Edición del Sábado 27 de junio de 2009

Edición completa del día

La ganadería "en retirada"   - Edición Impresa - Campolitoral

En el norte de Santa Fe

La ganadería “en retirada”

 

El invierno encuentra a los productores con los campos “pelados” y sin agua. En este contexto crece la mortandad de la hacienda y el éxodo de los rodeos hacia otras regiones menos castigadas por “la seca”.

 

La ganadería “en retirada”

Gastón Neffen y Juan Manuel Fernández

[email protected]

[email protected]

Los ganaderos del norte de Santa Fe encaran el invierno sin pasto, sin agua y con muy pocas reservas de forraje. Las dos principales causas son la profundización de las sequía y la baja rentabilidad del negocio, que deja a los productores pequeños y medianos sin resto financiero para llegar hasta la primavera.

En esta región hace cinco años que las precipitaciones están muy por debajo de la media histórica, pero en el 2008 la tendencia se agravó. Llovió la mitad de lo que se esperaba (600 milímetros contra 1.200, que es el promedio). Fueron los doce meses más secos de los últimos 49 años, según los registros de la Estación Meteorológica del INTA Reconquista.

“Los campos están pelados y no hay nada de agua”, afirma Gustavo Gialevra a Campolitoral. Es productor ganadero y presidente del Comité de Cuenca de Pozo Borrado (Departamento 9 de julio). En San Cristóbal pasa lo mismo. “La situación es caótica, los productores se están descapitalizando y hay un enorme éxodo de ganado”, cuenta Francisco Mayoraz, presidente de la Sociedad Rural de San Cristóbal.

En diciembre del año pasado, los datos oficiales de la última vacunación antiaftosa señalaban que Santa Fe había perdido medio millón de cabezas de ganado en comparación con ese mes del 2007. En el norte santafesino, la disminución del porcentaje de hacienda había llegado a las 168.000 cabezas. Son animales que murieron, que se enviaron a faena o que se trasladaron a campos de otras provincias.

Pero estas cifras no incluyen lo que sucedió en los últimos 6 meses. El verano fue durísimo, con la excepción de febrero que casi mantuvo el promedio habitual de lluvias. A partir del otoño, las precipitaciones se cortaron, salvo algunos chaparrones aislados. Por ejemplo, en marzo llovieron 22 milímetros, cuando el promedio para la zona es superior a los 160 milímetros (en abril 49 milímetros contra una media de más de 145 milímetros).

Los técnicos de la Estación Experimental del INTA Reconquista elaboraron un informe para analizar el impacto de la sequía en el norte de Santa Fe. En ese trabajo, que se publicó en abril, concluyen que sólo hay una buena reserva de pasturas en la zona de islas y en el domo oriental. En cambio, la cuña tiene muy poco pasto. Y el domo occidental y los bajos “directamente no tienen pasto”.

En relación a la posibilidad de contar con agua para la hacienda, el balance es muy parecido. En el domo oriental la provisión es “variable”. En la cuña no se está encontrando agua en el subsuelo —plantea el informe— y en los bajos se han hecho estudios geoeléctricos y no han hallado volumen ni calidad de agua. En el domo occidental la situación es desesperante. “No hay agua en subsuelo ni en superficie, ni siquiera agua de mala calidad”, dicen los especialistas del INTA.

El dilema de los rollos

Sin pasto, sin agua y —en muchos casos— sin plata, a los ganaderos se les achican las alternativas técnicas para pasar el invierno hasta que lleguen las lluvias, que se pronostican para la primavera. La inversión en rollos de sorgo, maíz, moha, soja y hasta girasol para alimentar a los animales, cada vez es menos sostenible. En Pozo Borrado, Gialevra se sabe las cuentas de memoria.

“Un rollo de sorgo te sale unos 140 pesos puesto en el campo y te alimenta una vaca durante 11 días; por eso en un sólo mes te gastás lo que vale ese animal (entre 350 y 400 pesos)”, precisa. Este amargo cálculo implica que un ganadero pierde dos veces menos plata si se muere un animal que si debe mantenerlo con forraje hasta que llegue la primavera. Y eso sin contar los litros de agua que también tiene que comprar.

En Tostado, los camiones cisterna cobran 10 pesos por kilómetros (cargan 30.000 litros). Si el lote queda a 100 kilómetros del Salado (el lugar en el que están las bombas), son 1.000 pesos por una cantidad de agua que alcanza para abastecer a 500 cabezas durante un día. No hay que olvidar que en una jornada una vaca adulta puede tomar 60 litros de agua y comer 60 kilos de pasturas y forrajes.

“Los productores están resignados y ya no saben que más hacer”, dice Gialevra. En Margarita, Hugo Romagnoni también le asegura a Campolitoral que los ganaderos más chicos están como “entregados”. Este productor va a resistir el invierno con rollos de girasol (como al cultivo no lo pudieron trillar, muy afectado por la sequía, decidieron usarlo como forraje) y con las recuperadas aguadas de la Laguna del Palmar. “Si no hubiera podido conseguir esos rollos no se que hubiera hecho, porque pasturas prácticamente no hay”, afirma.

Más cerca de Santa Fe, en Santa Rosa de Calchines, los ganaderos entran al invierno con angustia. Es que al deterioro de las pasturas se suma la dificultad para conseguir rollos. “La infraestructura está concentrada en las zonas más ganaderas, acá casi no hay gente que preste ese servicio”, explica el veterinario Leandro Trevisani.

En la costa suele producirse un “bache forrajero” muy importante durante los meses de invierno. Un grupo de productores ganaderos, asesorados por Trevisani y el Ing. Agr. Rodolfo Vicino, están probando pasturas perennes que puedan ser una alternativa para los meses más fríos. “Los resultados son muy buenos, pero todavía lo estamos haciendo en un superficie experimental de 12 hectáreas”, comenta Trevisani.

En alerta roja

La ganadería ocupa el 85% de los campos en el norte de Santa Fe. Por eso es muy probable que la mortandad y el éxodo de hacienda —que podría acentuarse durante el invierno— también impacte sobre el tejido económico de las localidades de esta región.

Hace dos meses, los técnicos del INTA Reconquista advertían que hay familias de productores (más allá de los sectores con Necesidades Básicas Insatisfechas) que ya tenían problemas para resolver el sustento diario. “Es importante recordar que en el Departamento 9 de julio, el 60% de los ganaderos tienen menos de 300 vacas”, recuerda Gialevra.

¿Qué escenario se puede esperar para los próximos dos años? Muy complicado. El informe del INTA Reconquista apunta que en los departamentos del norte santafesino de cada 100 vacas se suelen obtener 65 terneros. La expectativa es que este año esa cifra baje a sólo 40 terneros (un 35% menos).

Y para el año que viene la situación podría ser mucho más grave. Actualmente, los servicios están retrasados porque la condición corporal de las vacas es muy mala. Esto ocasiona, en muchos casos, ausencia de celo. “Si no se corrigen las condiciones climáticas o externas, el destete de marzo de 2010 es impredecible”, advierten los técnicos del INTA. Es una forma de decir que la fábrica de terneros está en alerta roja.

 

 
CAMPO_P8Y9_CARITA_MAYORAZ.JPG

“La situación es caótica, los productores se están descapitalizando y hay un enorme éxodo de ganado”

Francisco Mayoraz

Sociedad Rural (San Cristóbal)

///

el dato

Números negativos

Dos informes conocidos esta semana demuestran el mal momento de la ganadería. Por un lado, la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA) confirmó, en su informe de junio, que el proceso de liquidación de stocks acumula 32 meses consecutivos. En los primeros meses de 2009, el promedio de participación de hembras en la faena total nacional asciende a 49%.

Por otra parte, el miércoles se presentó un la Sociedad Rural un estudio realizado por AACREA y la Comisión de Enlace. Este trabajo técnico asegura que los ganaderos reciben una porción del precio de la carne en góndola cada vez menor. Afirma que la producción se lleva un 9% menos de su participación histórica en el valor de la media res, que pasó del 30 al 21% en los últimos años. Además agrega que los criadores pierden 75 centavos por kilo de ternero producido.

“De cada media res, el productor se lleva sólo el 21% del valor total. El 79% restante queda en otros eslabones, como la carnicería (que se lleva el 26%), el Estado y los costos de transacción (que se llevan cada uno un 24% del valor) y la faena, que absorbe el 5% del precio”, precisó el técnico de Aacrea Ricardo Negri.

“A ese 21 por ciento de participación hay que restarle los costos de producción”, agregó el especialista de Coninagro Daniel Asseff, quien explicó que producir un ternero en sequía cuesta 3,70 pesos por kilo y los productores están recibiendo entre 2,50 y 2,90 por kilo. “Con este panorama, es probable que la importación pronosticada por Aacrea se produzca antes de 2011”, concluyó Negri.

CAMPO_P8Y9_B.JPG

Hay que aguantar. Los animales se refugian bajo la sombra de los árboles para resistir el estrés térmico, que es considerable aún en el invierno.

Fotos: Campolitoral

CAMPO_P8Y9_C_LA_QUE_FALTA.JPG

¿Y la laguna? En el mismo lugar en el que tradicionalmente había agua, ahora hay huesos y trozos de cuero. Este lote queda cerca de Pozo Borrado.

 

En Santa Rosa de Calchines, al deterioro de las pasturas se suma la dificultad para conseguir rollos de sorgo, maíz y soja.

 

///

en relación

Al margen de la gran cantidad de hacienda que ya murió por hambre o sed, y de “lo que vendrá” cuando se note esa faltante en las carnicerías, los primeros indicadores para medir el impacto de la sequía en la ganadería de cría reflejan una menor preñez en las vacas y una caída en la tasa de destete. Mientras tanto, los técnicos del Programa Carnes Santafesinas ofrecen a los productores algunas alternativas para sobrellevar la crisis en el corto plazo, como la capitalización de terneros; o bien difunden otras técnicas para prevenir perjuicios futuros, como la “cosecha de agua”.

Aunque el tacto sigue estando poco extendido entre los ganaderos de la provincia, las prácticas de marzo que realizaron los miembros del programa registraron una merma de 6 a 10% en los índices de preñez, según fuentes del Ministerio de la Producción. En realidad, se trata de la prolongación de una tendencia, ya que a igual época del año pasado la caída fue del 4 al 5%. “En rodeos estacionados, muy pocos están pasando el 50% de preñez”, indicó gente de proyecto para el centro norte, Amado Yaya, quien coordina los grupos de San Justo, Las Colonias, Castellanos, San Cristóbal, La Capital y Vera. “Carnes Santafesinas” agrupa casi 600 productores distribuidos en 53 grupos a lo largo y ancho de la provincia.

Una de las alternativas que ofrecen los técnicos a los productores es “capitalizar terneros”, engordándolos a corral. “Son algunas herramientas para que no malvendan su hacienda, porque uno ve en los remates hay una importante oferta y los precios están muy bajos”.

Asimismo, desde hace un tiempo los técnicos de la cartera productiva están promoviendo la construcción de “módulos de cosecha de agua” (conocido como “sistema menonita”). Se trata de un esquema de nivelación de terrenos para recolectar agua de lluvia y acumularlas en represas. “Cada milímetro caído son 10.000 litros por hectárea; con un módulo de 5 hectáreas se puede abastecer a 1.000 cabezas”, precisó Oscar Moreal, titular de la Dirección de Extensión del Ministerio de la Producción. La construcción de este sistema tiene un costo aproximado a $2.000 por hectárea y la propuesta de la cartera es generar iniciativa colectivas o comunitarias.

Alternativas productivas: Capitalizar terneros y cosechar agua de lluvia

 

“En rodeos estacionados, muy pocos están pasando el 50% de preñez”, indicó Amado Yaya.

 
CAMPO_P8Y9_EN_PALABRAS_GIALEVRA.JPG

“Los productores están resignados y ya no saben que más hacer, los campos están pelados y no hay agua”.

Gustavo Gialevra

Comité de cuenca (Pozo Borrado)



Imprimir:
Imprimir
Necrológicas Anteriores