llegan cartas
Cerrar todas las grietas del mundo
OLGA OLIVEROS
¿Por qué no soñar? si no cuesta nada...
Soñemos que en nuestra ciudad y en todo el país se cierran todas las grietas que separan a los argentinos, y por qué no en todo el mundo. Que los más ricos, no sean tan ricos (o tan beneficiados) y que los pobres, no sean tan pobres, para que puedan comer y vivir dignamente todo el mes. Que se equilibren un poco los sueldos tan altos (algunos siderales ) y un poco también los más bajos (algunos al límite de la supervivencia y que no llegan a cubrir las mínimas necesidades para la alimentación, la educación y la salud).
Se tienen que cerrar las grietas que afectan a la humanidad, guerras insólitas entre países; que no existan más las carreras militares; que no haya más ejércitos, que se ahorren presupuestos en armamentos militares, aviones, barcos de guerra, etc. (que en vez de muertos en acciones militares se usen esos presupuestos en mejorar la calidad de vida en la Tierra). Blancos y negros, enfermos y sanos, católicos, judíos, musulmanes, árabes, griegos, etc.; peronistas, radicales, del PRO, comunistas; los del norte y los del sur, los del este y los del oeste; Colón y Unión, River y Boca; Inter y Juventus, Barcelona y Real Madrid, Los Pumas y Nueva Zelanda, etc.
Que se cierren las grietas que separan a la humanidad: que todos tengan trabajo, que no haya criminales ni delincuentes, que no existan más las cárceles, dada la erradicación de la delincuencia, que la Justicia sea seria en todo el Universo; que existan los buenos jueces y abogados, y no los caranchos u oportunistas de la profesión. Cito para ello las palabras del artículo en vuestro periódico del ex titular del Ministerio Público de la Acusación, doctor Julio De Olazábal, en el que decía: “No se puede hacer justicia si uno no lo está queriendo hacer”, ¡qué gran realidad, tan vigente!
Que la paz reine en todo el planeta, que no existan los buenos y los malos: sólo los “normales”. Que haya un Dios que sea igual para todos, por encima de cualquier religión. Que la convivencia entre todos los seres humanos sea lo más saludable posible y que cada uno se involucre para que esa meta se convierta en una realidad.
Que todos sientan la felicidad de poder vivir en paz, tranquilos y sanos en toda la Tierra.
Por favor: ¡ayudémonos, cerremos todas las grietas! ¡Soñar no cuesta nada!, que cada uno sueñe con vivir la vida sin problemas y poder disfrutar positivamente nuestra existencia terrenal.
¡Que la Justicia Divina nos ayude a conseguir estos objetivos!
Que así sea.