En el cierre del Primer Coloquio de ADER (Agencia para el Desarrollo de Santa FE), Jorge Asis y la periodista de El Litoral, Lia Masjoan, protagonizaron una deliciosa charla que viajó por los recónditos rincones de la coyuntura política nacional.
La periodista de El Litoral, Lía Masjoan, fue la encargada de moderar el último panel. Crédito: Luis Cetraro
Con un interesante formato, distinto al de sus columnas televisivas, el "trabajador de la palabra" - periodista, escritor y diplomático- pudo desarrollar sus dudas, más que sus certezas, seducido por el ambiente cálido generado por la cronista de nuestro medio que actuó de moderadora.
¿Podrá Cristina Fernández ponerse al hombro una política de ajuste?
La pregunta es de Asís y lanzada al éter. Al auditorio, pero dirige su mirada cómplice e interesada hacia Lia Masjoan que lo escucha atentamente. Sorprende, como toda la noche, con el inusitado "cambio de roles" en su exposición. Incita al ejercicio intelectual de imaginar respuestas. Pensar, pensarse. En el silencio del Museo de la Constitución el "rum rum" del chirriar de las centenas de cabezas, asistentes al evento, parece escucharse como un engranaje oxidado que vuelve a moverse. después de tiempo en desuso.
La respuesta que sobrevuela es "no". Lia Masjoan, se transforma en representante del murmullo de la sala y responde, categórica: "No, claramente no".
Asís, propone pensar, no "hace pensar" a quien no lo desea y prefiere apoltronarse en los slogans que la grieta ha consolidado como expresión del fanatismo político, ideológico y de "bandos".
Durante una hora y veinte minutos, la exposición es una fuente inagotable de títulos periodísticos que los asistentes, como "tarea para el hogar", pueden llevarse para determinar su propio análisis personal.
El periodismo debe asumir el poder que detenta y no quitarle la nalga a la jeringa. Muchos periodistas tienen más poder que un diputado o un ministro, por lo que expresa o calla.
El radicalismo está "enviagrado" con la presencia de Manes en provincia de Buenos Aires y siente que puede ser el eje de un acuerdo y no el invitado, luego de sus participaciones de reparto en las formaciones de acuerdos electorales: 2001 con la Alianza; 2007 con ´Cristina, Cobos y vos´ y el más reciente giro, a la Centro Derecha, con Cambiemos".
Yo no doy consejos y menos gratis, sólo podría sugerirle al presidente que no hable tanto. Está empecinado en demostrar que es un buen comunicador y sólo es el autor de innumerables goles en contra.
Desde el 15 de noviembre, hasta 2023, lo que va a estar en juego será la gobernabilidad y al presidente habrá que blindarlo, incluso protegerlo de sí mismo.
Está claro que en plena campaña nadie va a querer ni escuchar de un "Acuerdo Nacional" como se mencionó. Ahora, quizás bajando expectativas, podríamos hablar de un pacto y hasta ya sería mucho lograr una tregua, al menos por 2022, durante un año que no es electoral y en el que nadie obtiene nada con la continuidad de la confrontación.
El problema de la política exterior es que no existe como tal, quizás hay una ingenuidad muy grande. La no condena al presidente nicaragüense, Ortega, fue con el absurdo objeto de conseguir la presidencia de la CELAC, una idea de Chávez que hoy no sirve para nada.
Macri, lanzó su candidatura en Dolores. Esperaba que sean miles los que vayan a apoyarlo y fue muy pobre la convocatoria, incluso diría que lo más importantes fueron las ausencias, tan pesadas fueron las ausencias que no había espacio para un ausente más.
El problema en la carrera presidencial de Macri es, paradójicamente, los empresarios. Los empresarios hoy ven, en la imagen de Rodríguez Larreta, a quien puedo convertirse en el candidato 2023 del "establecimiento".
El país necesita que el próximo candidato presidencial emerja de un referente del interior del país. Es imperdonable que Santa Fe y Córdoba no cuenten con un proyecto geo referencial de país para desembarcar en Buenos Aires.
Los tres líderes, históricos del peronismo, son: Perón, Menem y Kirchner, los tres con una clara polea de transmisión. Cafiero, entre Perón y Menem. Duhalde entre Menem y Kirchner.
Finalmente, y en un auditorio, quizás, aturdidos por las ideas potencias del periodista que desestabilizan al más riguroso de los "convencidos". Las preguntas finales fueron pocas y dirigidas a la demandade un análisis internacional que tuvo a un Asís sorprendiendo con su respuesta, nuevamente; "generalmente no incluyo lo internacional, en mis exposiciones, porque comprobé que tienen un 15 % del interés frente a lo doméstico, pero es lo que más interesa a mí y de lo que leo".
Al cierre del encuentro, Asís se refirió al acuerdo militar "Aukus" - Australia, EE. UU. y Reino Unido- que es un triángulo bélico, comercial y político que intenta ponerle freno al avance chino. Al respecto dejó otro título más de enorme talante a la hora de definirlo; "creo que es un error omitir a Europa en general y a Francia en particular por parte de esta ´mesa chica´ de la OTAN, pero ese es un tema en el que tendríamos que hablar horas".
El deseo de "más", por parte del auditorio, es la sensación habitual en cada presentación de Jorge Asís. Mucho tiene que ver su virtuosismo, pero también el componente de una insustancialidad del debate político, social y cultural que cruza a la Argentina y que se vio reflejada en esta campaña electoral de medio término.