La compra de caños ya fue adjudicada. Resta que analicen la única oferta económica que se presentó a la licitación para la segunda etapa de la obra. Los primeros trabajos consistirían en el cruce de las cañerías por la laguna Setúbal.
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La obra del Gasoducto Metropolitano está cada vez más cerca de comenzar. Con la compra de la cañería ya adjudicada a la empresa Royo SA (por un monto de 7.270.725 dólares), solo resta que se defina la licitación de la ejecución de la obra, a la cual se presentó la unión transitoria de Víctor Contreras CIA – Semisa Infraestructura S.A. con una cotización de $ 2.741.087.705,65.
En este sentido, el presidente de Enerfe, Juan D´Angelosante anticipó que “con la apertura de esta oferta que analizará la Comisión Evaluadora, pero que a primera vista entendemos que está dentro de los parámetros estimados y con la adjudicación de la compra de caños, podemos estimar que en julio estaríamos comenzando las obras del gasoducto”, y agregó: “Si bien la obra comienza en Esperanza y finaliza en la costa, vamos a aprovechar la situación de bajante del río para comenzar los trabajos desde el corazón de la obra, cruzando la laguna Setúbal”.
El vicepresidente de Enerfe, Juan Cesoni, aseguró que “el cruce de la laguna por debajo de su superficie será una obra de ingeniería inédita en el país y vista en pocos lugares del mundo, debido al sistema PHD (Perforación Horizontal Dirigida) que implementaremos en esta ocasión. El ejemplo más similar en Argentina se vio en Villa Mercedes, provincia de Corrientes, donde efectuaron un cruce de 1.600 metros. Mientras que para el Gasoducto Metropolitano estamos hablado de más de 2.000 metros”.
En definitiva, el Gasoducto Metropolitano (que se conectará al GNEA en proximidades de la ciudad de Esperanza) se ubicará en las zonas norte y este de la ciudad de Santa Fe y en el distrito de La Costa, abasteciendo a la capital provincial y a las localidades de Recreo, Esperanza, Monte Vera, Ángel Gallardo, Arroyo Aguiar, San José del Rincón y Arroyo Leyes, y beneficiará directamente a unas 100.000 familias, 7.000 industrias y comercios y 1.600 instituciones que actualmente no cuentan con el servicio de gas natural.
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Se realizará a través del sistema de Perforación Horizontal Dirigida (PHD), que es un procedimiento constructivo que permite colocar los conductos (del gasoducto en este caso) sin necesidad de abrir zanjas. Requiere maquinaria especial que permite un control preciso de la profundidad y trayectoria donde se debe realizar la colocación y hacer correcciones en la dirección de la perforación.
La máquina de PHD se ubica en uno de los extremos de la Laguna, desde donde realiza una perforación inicial mediante la inserción de un dispositivo de perforación con un “trépano” en el final (una herramienta giratoria que se emplea en excavaciones). Los trépanos son huecos para permitir el paso del fluido de perforación, que lubrica y refrigera el dispositivo y ayuda a expulsar las formaciones rocosas hacia la superficie.
Este cruce se efectúa mediante sistemas de seguimiento, teledirigidos, formando una suerte de túnel entre uno y otro extremo, que se debe ubicar a una profundidad determinada por los estudios de suelo, varios metros por debajo del lecho de la Laguna.
En la otra costa de la Laguna se prepara la columna de caños que luego es insertada en la perforación realizada por la mecha piloto. Al finalizar, el caño ya está listo para ser soldado al resto del gasoducto. Cada compuesto utilizado en el proceso es de origen orgánico, biodegradable y sometido a procesos de control durante todo el procedimiento de perforación. Esta metodología tiene un bajo impacto ambiental, que se puede realizar de manera independiente del nivel de agua que tenga la Laguna al momento de hacer la obra y se realiza en forma más rápida que otras técnicas.