Miguel Lifschitz agitó el tablero santafesino cuando días atrás no descartó pelear por una banca de senador nacional por Santa Fe y luego se fue hasta Cañuelas, en provincia de Buenos Aires, a seguir en forma personal las habituales conversaciones que mantiene con Roberto Lavagna, relación que se cimentó cuando conformaron Consenso Federal y que el tercer puesto a nivel electoral nacional no los desanimó.

Durante el almuerzo fueron revisando la situación económica financiera y por ende la política. "Roberto no es apocalíptico, pero sí está preocupado" les resumió Lifschitz a varios de los socialistas que quisieron tener detalles de la reunión. Dicen que hablaron de armar una lista competitiva para buscar bancas de diputados nacionales en provincia de Buenos Aires donde Lavagna insiste en considerar que hay lugar para expresiones diferentes a las del gobierno actual y al anterior.

En la conversación quedó claro que Lavagna puede reunirse con el presidente Alberto Fernández pero no piensa sumarse a su equipo de gobierno con el que mantiene varias diferencias.