El trigo no despierta interés

Petiso. El trigo en nuestra zona apenas si cubre los costos para encarar la gruesa.
Foto:Mauricio Garín
Flavia Rossi
La campaña de trigo está en estado reservado. Las condiciones coyunturales y climáticas no ayudaron al comienzo del ciclo ni lo están haciendo al final.
La diferencia se amplía al compararla con la del ciclo pasado, que fue muy bueno en términos productivos. La producción de la campaña 2007/08 fue de 16,3 millones de toneladas la mayor de toda la historia y podría haber sido de 17,2 millones de toneladas según trascendió por fuentes de la Oncca, si se tiene en cuenta los stocks sin comercializar que hay en el campo. Lamentablemente, por decisión de política fue suspendida la publicación de las estadísticas oficiales de compras internas de la exportación y de la molinería, lo que permitía evaluar el nivel de necesidad de los principales actores del mercado.
Hasta el 22 de octubre los exportadores habían comprado 11,3 millones de toneladas de la campaña 2007/08, lo que aún hoy supera en más de medio millón de toneladas el total de compromisos que acumula el sector con el exterior.
A pesar de que en octubre se autorizó el remanente exportable de 1,7 millón de toneladas, todavía quedan por asignar más de un millón de toneladas de la campaña vieja. Los negocios FOB se están haciendo muy lentamente y es probable que ese volumen pase a engrosar la oferta 2009.
Para atrás
El trigo argentino está generando poco interés en los mercados internacionales y los importadores no se están apurando por reservar la materia prima. Es que hace poco que la cosecha del hemisferio terminó y los volúmenes fueron realmente sorprendentes: de un año a otro la producción creció el equivalente a siete veces la producción argentina.
Si a esto se le suma el riesgo que conllevó Argentina como proveedor de alimentos durante 2008, se comprende por qué los compradores se limitan a operar sólo sobre los embarques cercanos.
Para evitar tener que competir con el trigo barato de la Unión Europea y el Mar Negro, a la Argentina le convendrá apuntar más que nunca a Brasil como destino para la próxima cosecha.
Escaso interés
Pocos negocios se hicieron en el mercado interno durante el último mes, a pesar de haber entrado en la época de cosecha. La recolección empezó en las provincias del noroeste, en Córdoba y en Santa Fe y, aunque la cobertura apenas alcanza el primer decil, los rindes ya denuncian una baja anual de casi 20 por ciento respecto a los niveles de un año atrás (promediando los 10 quintales por hectárea).
Cada vez estamos más cerca de la estimación oficial más pesimista de 9,5 millones de toneladas. Con una cosecha tan baja sería la menor de los últimos 13 años será muy poco lo que se exporte.
Eso lo sabe el Gobierno, por lo que protegerá celosamente la oferta para el mercado interno. En 2009, la molinería deberá contar con al menos 6,2 millones de toneladas para abastecer el consumo interno y las exportaciones de harinas. Esto significa que si se materializa esa estimación de producción, aún contando los stocks que se acarrearán del ciclo viejo Argentina podría exportar apenas 4,5 millones de toneladas.
Con un mercado internacional sobreofrecido, con plazos reducidos de embarque, con el sector interno abastecido y la amenaza latente del cierre de los registros, es poco lo que está comprando el sector y es mucho lo que está cayendo el precio.
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en números
25%
Sigue en baja
Los precios del trigo en el término perforaron los 110 dólares esta semana y acumulan una baja mensual de más de 25 por ciento. Lo que supera ampliamente la baja del siete por ciento de un año atrás cuando la oferta era mucho más abundante. El mercado no sólo asimila la mayor disponibilidad que habrá en el mundo, sino que está acomodándose a un nivel creciente de protección del mercado interno.