La Tablada no es oficialmente un barrio. Eso explicaría por qué no hay centro de salud, transporte público y servicios fundamentales como el agua potable o recolección de residuos. Sin embargo, es el lugar de residencia de unas cincuenta familias dedicadas a actividades como el cirujeo y la ladrillería.
La Tablada es el sector más al noroeste de la ciudad. Se llega allí por avenida Teniente Loza, hasta su punto cúlmine en la intersección con la Circunvalación Oeste. Es la zona donde décadas atrás estaba emplazado el Frigorífico Municipal, la fuente de trabajo de muchos santafesinos.
La inundación de 2003 marcó un antes y un después en La Tablada. Es que por estar muy próxima al río Salado y fuera del anillo de defensa, se anegó por completo. Quienes residían allí tuvieron que ser relocalizados, como miles de santafesinos.
Pero a diferencia de otras zonas afectadas, los vecinos de La Tablada no podían regresar al lugar pasada la catástrofe hídrica por estar fuera del área protegida. Fue entonces que se les construyó un barrio para relocalizarlos en la zona de avenida Teniente Loza al 6900. Este barrio, llamado la Nueva Tablada y del que Crónicas de Barrio se ocupará la semana próxima, se inauguró el 6 de mayo de 2005 con las primeras 65 viviendas. Meses más tarde se entregaron 35 más.
Pero muchas familias regresaron y La Tablada volvió a cobrar “vida”. Lo hicieron porque se dedican a la fabricación de ladrillos y allí tienen el suelo propicio. La Nueva Tablada, en cambio, es una zona urbana. Hay manzanas, calles y es imposible elaborar ladrillos, lo que requiere de enormes porciones de tierra para hacer el adobe y también, entre otras cosas, de cierta lejanía por el humo que se produce cuando se queman en el horno.
Lo cierto es que La Tablada volvió a poblarse con las familias dedicadas a la ladrillería y eso dio lugar a la llegada de otras familias que viven del cirujeo. Estas últimas se ubicaron en el ingreso al barrio, sobre la calle de acceso que es Teniente Loza.
Por último, la zona está muy próxima al barrio San Agustín, donde lugares como las escuelas, el centro de salud y servicios como el transporte público son utilizados por la gente de La Tablada.