¿Quién ayuda al campo?

La crisis obliga a muchos países a reforzar un paquete de ayuda a las principales industrias. Aquí, el sector primario parece quedar afuera.

Editor Campolitoral

En la Argentina, los rumores apuntan a la automotriz como la principal señalada por los planes del gobierno. Sin embargo, hasta ahora no se han hecho anuncios que presagien algún tipo de beneficio para el sector rural. El campo, vuelve a quedar más postergado que nunca.

Durante el fragor de la lucha rural, el ex presidente Kirchner manifestó su intención de poner al campo de rodillas. En su concepción mental, el sector que le estaba haciendo frente y que sumó la adhesión de la ciudadanía toda, representaba un enemigo mortal al que había que doblegar sin importar el precio.

Desafortunadamente para los chacareros, el contexto mundial desató la mayor crisis económica de la modernidad, obligando a archivar el reclamo del campo hasta que la situación aclare. De esta manera, las cuestiones urgentes del sector pasaron a un segundo plano, aunque no por ello perdieron vigencia. Todo lo contrario.

Las producciones lechera y ganadera viven uno de sus perores momentos, con precios irrisorios para la hacienda en pie. Hasta los frigoríficos, quienes hasta hace una semana acaparaban la compra de todos los rodeos, parecen haberse “abierto” del mercado. Los rumores combinan el sobrestock y la abrupta caída del consumo con las previsibles presiones de Guillermo Moreno para salirse de la cancha.

La Comisión de Enlace volvió a solicitar una entrevista a la presidenta de la Nación, con resultado previsiblemente negativo.

Campolitoral, en su recorrida por la región, pudo constatar los efectos de dos tambos cerrados en la cuenca de Rafaela. El primero, segunda generación de productores que mantenían un pequeño establecimiento de 1.200 litros por día, el que encaja en el estereotipo de pequeño productor delineado por la presidenta. Sin recibir ayuda, decidió vender todas sus vacas y reforzar el planteo agrícola. El segundo, manejado como una moderna empresa por dos profesionales, fue desmantelado hasta nuevo aviso. En ambos, la desazón, impotencia y la tristeza son el estigma de abandonar una pasión.

Debe estar contento Kirchner. Finalmente está poniendo de rodillas al campo. No creo que sepa que también está poniendo de rodillas a todo el interior del país al que cree ayudar.