El técnico de Unión tampoco encontró falencias claras en el mediocampo y admitió que "el porcentaje de ocasiones concretadas en base a las oportunidades de gol creadas, es bajo".
Crédito: Pablo Aguirre
Juan Manuel Azconzábal comenzó la conferencia de prensa luego del partido, hablando del esquema. "Nosotros hemos jugado con diferentes sistemas. Hemos modificado incluso en los desarrollos de los partidos. Jugamos con línea de 3, con dos puntas, con 4-3-1-2, con 4-1-4-1, en algún momento con 4-3-3, terminamos jugando 5-4-1 en algún que otro partido. Hemos tenido diferentes situaciones. A los 15 minutos, en los últimos dos partidos, llevábamos dos goles en contra y si analizamos las situaciones de los goles que nos hicieron, no está vinculado al sistema de juego", fueron sus primeras palabras, refiriéndose a un aspecto puntual -y en el que no hay coincidencia- respecto del sistema de juego.
En el partido con Racing, en Santa Fe, es cierto que en el primer tiempo se jugó con un 4-3-1-2 (con Elizari de enganche) y que en el complemento, con dos modificaciones, el equipo terminó jugando con cinco defensores, tres volantes y dos puntas. Pero en la gran mayoría de los partidos, Unión jugó con un 4-3-3.
Al margen de ello, lo que no se puede discutir es que el mediocampo descompensa al resto en la parte defensiva. Unión es un equipo que no contiene, que le da espacios al rival y que si se encuentra con un equipo ágil y de buena técnica, como es Defensa y Justicia más allá de la cantidad exhorbitante de juveniles y suplentes que puso Crespo, sufre en demasía.
"En ofensiva, tuvimos mínimamente la misma cantidad de situaciones que los adversarios. Debemos exigirnos más para elevar el rendimiento", señaló Azconzábal, en un concepto que ahí sí se comparte, porque si algo no se le puede reprochar a Unión, es que crea situaciones de peligro. Lo que pasa es que al errar tanto, esa virtud se termina transformando en defecto. Esto es parte de una idea que puede ser interesante, pero que se desdibuja cuando los propios desequilibrios defensivos tornan inestable al equipo.
"El espíritu del equipo está entero, porque en todos los partidos, sufriendo más por errores nuestros que por mérito del rival, siguió buscando y siempre tuvo posibilidades de igualar el marcador", continuó el técnico rojiblanco, que en el transcurso del primer tiempo mantuvo largas charlas con Silvio Trucco, el cuarto árbitro.
Volviendo al esquema de juego y ante la reiteración de preguntas apuntando a ese detalle en particular, admitió que "si tengo que modificar el sistema otra vez, lo haré".
"En poco más de un mes tuvimos 10 partidos, entonces las modificaciones en las distintas líneas eran para mantener el rendimiento del equipo, más que para buscar variantes o porque el funcionamiento no fuera correcto. En los últimos dos partidos sufrimos desde lo defensivo, cosa que anteriormente sólo lo habíamos padecido en el primer tiempo contra Racing en Santa Fe. Con Tucumán fueron más errores propios que virtudes del adversario", continuó.
En otro tramo de la charla, dijo que "la idea inicial eran dos volantes centralizados y un enganche. A los 15 minutos tuvimos que cambiar y jugamos con Bucca de volante central y con Nardoni y Elizari como internos".
"En el primer tiempo tuvimos 5 o 6 situaciones claras, con alguna duda en los fallos arbitrales. En el segundo tiempo, con los cambios, otra vez tuvimos oportunidades, como el cabezazo de Márquez, la de Zenón, una de Cañete más un par de desbordes de Cabrera", volvió a decir el Vasco, tratando de insistir sobre la generación de oportunidades de gol.
"Estamos con bronca, necesitamos mejorar y trabajar. Los más jóvenes están en pleno crecimiento, no hay cuestionamiento respecto del esfuerzo pero está claro que con voluntad sólamente no alcanza", agregó el entrenador rojiblanco, que fue el único que habló después del partido.
Luego admitió que "el porcentaje de ocasiones concretadas es bajo en comparación con las creadas. En base al convencimiento, hay que intentar que ese porcentaje sea mayor. Quiero que el equipo vuelva a ser sólido, porque eso es también importante".
En cuanto a los cambios, dijo que "veíamos que a los mediocampistas les estaba costando. No ví que el partido nos quedara más lejos del tanteador por las modificaciones, al contrario. Nosotros terminamos el partido con posibilidades de convertir. Fíjense que los jugadores que entraron alimentaron la chance del descuento, caso Zenón, Cañete y Márquez".
Luego insistió sobre la seguidilla de partidos y señaló que "hasta hace una semana, jugábamos un partido cada tres días y medio. Si a eso le agregamos que tuvimos 7 u 8 jugadores con Covid, es imposible que no tengamos modificaciones. Tenemos un plantel con muchos juveniles. En ese crecimiento tenemos que intervenir, con el apoyo de los jugadores de experiencia".
Finalizó señalando que "reitero que nos marcan un gol con un pelotazo a los 2 minutos, donde el mediocampo no participa. Y el segundo es una jugada de pelota parada, donde el mediocampo tampoco tuvo que ver. Insisto que hubo momentos del partido en los que superamos al rival y otros en los que nos vimos superados, pero no lo quiero centrar en el trabajo del mediocampo", concluyó.
Descanso
El plantel tuvo este lunes como día de descanso y retornará a los entrenamientos este martes, a la espera del compromiso del lunes que viene a las 19.20 en Arroyito ante Rosario Central, por la segunda fecha del grupo B de la zona Complementación.
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