El impacto de la recesión
Caen las ventas de los insumos y de la aquinaria agrícola
Federico Aguer y Gastón Neffen
El campo está encarando la recta final de un año más que complicado. La combinación de la sequía, el conflicto con el gobierno y la crisis financiera global está terminando de erosionar los esquemas productivos y deja cada vez menos margen, hasta para errores mínimos. Pero los productores no son los únicos que tienen problemas.
Los vendedores de herbicidas, fertilizantes y plaguicidas están cada vez más preocupados por el impacto de la crisis. Dicen que los productores son muy cautos y sólo compran lo que es indispensable. El problema más grave es que no hay financiamiento.
“Las grandes firmas de agroquímicos cortaron la venta a crédito por la crisis global. Esta es la opción más usada por los productores para financiar los costos de la siembra”, explica Diego Gustín, de Agroservicios Humboldt, entrevistado por Campolitoral.
No hay otra que cerrar las operaciones al contado. Pero todavía hay muchos productores que no tienen liquidez porque se “guardaron” los granos, primero por el conflicto y ahora por las malas cotizaciones.
La buena noticia es que los precios de los insumos agrícolas están bajando. “Los fertilizantes casi un 30% y el glifosato cerca de un 40%”, precisa Daniel Mazón (Agropecuaria San Justo). “Pero siguen caros y no cayeron al mismo ritmo que los granos”, agrega Gustín.
El diagnóstico es que esta campaña se va a hacer con la fertilización mínima. “La falta de reposición de nutrientes este año se agrava, no hay nadie que cuantifique este empobrecimiento de los suelos”, avisa Mazón.
“El animo de los productores es pésimo. La recesión global es el broche para un año muy difícil. No hay que olvidar que para el sector agropecuario la crisis empezó 6 meses antes por el conflicto con las retenciones”, concluye Gustín.
¿Y el “boom” de los fierros?
Las empresas que fabrican maquinaria agrícola enfrentan el peor escenario de los últimos cinco años. “Han disminuido las decisiones de inversión de mediano y largo plazo en bienes de capital como cosechadoras, sembradoras y tractores”, afirma Marcelo Buil, gerente general del Nuevo Banco de Santa Fe, a Campolitoral. “Todo el mundo se cuida más y los productores ahora son más conservadores”, sostiene.
Esta semana, Néstor Cestari (de la firma Cestari) confirmó este escenario al presentar su stand de Expoagro 2009. “A nivel país estamos muy quietos y no sabemos hasta cuando. Esto nos preocupa. En la fábrica no hemos despedido gente y nos estamos salvando con las exportaciones. Hasta adelantamos la entrega de unidades a Venezuela”, reconoció.
Carlos Castellani (Apache, Las Parejas) ratificó la misma tendencia: “El campo está remiso a hacer compras. Las sembradoras no se están vendiendo y estamos buscando nuevos canales de exportación, esperando que el campo pueda revertir este proceso”.
Esta semana, José María Alustiza (presidente de CAFMA) admitió que muchas empresas extenderán el período de vacaciones para intentar atenuar la fuerte caída de las ventas.
“De estas oscilaciones del mercado he visto muchas. Ahora tenemos que seguir trabajando aunque ganemos un poco menos; lo importante es cuidar a la gente y no suspender a nadie. Habrá que bajar precios y aumentar exportaciones”, dijo Enrique Bertini (Bertini, Rosario).
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en relación
Los mercados a futuro
“Hoy el productor no tiene referencia cierta de los precios a futuro y esa comercialización prácticamente desapareció”, afirma Carlos Vergara, presidente del Círculo de Corredores de Granos de Santa Fe. “Los negocios forward representaban el 30% de nuestra operatoria. Hoy sólo estamos con la oferta disponible, lo que ha precarizado el mercado de granos. Queremos volver a instalar este mercado tan importante para nosotros y para el productor”, adelanta a Campolitoral.

¿Otros tiempos? Hace 8 meses, los productores aprovechaban las muestras dinámicas para elegir fierros. Ahora, sólo compran lo que es indispensable.
Foto: Juan Manuel Fernández
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el análisis
“Hay que aguantar un poco más”
Héctor Huergo
Editor de Clarín Rural
Está claro que el gobierno quiere pelearse con el campo. La problemática es paradojal. Toda la estructura económica nacional está más frágil que nunca y el gobierno se propone subsidiar a la industria automotriz, cuando es el campo el verdadero motor de este país. No hay diálogo ni debate de alguna estrategia que permita atravesar mejor este período que combina una brusca caída de los precios con la sequía.
El 2008 es un año difícil. Se paralizó la actividad en el interior que mueve el campo. El marco externo indica que estamos cerca del piso y que la demanda de alimentos y biocombustibles tiene piso sólido y se va a mantener a pesar de la caída del petróleo. El tema del corte obligatorio con etanol y biodiésel se mantiene y eso le va a dar un impulso firme a este tema.
La crisis impacta a partir de la caída de los precios desde julio. Pero a un nivel estructural, las cotizaciones están por arriba de niveles históricos. Los precios no son el problema pero sí los costos. Quienes acordaron un alquiler con los precios de mayo pasado van a perder plata. Para otros la situación puede ser más equilibrada. Pero hay fenómenos en los que la responsabilidad del gobierno es clara. La acumulación de lácteos habría que haberla desagotado antes de esta brusca caída en los precios.
En general, mi consejo es quedarse tranquilos en la actividad, sin hacer locuras pero sin salir del negocio. Hay que aguantar un poco más como se pueda. El año que viene hay elecciones. Es evidente que no se puede seguir gobernando de espaldas al campo, “ninguneándolo” y desconociendo sus necesidades.