a la gente. Si lo puedo hacer me voy a quedar, si no me voy a mi casa”, sentenció Wagner. El vecino le dio un voto de confianza: “Yo sé que vos lo vas a poder hacer”.

Frente a la plaza, Miguel Fluicha le describió un barrio distinto al que él dejó hace 17 años, a poco de obtener su título de médico. “Dos o tres veces sentimos gente caminando arriba de los techos y a la madrugada es común escuchar tiros”. Wagner no pudo evitar recordar las corridas por la plaza hasta bien entrada la noche.

A pesar del tiempo transcurrido, las demostraciones de afecto surgieron de todos los rincones. Él las recibió con humildad. “Decí que estoy acostumbrado a mis pacientes del hospital porque si no estaría a los lagrimones”.

En Llerena al 3400 tocó timbre, Idoli Córcico se emocionó cuando abrió la puerta y llamó enseguida a su marido, Carlos Fernández. “Mirá quién está acá”, gritó. Los saludó, recordaron anécdotas familiares y, antes de irse, Wagner se descubrió en un afiche pegado en la columna del alumbrado público. “Acá me tienen”, rió y les dejó un autógrafo debajo de su cara sonriente: “Para mis vecinos”. Casi sin detenerse, Marta Castellón lo saludó y le deseó suerte: “Acá te apreciamos mucho; es tu familia de toda la vida”.

La recorrida política se había convertido en una visita a la primera vecindad, a la gran familia, de esas que se extinguieron con la llegada del nuevo siglo. Y no hubo manera de evitarlo. Se alejó de su infancia y caminó hacia la avenida Facundo Zuviría. Esquivó el enorme salón vecinal e ingresó a algunos comercios nuevos. Cambió de escenario y recorrió también el límite sur del barrio. Pero siempre lo encontró algún viejo conocido.

Volvió gratificado con el afecto recibido. “Hacía mucho que no venía por acá. Si yo fuera un tipo jodido, más de uno me habría dado la espalda. Mi viejo me enseñó a mantener la humildad porque los cargos son temporarios”.

En el juego periodístico, cayó bien parado. Pero Los Hornos es solo uno de los más de 80 barrios que hay en la ciudad. Habrá que esperar al 22 de mayo para saber si tiene bien ganado el apodo.

¿Ves esa vereda de la plaza que está levantada? Hace como 20 años, tu abuela iba caminando con los sifones, se cayó y se le volaron los lentes. Desde ese entonces a todos los políticos que vienen les pedimos que la arreglen. Y ahí la tenés, igual”.

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Carlos Fernández,

vecino de Los Hornos.

/// Perfil

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El azar llevó a Eduardo Wagner a Los Hornos. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Eduardo Wagner (42 años) es casado y tiene dos hijos. Es médico. Cursó parte de la escuela primaria en La Boca, Alto Verde, donde su padre fue director y maestro. Actualmente, trabaja en el hospital Cullen, en sanatorios privados y tiene su consultorio particular. Fue director de Accidentología y Emergencias Sanitarias de la provincia (Dipaes-107) y durante su gestión se incorporaron médicos a las ambulancias. Entre 2003 y 2007 fue director de Defensa Civil.

La prioridad

Lo que la gente reclama serán mis prioridades. Hay que escuchar al vecino y la profesión de médico me ha enseñado a escuchar al paciente. Al recorrer los barrios, los vecinos plantean que necesitan seguridad, que sus hijos puedan jugar tranquilos y que el que se va de la casa a trabajar pueda volver. La otra gran preocupación de los santafesinos es que no le entre agua a su casa, si queda en la vereda no le importa, después se verá cómo la sacamos y que escurra en el menor tiempo posible. A estos reclamos de primer orden, se les suma lo más común que debe hacer el intendente que es embellecer y mejorar la cara del barrio, con desmalezado, iluminación, con asfalto porque eso también hace a la seguridad.

La solución

A la gente no le importa si el problema de la seguridad es de jurisdicción municipal o provincial. Hay que coordinar con el gobierno provincial y nacional porque más allá del color partidario hay que llevarse bien para traer recursos para la ciudad. Hay que buscar los mecanismos para que el intendente esté al frente de la seguridad y establezca un vínculo directo con el jefe de la UR1 a través de una Secretaría de Seguridad Pública o de la municipalización de la policía. Con el tema del agua, la gente tiene que saber que vive en una ciudad vulnerable y no podemos decirle que no nos vamos a inundar más. Lo que hay que hacer es ejecutar el Plan director de desagües, que es muy costoso, para que el agua esté el menor tiempo posible en las calles.

 

La pregunta

¿Qué se puede hacer desde el municipio para mejorar la atención de la salud en los barrios?

Voy a crear la Secretaría de Salud Pública municipal porque al elevarla de rango le da más posibilidad desde el punto de vista administrativo y económico. Dentro de esa secretaría vamos a implementar un programa que es el médico en tu barrio, con tres o cuatro unidades móviles de prevención en salud. Además, vamos a evaluar mantener abiertos las 24 horas algunos dispensarios que funcionan en barrios que son como ciudades porque tienen más de 10 mil habitantes, como Alto Verde, El Pozo y Santa Rosa de Lima, coordinando siempre la seguridad.



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Miércoles 11 de mayo de 2011
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