Es un convenio firmado en 2018, por el cual se podían recolectar aceites vegetales "sucios" en locales gastronómicos de la ciudad para convertirlos en biodiésel, por ejemplo. Al comienzo del programa, el biocombustible se utilizaba para unidades de colectivos.
Ese aceite que se utiliza en los locales gastronómicos para cocinar y hacer frituras puede convertirse en energía renovable. Crédito: Archivo El Litoral
En 2018, la Municipalidad de Santa Fe y la Fundación de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (FIEM) firmaron un convenio para la recolección de aceites vegetales utilizados en locales gastronómicos de la ciudad, que luego se reutilizarán como biocombustible. ¿En qué consistía? La FIEM recolectaba de forma gratuita el aceite vegetal usado de los bares y restaurantes de la ciudad -aquel que ya no es apto para consumo humano-, y luego lo transformaba en energía "limpia".
Se supo que al principio de esta iniciativa, 17 locales santafesinos aportaban aceite con el cual se fabricaba biodiesel para ser utilizado en vehículos del transporte público de pasajeros; se estimaba además que podía producirse un litro de biodiesel por cada litro de aceite vegetal usado.
Era un proyecto que, en principio, generaba un doble impacto positivo: primero, la reutilización de un desecho (aceites "sucios") para ser transformado en biocombustible; segundo, la reducción de la contaminación atmosférica (por un menor uso de combustibles fósiles), generando subproductos reutilizables y biodegradables.
El concejal Sebastián Mastropaolo (Pro-Juntos por el Cambio) impulsó un pedido de informes -sancionado por el Cuerpo legislativo- solicitando saber si hubo fecha de finalización del convenio en cuestión o, en caso de haber sido prorrogado, que se especifique los términos. También, la nómina de locales gastronómicos que aportaron o aportan aceite; los litros de aceite que se recuperaron o recuperan; la cantidad de biodiesel que se produce y el destino de éste.
"La idea es fomentar un perfil bien ecológico para poder reciclar el aceite vegetal usado, y más teniendo en cuenta que con esta iniciativa se puede generar biodiesel, por ejemplo. Este desecho no se tiene que tirar al medioambiente, sino que debe ser transformado en energía limpia. Considero que el programa es muy bueno, y entiendo que al principio fue experimental, pero nunca se lo ejecutó como corresponde", le dijo Mastropaolo a El Litoral.
Además -prosiguió el edil- "creo que es una solución para los empresarios gastronómicos, porque ellos sólo tenían que entregar el aceite vegetal usado, porque si lo tienen que desechar es una complicación para ellos. Ganan todos los actores involucrados si hay una buena gestión ambiental en este proyecto".
En los fundamentos del pedido de informes sancionado, Mastropaolo recuerda que la importancia de los bioenergéticos (combustibles obtenidos a partir de biomasa, como aceites vegetales, grasa animal, residuos agrícolas y aceites usados) "se debe a varios factores, entre ellos principalmente el agotamiento del 'oro negro' o petróleo en un futuro no muy lejano, ya que es un recurso no renovable".
Entonces, este convenio permitiría "reducir los desechos vegetales que producimos en la ciudad y generar biomasa. El beneficio se ve en materia sanitaria y en el mantenimiento de sus instalaciones, porque el vuelco de los aceites en los ductos cloacales genera más contaminación y obstrucciones, y lleva a la proliferación de alimañas y vectores", sintetiza.
Para la obtención del biodiesel es necesario mezclar aceite vegetal -ya sea usado o no- con un alcohol en presencia de un catalizador. A este proceso se le conoce como reacción de transesterificación. Luego de que la reacción se haya completado y los nuevos productos hayan decantado, se obtendrá biodiesel.
La materia prima es el aceite vegetal usado, que se procesan para eliminar el agua que puedan contener. Éste debe ser filtrado para eliminar el máximo posible de restos sólidos de comida. Palabras más, palabras menos y si bien es más complejo, así es el proceso de conversión de aceite sucio en biocombustible, que redunda en los beneficios ambientales antes referidos.
El biodiesel, "limpio" y renovable, puede reemplazar a los combustibles fósiles, que tienen altas concentraciones de contaminación ambiental. Se puede utilizar para vehículos particulares, transporte público, generación de electricidad y de calor, entre muchas otras funciones.