Casanello quedará transitoriamente a cargo del juzgado, pero las mayoría de los casos investigados por Bonadio ya pasaron a la etapa de juicio oral en distintos tribunales.
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La coalición opositora Juntos por el Cambio lamentó el fallecimiento del juez federal Claudio Bonadio y reclamó que las causas judiciales que llevaba adelante “sigan el ritmo que los judiciables precisan para que la justicia llegue a tiempo”.
El juez federal Sebastián Casanello será quien reemplazará al fallecido Claudio Bonadio en el juzgado federal 11 de Capital Federal hasta marzo próximo y luego la Cámara Federal determinará quién subrogará dicha dependencia.
Más allá que Bonadío falleció este martes, la subrogancia temporal de Casanello ya había sido dispuesta días atrás por la Cámara Federal porteña, el órgano superior que se encarga de nombrar los reemplazos.
Pésame y planteo
“Lamentamos el fallecimiento del juez Claudio Bonadio. Le brindamos nuestro más sentido pésame a la familia y colaboradores del juez”, sostuvo el espacio integrado por la UCR, el PRO y la Coalición Cívica-ARI.
A través de un comunicado, Juntos por el Cambio subrayó que espera que las causas que el titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal número 11 llevaba adelante “sigan el ritmo que los judiciables precisan para que la justicia llegue a tiempo y sea verdaderamente justicia”.
“Uno de nuestros valores inclaudicables, como Juntos por el Cambio, es seguir trabajando por una Justicia autónoma del poder e independiente que sea el equilibrio que todo sistema precisa”, concluyó el comunicado difundido a través de las redes sociales.
El texto lleva las firmas de los presidentes de la UCR, Alfredo Cornejo; del PRO, Patricia Bullrich; y de la Coalición Cívica-ARI, Maximiliano Ferraro; y del ex senador y ex candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto.
Las causas
Bonadio supo concentrar la atención en su juzgado por el alto impacto de las causas que investigó. Sin lugar a dudas se destacan las causas que tienen en la mira a Cristina Kirchner y el caso “cuadernos”, ya que fue una mega investigación con una gran cantidad de “arrepentidos” nunca antes vista y cientos de procesados, entre ellos la actual vicepresidente como “jefa” de una asociación ilícita destinada a montar un sistema de recaudación ilegal.
Pero fue un largo camino que atravesó el enfrentamiento de Cristina Kirchner y Bonadio ya que el magistrado ya la había procesado anteriormente por fraude en la modalidad de venta de dólar futuro, por supuesto encubrimiento de la Amia con la firma del memorándum de entendimiento con Irán, y el caso Los Sauces: todas esas causas hoy ya no están en el juzgado 11 que ocupó el fallecido magistrado sino que lo están en un tribunal a la espera del juicio oral (ver aparte).
Pero Bonadio ya era un juez que había manejado anteriormente causas de alto voltaje como ser el de la tragedia ferroviaria de Once, que finalizó más allá que él no lo investigó desde un comienzo, con condena al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido.
Bonadio supo investigar las supuestas irregularidades, una de las primeras de la seguidilla que luego vendrían, en la investigación del atentado a la Amia; y también la denominada “contraofensiva” montonera que llevó a la muerte a varios adscriptos de esa organización en plena dictadura militar.
Un deceso que cayó en la grieta
Mientras el cuerpo del juez federal Claudio Bonadio aún permanecía en su casa del barrio porteño de Belgrano y no había llegado a ser trasladado a la casa fúnebre, las redes sociales volvieron a encenderse y a profundizar la grieta, esta vez entre los que cuestionaban la labor del magistrado y su cercanía con el poder político y aquellos que destacaban las causas por presuntos hechos de corrupción que había instruido desde Comodoro Py.
El micromundo virtual sigue siendo el mejor escenario para polarizar lo que sea: desde un meme hasta una muerte, pasando por una medida del Gobierno o el nuevo look de un artista. El fallecimiento del magistrado, ícono de Comodoro Py, no fue la excepción. Desde ignotos ciudadanos hasta encumbrados dirigentes políticos y periodistas, incluidos los ya tradicionales bots, se expresaron al respecto.
En un bando se alistaron los que recordaban “la servilleta de Corach”, su “arbitrariedad” y las denuncias que pesaban en su contra en el Consejo de la Magistratura; en el otro, los que destacaban las causas que llevaba adelante, en las que investigaba presuntos hechos de corrupción y tenía como principal apuntada a la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner.
En el medio, o mejor dicho a un costado, estaban los hacedores de memes y chistes humor negro. La Argentina de la grieta sigue encontrando en las redes sociales terreno fértil para crecer y ampliarse.