El dispensario Setúbal atiende a un gran número de pacientes por día y las instalaciones no dan abasto para cubrir todas las necesidades.
Los vecinos de Playa Norte son los que más utilizan el centro de salud. Es que viven en inmediaciones de este enorme basural y están más expuestos a enfermedades. Foto: Flavio Raina
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En Riobamba y Azcuénaga está la parada de las líneas 4, 8 y 14. Allí, hay personal de taller, limpieza y administrativo. Las unidades salen cada 8 minutos y por cada línea hay 14. Foto: Flavio Raina La limpieza de los colectivos se hace cada una vuelta que dan por la ciudad. Es una tarea necesaria entre vuelta y vuelta porque quedan muy sucios. Foto: Flavio Raina Los coches no solamente son limpiados en su interior. También por fuera. Los choferes trabajan 8 horas diarias, que representan cuatro recorridos completos. Trabajan en distintos turnos. Foto: Flavio Raina Con respecto a la inseguridad, los choferes dicen que todos los días suceden hechos pero que no trascienden. “Cuando la gota rebasa el vaso es cuando salimos a los medios”, cuenta Ángel Ávalos, un planillero. Y agrega: “Lo que te imagines, sucede adentro de un colectivo. Todas las unidades son monitoreadas por GPS, pero es un paliativo. Lo que necesitamos para trabajar tranquilos son medidas de prevención”. Foto: Flavio Raina
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En el Centro de Salud Setúbal Una reestructuración que se hace esperar El dispensario Setúbal atiende a un gran número de pacientes por día y las instalaciones no dan abasto para cubrir todas las necesidades. El dispensario Setúbal atiende a un gran número de pacientes por día y las instalaciones no dan abasto para cubrir todas las necesidades.
Textos: Mónica Ritacca / María Víttori / Soledad Víttori
Cámara: Juan Manuel Víttori
Chofer: Mario Hereñú
El frío golpea fuerte en el camino de ingreso al centro de salud Setúbal. Un pequeño dispensario ubicado al lado del Club Luz y Fuerza, sobre la playa. En sus inicios este reducido recinto formaba parte de una instalación prevista para el veraneo, con dimensiones chicas.
En ese entonces, las intervenciones médicas eran móviles, con doctores y personal ambulante. Tiempo más tarde, lo que comenzó como una puesta sanitaria logró obtener un lugar físico para realizar las intervenciones que los pacientes requerían. La Municipalidad cedió esta pequeña infraestructura para propulsar un saneamiento adecuado.
Casi veinte años pasaron desde que se instaló el consultorio, y la falta de espacio físico se hace notar cada vez con más fuerza. Se atiende un promedio de veinte personas por especialidad en un día. El centro cuenta con un solo consultorio, un office que no se encuentra independizado y una estrecha sala de espera.
Si bien hace dos años el dispensario tuvo una intervención donde se pudo llevar a cabo el arreglo de filtraciones y rajaduras de dimensiones considerables, la realización de la ampliación del lugar no tuvo lugar; salvo por la rampa construida para el ingreso de minusválidos.
Juan Picatto, trabajador social del centro, afirmó: “Necesitamos una intervención, es algo que venimos conversando con la gente del Ministerio y esperamos que para el año que viene con el tema de los 20 años del centro de salud se puede lograr alguna modificación”.
Las familias que provienen de Playa Norte y Bajo Judiciales que no poseen obra social son las que mayoritariamente recurren a este centro por atención médica. Existen algunos casos de familias que poseen obra social en Guadalupe residencial que concurren al dispensario por una cuestión de cercanía, pero son pocos los casos.
El centro de salud cuenta con una pediatra, un médico clínico, un ginecólogo, una enfermera, un personal de servicio, un administrativo y un trabajador social. Los cargos básicos de la institución están cubiertos. Ahora lo único que resta esperar es que lleguen las mejoras.
Conflicto de tierras
Los vecinos de Playa Norte, Bajo Judiciales, Gral. Paz al 8000 y Los Quinchitos, junto a las organizaciones Tramas, MOI, Canoa, Centro de Salud Setúbal y Manzanas Solidarias presentaron una propuesta para resolver la situación de la inseguridad de la tierra a la que se ven sometidos desde hace décadas. Ello en el marco de una relocalización fomentada desde el municipio por las características de la zona donde están asentadas las familias.
Primero se realizó un relevamiento donde se identificaron los déficit que poseen los barrios y en función de esos problemas se elaboró un diagnóstico. Una vez identificada la situación de la zona se realizó una propuesta que tuvo entrada formal en el Concejo Municipal. Esta iniciativa popular, tiene su fundamento en la urbanización del sector. Lejos de trasladar a los vecinos a otra zona, las organizaciones creen que los residentes tienen derecho a permanecer en el lugar que fundaron.
El anteproyecto tiene como intención mostrar con información histórica, jurídica, hídrica y arquitectónica por qué es legítimo consolidar la vivienda de quienes con su propio esfuerzo construyeron hace décadas estos barrios. En este momento se está esperando que la propuesta sea tratada y que las 220 familias que viven en esta zona reciban la respuesta que esperan.
Aunque no viajó, Emilio Jatón dijo que trabaja de manera articulada con las dos gestiones. Todos piden mayor equidad en la distribución de subsidios: “Hay una unanimidad muy grande de todos los gobernadores en el reclamo a Nación”, dijo el secretario de Transporte provincial.