El 2020 fue un año atípico en todos los aspectos. Y para la salud renal no fue la excepción. Las consultas en consultorios, así como los trasplantes renales, mermaron un 40%.
Referente. El Dr. Luis E. Gaite es el Jefe del Servicio de Nefrología de la Clínica de Nefrología Urología y Enfermedades Cardiovasculares de la capital provincial, ubicada en avenida Freyre 3074. Crédito: Flavio Raina
Los riñones son dos órganos gemelos que forman parte, junto a los uréteres, la vejiga y la uretra, del aparato urinario. Éste es el responsable de filtrar la sangre, formando así la orina y expulsarla del organismo. Situados de manera simétrica a ambos lados de la columna vertebral, justo debajo de la cavidad torácica, los riñones tienen aproximadamente el tamaño de un puño. Contienen más de un millón de unos filtros minúsculos que son los que, cuando están sanos, permiten a los riñones realizar diferentes funciones.
Actualmente muchas son las personas que tienen una insuficiencia renal. Se trata de una enfermedad que necesita ser diagnosticada, para luego ser tratada. De lo contrario, se corre el riesgo de necesitar diálisis, e incluso de entrar en lista de espera para un trasplante.
El Litoral conversó con el doctor Luis Eduardo Gaite (M.P. N.º 1129), Jefe del Servicio de Nefrología de la clínica homónima ubicada en la capital provincial, a los fines de entender bien de qué hablamos cuando hacemos referencia a una insuficiencia real y qué impacto tuvo la pandemia en pacientes con esta enfermedad.
-¿Cómo impactó el Covid-19 en pacientes con insuficiencia renal?
-El 2020 fue un año muy particular que nos tomó a todos por sorpresa, también a los que nos dedicamos a las enfermedades renales. En este sentido debo admitir que el número de consultas en consultorio mermó un 40%, y esto es una pena porque uno de los objetivos de los médicos nefrólogos es prevenir la enfermedad renal en pacientes diabéticos o con hipertensión, por ejemplo. O sea, evitar un deterioro rápido de los riñones.
Con respecto a las diálisis, por suerte, no hubo muchas variables. Las unidades de diálisis han cumplido con los protocolos habituales y no han habido mayores números de mortalidad. Es más, muchas se han visto saturadas porque disminuyeron los trasplantes y, por ende, aumentó el número de pacientes en diálisis.
Con respecto a los trasplantes, como sucedió en el mundo, disminuyeron. Esto se dio porque las unidades de terapias intensivas han estado abocadas al Covid-19. Diría que en la Argentina, en 2020, los trasplantes renales bajaron también un 40% respecto de otros años.
-¿Cuántas personas están en lista de espera para un trasplante de riñón en Argentina?
-Hoy esperan unas 6.000 personas por un trasplante renal. Y se trasplantan unas 1.500 al año en buenas épocas, por lo cual la lista de espera se renueva cada 4 años, que no es lo ideal. En otros países al menos el 50% de la lista de espera sale de esa lista en el transcurso de un año.
Yo creo que no sería difícil llegar a eso. Se podría, porque los recursos están. Falta decisión política de querer hacerlo.
-¿Cuáles son los signos de alerta de una insuficiencia renal?
-La insuficiencia renal es indolente y poco manifiesta. La población más bien tendría que tener en cuenta los factores de riesgo: sus antecedentes familiares renales, diabetes, hipertensión, pérdida de la audición en la infancia, Síndrome Urémico Hemolítico en la infancia… Los síntomas se dan cuando la enfermedad ya está avanzada. Un laboratorio básico y una ecografía renal nos orienta muchísimo.
Quiero aclarar algo con respecto a la Creatinina, una de las cosas que se piden para evaluar la función renal. La Creatinina es un termómetro. No es algo dañino a la salud, como el colesterol. Lo que hace es indicarnos, si está alta, que no está funcionando bien el riñón. Igualmente es un indicador tardío.
-¿Cómo llega el paciente al consultorio de un nefrólogo?
-El paciente llega al consultorio de distintas formas: derivado por clínicos que han tratado por años pacientes hipertensos, pacientes con diabetes, pacientes que tienen un único riñón…
Un mito a desterrar es el de las infecciones urinarias frecuentes. Si uno ha tenido un desarrollo de sus riñones hasta los 18 años normal, las infecciones urinarias que tenga a posteriori no van a producir graves problemas. Es muy inusual que las infecciones, aunque sean repetidas, lleven a una insuficiencia renal. No es así si hay cálculos, ahí es otra la cosa.
-¿Qué se sabe de la afectación del coronavirus en los riñones?
-El Covid-19 es una enfermedad multifacética. Pero no ha tenido incidencia en los riñones en los casos leves a moderados. No compromete al riñón ni deja secuelas.
Los pacientes con Covid que han tenido una afectación renal es porque la han padecido de una forma grave. El riñón sufre las consecuencias de una insuficiencia respiratoria, utilización de antibióticos, uso de respirador, etcétera, pero no por el virus en sí.
-¿Cómo cuidarnos los riñones?
Yo daría las siguientes recomendaciones:
-Tener una dieta de proteínas bajas.
-Evitar las proteínas vegetales (soja, lentejas, garbanzos, etcétera).
-Tomar agua, pero no como remedio, sino cuando se tiene sed.
-Controlar el peso porque por cada kilo de exceso, el riñón está filtrando más.
-La sal no es una enemiga pero cuanto menos se utilice mejor.
-Tener cuidado con el uso indiscriminado de antiinflamatorios.
Y terminaría diciendo que no dejen de ir al médico a realizar los chequeos correspondientes por miedo al Covid. Los riñones se deterioran si no funcionan bien, y es necesario un tratamiento a tiempo para no correr el riesgo de necesitar diálisis y hasta de entrar en lista de espera para un trasplante.
Le recomendaría a la gente que no deje de ir al médico a realizarse los chequeos correspondientes por miedo al Covid. Los riñones se deterioran si no funcionan bien, y es necesario un tratamiento a tiempo para no correr el riesgo de necesitar diálisis y hasta de entrar en lista de espera para un trasplante.