Renunció el ministro de Trabajo
Brasil: en el primer mes de la reforma laboral se perdieron 12 mil empleos
La iniciativa impulsada por el presidente Michel Temer legalizó el trabajo a tiempo parcial y redujo el costo de las indemnizaciones. Los analistas del mercado habían pronosticado la creación de 26.600 puestos de trabajo con la nueva norma.

El ministro argumentó razones personales para dejar la cartera.
Foto: DPA
Redacción de El Litoral
Telam
El ministro de Trabajo de Brasil, Ronaldo Nogueira, renunció este miércoles al cargo, horas después de que datos oficiales revelaran que los despidos superaron a las contrataciones en noviembre en 12.000 puestos, tras la entrada en vigor de la reforma laboral del gobierno de Michel Temer, que legalizó el empleo intermitente y redujo el costo de la indemnizaciones.
En un comunicado oficial, enviado a Télam, el gobierno informó que Nogueira, quien pertenece al conservador Partido Laborista Brasileño (PTB), argumentó motivos personales al presentar su dimisión.
El PTB, aliado del presidente Temer en el gobierno, anunció que el diputado por el estado de Maranhao Pedro Fernandes, un aliado del ex presidente José Sarney, asumirá el cargo en Trabajo, y aseguró a través de su presidente, Jovair Arantes, que Nogueira deja el ministerio para disputar su reelección como diputado en los comicios de octubre.
La dimisión se conoció horas después de la difusión de las mediciones del mercado laboral tras el primer mes en vigencia de la reforma que impulsó el gobierno.
En noviembre se rompió una racha positiva de creación de empleo de siete meses consecutivos, debido a que 12.292 puestos de trabajo fueron cerrados en Brasil, resultado de la ecuación entre las contrataciones, que fueron 1.111.798 y los despidos, que sumaron 1.124.090, según datos del Ministerio de Trabajo.
El número quedó lejos de una visión positiva que esperaban los analistas del mercado financiero, que pronosticaron la creación de 26.600 puestos de trabajo con la reforma laboral, según el diario económico Valor.
En la comparación con años anteriores, el saldo negativo de noviembre de 2017 es mejor que el del mismo mes de 2016 y 2015, cuando se perdieron 116.747 y 130.629 trabajos formales, respectivamente, en medio de una profunda recesión económica, indicó el Registro General de Empleados y Desempleados (Caged) del Ministerio de Trabajo.
En esos dos años, el Producto Bruto Interno de Brasil se encogió más del siete por ciento, algo que no ocurría desde la década de 1930.
Esta base no mide el desempleo, algo que registra el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que indicó en octubre una desocupación del 12,5% de la población económicamente activa.
Según el Ministerio de Trabajo, siete de ocho sectores de actividad económica tuvieron eliminación de puestos de trabajo en noviembre, siendo el comercio, apenas, empujado por el furor del Black Friday, el único segmento que tuvo más contrataciones que despidos.
La nueva ley laboral permitió, informó el Ministerio de Trabajo, la contratación de 3.067 empleados vía contratos intermitentes (por horas, apenas cuando el empleador requiera) y 231 mediante contratos a tiempo parcial.
El resultado fue el peor desde marzo pero para el ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira, “no significa la interrupción del proceso de recuperación del crecimiento económico del país”.
En el acumulado del año, fueron generados 299.635 empleos como saldo de la ecuación entre despidos y contrataciones.
Pero, en la comparación interanual, había en noviembre de 2016 (38,79 millones) más empleados registrados que el mes pasado (38,62).
“Los resultados de la reforma laboral serán recogidos en 2018”, dijo el ministro Nogueira, que citó la perspectiva de economistas y del gobierno de un crecimiento del PBI el año próximo año de entre 3% y 3,5%.
La reforma laboral, que quebró la legislación de 1943, fue la gran conquista del oficialismo en la agenda parlamentaria de 2017.
La nueva ley entró en vigor el 11 de noviembre y recibió el aliento de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), la entidad cuyo presidente, Paulo Skaf, es dirigente del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), el partido de Temer.
El gobierno se encuentra negociando los apoyos para otra reforma para la cual necesita modificar la Constitución, la previsional, con sesión marcada en la cámara baja para el 19 de febrero.
La reforma necesita de 308 votos de los 513 de la Cámara de Diputados y hasta este fin de año el gobierno no llegaba a ese número.
El ministro de la Secretaría de Gobierno (Articulación Política), diputado Carlos Marún, dijo que los gobernadores que busquen financiación de los bancos públicos deberán ordenar a los parlamentarios de sus estados a votar la reforma previsional.
Berlusconi garantiza a los italianos 1.000 euros al mes
El tres veces primer ministro de Italia Silvio Berlusconi prometió garantizar un mínimo de 1.000 euros al mes para todos los italianos en caso de que la coalición de centroderecha que integra su partido Fuerza Italia se imponga en las próximas elecciones.
“Hay una emergencia que más que otras deberá ser resuelta cuando la centroderecha regrese al gobierno y se refiere a los 4.750.000 italianos que viven en condiciones de pobreza absoluta”, planteó “Il Cavaliere”.
“Por eso el Estado deberá garantizar la suma necesaria para llegar a los niveles de dignidad, 1.000 euros al mes, que variarpan de acuerdo a la zona del país y a los hijos a cargo”, agregó “Il Cavaliere”.
Berlusconi, de 81 años, espera un fallo del Tribunal europeo de Derechos Humanos que le permita presentarse en las elecciones del próximo año, tras la imposición que arrastra para ser candidato hasta 2019 por una condena por corrupción en Italia.
“Ninguno puede vivir bien sabiendo que alrededor nuestro son millones de italianos que deben depender de la asistencia pública o de la caridad privada”, planteó el ex dueño del club de fútbol AC Milan y tres veces Premier (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011).
A la cabeza de Fuerza Italia, Berlusconi espera poder configurar un polo de centroderecha junto a la Liga Norte de Matteo Salvini y los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni con la esperanza de repetir a escala nacional el éxito obtenido a inicios de noviembre en Sicilia, donde lograron la gobernación de la isla.