Un escándalo nunca visto
Seis contra cinco: “El robo del siglo”
El poderoso Olimpia, con 4.000 almas, tres americanos y un ex NBA, no podía con Libertad. En la última bola, metieron un jugador más para ganar.

Cuando todo era normal. Olimpia y Libertad a pura acción, en un partido que entregó emociones por doquier y que lamentablemente tuvo una final inexplicable.
Foto: Prensa Libertad de Sunchales
Darío Pignata
Asunción del Paraguay/Enviado Especial
Los periodistas deportivos acostumbramos a usar la palabra increíble en radio, diarios, redes o tele para cualquier cosa. Entonces, cuando la necesitamos para casos irreales, como el que El Litoral presenció anoche, pierde efecto. Porque lo que pasó anoche en la capital de Paraguay fue algo que, con ojos humanos en tiempo real o con el famoso “video ref”, no se puede creer.
Por eso, así de simple, vale doble o triple la idea: no se puede creer...
Libertad, con un equipo humilde y reforzado de la Liga Argentina, lograba mantenerse con vida en el Arena de Asunción. Llegó a estar 16 puntos abajo, pero como este equipo nunca muere (mérito de “Seba” Saborido, el coach; “Seba” Porta, el asistente; el profe Cachorro, Pimienta, Andrés y “pará de contar”) se reinventó para volver a estar en partido.
El final era, desde la normalidad, apasionante: casi cuatro mil almas guaraníes en las gradas, bola a bola, una final pura de básquetbol. Hasta que pasó lo que pasó.
Libertad dos puntos abajo y la pelota de Olimpia. Ahí aparece el primer horror: el DT local pide tiempo, algo que exasperó a todos. “Cero código”, se escuchó. Incluso, cuando todo terminó, Juan Pablo Cantero ex jugador de Libertad, hoy en Olimpia- se acercó a pedir disculpas por la burrada técnica. Es como ir ganando 5-0, tener tres jugadores más en el fútbol y tirar caños.
Pero lo peor estaba por venir. Quedaba nada, aunque nada en el básquetbol es todo. Fue Javier Martínez, el más extraordinario jugador paraguayo de todos los tiempos, a reponer al costado. Y ahí pasó lo increíble: tenía cinco jugadores en campo para descargar.
La matemática de George Boole no cambió por ahora: cinco más uno da seis. Y al básquetbol se juega con cinco!!!...por lo menos desde el año 1891 cuando un tal James Naismith, un profesor canadiense de Educación Física, lo inventó en la Universidad de Springfield (Estados Unidos).
Quizás los tres jueces de anoche se confundieron porque en los inicios se jugaba con un balón de fútbol y estaba integrado por nueve jugadores.
Anoche, en la cena del plantel de Libertad, que parecía un velatorio y nadie hablaba, los jugadores se preguntaban entre sí ¿quién se había dado cuenta primero? Poco importa, lo que está claro es que mientras el experimentado “Juanchi” Cangelossi y el bueno de Nico Copello fueron corriendo para “avisarle” a los tres árbitros de la irregularidad, el resto salió disparado a la mesa de control donde hay un supuesto comisionado técnico que debe “mirar y ver todo”. Sólo lo ponen para eso, no para otra cosa.
Como si los estuvieran corriendo con un arma, los tres jueces se fueron al vestuario, con los dos planteles en campo. No escucharon. No querían escuchar. Menos el comisionado.
Después, se abrió el debate. Si era un libre o dos. Qué clase de falta: B1 o B2. ¿Qué hubiera pasado?. ¿Y si Libertad u Olimpia necesitan ese posible punto de diferencia para definir este cuadrangular sudamericano de baloncesto?, ¿Había tiempo para tirar a errar y buscar el doble, algo más viejo que el reloj? Nadie tiene esas respuestas ante tamaño robo.
* “Mañana (por hoy) vamos a firmar planilla con seis jugadores, ya le avisé a Santander (NdeR: entrenador argentino y DT de Quimsa, rival de Libertad hoy a las 18.15). Vamos a entrar a jugar con seis, total se puede por lo visto”, fue una frase que nació como una copia de la marcha de la bronca, pero en básquetbol.
Al momento de enviar estas líneas, en una Asunción que pasó de 38 grados a viento más lluvia, la AdC (Asociación de Clubes) estaba elevando en nombre del básquetbol argentino una propuesta formal a Fiba Américas por el robo a Libertad (ver aparte).
“Ya está, no va a pasar nada. Nunca pasa nada con estas cosas”, se resignaban entre sí los jugadores liberteños.
Los medios especializados, los colegas y el ambiente del básquetbol criollo explotó con la noticia. “Nunca vimos algo así, qué choreo”, era la frase que recibían “Los Tigres” en sus celulares. ¿De dónde venían los mensajes?: de jugadores, entrenadores, dirigentes y hasta de ¡propios árbitros!.
Casi 30 años de hermosa profesión me regalaron coberturas de todo tipo: una Copa del Mundo, juegos Panamericanos, copas Libertadores, Conmebol, Sudamericana, preolímpico, dos finales de NBA, peleas por el título del mundo de boxeo en Las Vegas y tantas cosas que ahora se me borran del teclado.
No vi nunca lo de anoche. Espero no volver a verlo. Necesito titular. Que el título informe, que la crónica opine. Es diario, sigue siendo diario. A pesar de las redes. Al fin de cuentas, un buen texto es bueno para cualquier plataforma. Lo mismo si es malo, si está vacío.
Sale el título: “Seis contra cinco, el robo del siglo”. Le ganó por poco (como Olimpia a Libertad) al otro: “¿Cómo se dirá robo en guaraní?”.

Más de 4.000 espectadores le otorgaron un marco adecuado a una competición de relieve internacional, desarrollada en un escenario espléndido.
Foto: Prensa Libertad de Sunchales
Síntesis
Olimpia 86
Libertad 84
Estadio: SND Arena de Asunción.
Parciales: Olimpia 25-Libertad 15, 49-36 y 65-64.
Árbitros: Roberto Vázquez (Puerto Rico), Omar Bermúdez (México), Hortencia Sánchez (México).
Olimpia de Paraguay: Juan Pablo Cantero 6, Javier Martínez 4, Rodney Green 16, Anthony Young 24, Eric Dawson 21 (fi); Gabriel Peralta 15, Federico Mellone 0, Adolfo López 0.
DT: Juan Feliú.
Libertad de Sunchales: Nicolás Copello 11, Marcos Saglietti 4, Martín Cuello 15, Juan Cangelosi 5, Khalil Kalley 17 (fi); Ariel Zago 14, Agustín Cáffaro 6, Diego Figueredo 9, Augusto Alonso 3.
DT: Sebastián Saborido.