Esta copa del mundo que llega a su fin destinó 400 millones de dólares en premio. El campeón se lleva 38 millones y el perdedor 10 menos. Moscú nos regaló un día muy cálido luego de un sábado a la noche con lluvia. No fue un dominio de croatas y franceses en Luzhniki, sino de habitantes del mundo. Muchas camisetas celeste y blanca se vieron, como en todo el Mundial.
Crédito: Archivo El Litoral
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Moscú, Rusia)
Muy lejos ha quedado Argentina de embolsar lo que hace cuatro años conseguía con el subcampeonato en Brasil. Aquella vez, la Afa cosechó 25 millones de dólares mientras que el décimosexto puesto en este torneo en Rusia, la hizo acreedora a 12 millones. Aquella vez, la Fifa distribuyó 358 millones de dólares de ganancias entre las selecciones, mientras que ahora son 400 millones. Alemania se llevó 35 millones en el 2014 por su triunfo ante el equipo de Sabella, mientras que quien resulte ganador del partido que se jugaba hoy en esta ciudad, embolsará 38 millones. Quizás los números de las ganancias de las selecciones participantes no estén a la altura de lo que se obtiene por el negocio general. Los ingresos multiplican, seguramente, estos 400 millones de dólares que Fifa pone como premio para las asociaciones. Claro que vamos a convenir algo: la gloria de ser campeón del mundo, no tiene precio.
El perdedor del encuentro de hoy se llevará 28 millones (en esto hay una paridad con lo que ocurrió en Brasil, es decir que el campeón gana 10 millones más que el segundo). Después, Bélgica (tercero) acreditará 24 millones de dólares en su cuenta mientras que Inglaterra apenas 2 millones de dólares menos. El quinto puesto es para Uruguay, el sexto para Brasil, el séptimo para Suecia y el octavo para Rusia. Estas selecciones mencionadas, se llevan 16 millones cada una.
Siguiendo con las ganancias, del noveno al décimosexto lugar acreditan 12 millones de dólares en sus cuentas y allí entramos nosotros, “raspando”. Noveno fue Colombia y luego se ubican sucesivamente, España, Dinamarca, México, Portugal, Suiza, Japón y Argentina. Para ser bien ejemplificativos, la selección de Sampaoli culminó exactamente en la mitad de tabla. Flojísimo.
Desde allí en más, hacia abajo, todas las selecciones restantes (desde el puesto 17 al 32) obtienen 8 millones de dólares. El escalonamiento es el siguiente: Senegal, Irán, Corea del Sur, Perú (vigésimo lugar), Nigeria, Alemania (vigésimosegundo), Serbia, Túnez, Polonia, Arabia Saudita, Marruecos, Islandia, Costa Rica, Australia, Egipto y Panamá.
Más allá de que no fueron pocos los que fracasaron en este Mundial, pues se esperaba mucho más de ellos y no consiguieron plasmar en actuaciones y resultados esa expectativa (renglón en el que Argentina está incluida), la gran decepción se llamó Alemania. De ser campeón del mundo, pasó a no clasificar en la primera fase y quedar en el puesto 22 de la clasificación general. Aún así, la federación de ese país, luego de un severo análisis, decidió no cortar el ciclo de Joachim Löw, a quien se le renovó la confianza hasta el 2022, con lo cuál cumplirá 16 años al frente de la selección teutona, aún lejos del record de Sepp Harberger, quien fue entrenador entre 1936 y 1964 (28 años). En su historia, desde 1930, Alemania tuvo 10 entrenadores. Argentina, la misma cantidad… ¡Pero sólo en los últimos doce años!
Este domingo amaneció con un sol radiante y una temperatura que fue trepando a medida que pasaban las horas en Moscú. El sábado a la noche no fue muy alentador que digamos: en las primeras horas de la madrugada hubo un chaparrón fuerte que presagiaba mal clima para el día de la final. Pero no fue así. En realidad, si bien hubo algunos días muy nublados, en esta época del año las lluvias se presentan por un ratito y enseguida desaparecen sin dejar vestigios.
Cualquiera que se consagre campeón del mundo, lo hará en forma invicta. Francia cosechó cinco victorias y un empate, mientras que Croacia logró cuatro victorias y dos empates (los definió luego a su favor en la ejecución por penales, pero tanto ante Dinamarca como frente a Rusia, igualó al cabo de los 120 minutos de rigor). Sólo tres selecciones no ganaron invictas la copa del mundo: Alemania en 1954 y en 1974, Argentina en 1978 (perdió ante Italia el último de los partidos de la fase de grupos) y España en 2010.