Remate de Cabaña Las Lilas
Con rentabilidad, los ganaderos buscan recomponer sus rodeos

La pista. Los Braford inauguraron el remate. En primer lugar, un toro que se vendió en más de 30.000 pesos. Después estos dos hermanos (foto) que se pagaron cerca de 10.000 pesos cada uno.
En San Justo, los productores plantearon que la coyuntura económica es favorable para un negocio que intenta recuperarse de un ciclo muy complicado. Pero siguen reclamando políticas de fondo que le den seriedad y confianza a toda la cadena.
Campolitoral
El tradicional remate de la Cabaña Las Lilas en San Justo, que se realizó el viernes pasado, fue un buen termómetro para sondear cómo están las expectativas económicas de los productores ganaderos en un escenario que ha cambiado mucho por el repunte de los precios y la vuelta de las lluvias, después del ciclo de sequía más severo de las últimas décadas.
Ahora, los criadores y los cabañeros reconocen que hay viento a favor y que las perspectivas son favorables, pero el factor “incertidumbre”, las secuelas que dejó la sequía y la falta de un plan ganadero de fondo sigue condicionando el horizonte de inversiones de una actividad que apuesta a recuperar el terreno perdido. En los últimos tres años, el rodeo nacional cayó en casi 9 millones de cabezas según los datos de la última campaña de vacunación antiaftosa (De 60 millones de cabezas en el 2007 a 51 millones en diciembre del 2009).
“El año pasado fue terrible, en cambio ahora se justifica invertir porque hay rentabilidad pero falta una política ganadera a largo plazo que le de seriedad a toda esta cadena”, opina Alfredo Perello, que gerencia el Establecimiento Las Mercedes en Pedro Gómez Cello. Luis “Bocha” Dalinger, que hace ganadería en islas en Diamante (Entre Ríos), razona en la misma línea: “No necesitamos créditos sino planes de fondo”.
En los corrales de la Estancia Pichu Có (San Justo), el lugar en el que se realizó el remate, Campolitoral también pudo confirmar que la herencia que dejó la sequía sigue “pesando” en los ganaderos de las regiones más afectadas. “Sólo venimos a mirar”, aclaran Eduardo y Alberto Senn, una familia que maneja unas 1.300 cabezas en los lotes cercanos a Fortín Olmos.
Los Senn dicen que este es un año para “recuperarse”. Ellos estiman que “la seca” les “comió” un 20% de su hacienda (por mortandad y ventas “apuradas”). Por eso, quieren aprovechar las buenos precios que hay en el mercado para rearmar el plantel de vientres (la fábrica de terneros).
En San Justo, Cabaña Las Lilas remató 900 reproductores Angus, Hereford, Brangus, Braford y Brahman. En total, se ofertaron 450 toros Angus, Hereford, Brangus y Brahman; 450 vientres (Brangus y Braford) y 50 terneras Braford. El remate fue llevado adelante por la firma Ganados y Remates.

De la organización. Desde la izquierda, Juan Cuneo, Luis Somerzini, Fernando Charro (Las Lilas), Pablo Bieler (Ganados y Remates), Aníbal Bieler y Oscar Peroni.

“Haciendo números”. Mirar, comparar y comprar. Con la calculadora del celular este hombre “sondeaba” la “orden de ventas” unos minutos antes de que comenzará el remate.

Ganaderos del Norte. Julián Perello (izq.), Alfredo Perello y María Ester Burella; del Establecimiento Las Mercedes (Pedro Gómez Cello)
/// el dato
Los precios del remate
En la pista de la Estancia Pichu Có, el precio más alto se pagó por un reproductor Hereford y otro Angus, que se vendieron a 35.000 pesos cada uno. En los 357 toros que se comercializaron (Braford, Brangus, Hereford, Angus y Brahman), el promedio general fue de 10.752 pesos. En el caso de los vientres, se remataron 209 vacas Brangus registradas preñadas de La Leonor a $ 4.670 de promedio y unas 45 terneras Braford a 2.633 pesos de promedio. Al remate asistieron más de 1.000 personas.

Los corrales. En la Estancia Pichu Có se remataron 900 animales Angus, Hereford, Brangus, Braford y Brahman.

Apostar por la recuperación. Alberto Senn (izq.), Eduardo Senn, José María Villalba y Ariel Senn, una familia ganadera de Fortín Olmos.
FotoS: Campolitoral