Investigan un caso de gatillo fácil
Declaró el cuidacoches que es testigo único de un homicidio
El policía Emiliano Navarro continúa detenido, acusado por el homicidio -doblemente agravado- de Walter Alarcón, un joven de 17 años que escapaba tras cometer un robo en una rotisería.

El policía sostiene que el disparo mortal lo hizo a 35 ó 40 metros de distancia, desde la ochava de calle Las Heras y Maipú.
Foto: Archivo El Litoral
Redacción de El Litoral
El juez de la Investigación Penal Preparatoria, Luis Octavio Silva, recibió hoy la declaración de un cuidacoches de 37 años que fue propuesto por la fiscalía y la querella como testigo clave para desentrañar cómo se produjo la muerte de Walter Alarcón. El joven de 17 años, fue abatido en una persecución policial la noche del 11 de marzo de 2016, en las calles de barrio Candioti.
El testimonio del “trapito” fue incorporado a la causa prácticamente un año y medio después de ocurrido el hecho, y cambió radicalmente la situación de Emiliano Navarro. El policía de 26 años quedó detenido el martes de la semana pasada, acusado en carácter de autor por el delito de “homicidio doblemente calificado por el empleo de arma de fuego y por ser cometido por un integrante de fuerzas de seguridad abusando de sus funciones”.
La nueva versión fue incorporada a la causa como “anticipo jurisdiccional de prueba”, tal como lo solicitaran la semana pasada los fiscales Cristina Ferraro -de Homicidios- y Ezequiel Hernández -Unidad de Violencia Institucional-; y los abogados querellantes Agustín Roubineau y Federico Lombardi, del Centro de Asistencia Judicial (CAJ).
“Testigo único”
“Hoy se realizó una audiencia de declaración testimonial con carácter de anticipo jurisdiccional de prueba”, explicó la fiscal Ferraro. Para los representantes del Ministerio Público de la Acusación, se trata de “un testigo único que entendemos es clave en la investigación y en un futuro juicio, pero que a su vez es muy particular la situación en la que se encuentra”.
“Por distintos motivos entendemos que su situación es de vulnerabilidad por su propia forma de vida, estructura familiar y episodios que ha padecido en su contra y que están siendo investigados, que no sabemos si necesariamente tienen relación con el homicidio de Alarcón, pero que fueron destinados a él y su grupo familiar”, amplió.
“Por otro lado se agrava la situación de vulnerabilidad, porque estamos trabajando sobre la basa de una hipótesis de violencia institucional extrema”, sostuvo Ferraro.
Persecución y muerte
Ese viernes 11 de marzo de 2016, Alarcón entró a una casa de comidas de calle Belgrano al 3400, donde a punta de pistola amenazó a los dueños y clientes y escapó con el poco dinero que había en la caja. En su huida se topó con un móvil policial que había sido convocado cuando uno de los dueños del local accionó la alarma.
Se produjo una persecución que se extendió desde Belgrano y bulevar Gálvez, hasta calle Maipú y Las Heras, donde el joven asaltante terminó abatido. Por el horario -ocurrió alrededor de las once de la noche de un viernes- y el lugar -una zona de bares de la ciudad-, numerosos testigos coincidieron en cómo fue el primer intercambio de disparos; sin embargo, la causa se complejizó al momento de conocer cómo fue el verdadero desenlace.
Al principio se investigó como una muerte en un enfrentamiento armado, en el que “nunca estuvo en duda que había sido el personal policial el autor del disparo mortal a Alarcón. Pero se entendía que esto había sido en el ejercicio regular de su deber, porque había sido en una persecución”, reconoció la fiscal.
Sin embargo “a partir de la declaración de este testigo surge otra hipótesis, radicalmente opuesta. Entendemos que la persecución con disparos mutuos termina y que solamente disparaba el policía que lo seguía corriendo por detrás”.
Revisión
La hipótesis de la fiscalía y la querella apunta a que “en un momento dado Alarcón termina desarmado -según dice el testigo-, arrodillado con las manos en la cabeza y Navarro le da un último disparo”.
Si bien el viernes pasado el juez Silva dictó la prisión preventiva para Navarro, lo hizo sólo por 30 días y condicionada a la recepción del testimonio del cuidacoches, que fue recogido esta mañana con control de las partes.
Es decir que no se descarta que en las próximas horas, los abogados Martín Risso Patrón y Martín Ávalos, a cargo de la defensa de Navarro, soliciten una audiencia para la revisión de la medida cautelar.
En este sentido, la Dra. Ferraro señaló que “nosotros vamos a sostener el pedido de prisión preventiva no obstante la entrevista de hoy, porque el testigo se mantiene en sus dichos”; y porque “entendemos que hay otros riesgos como el peligro de fuga y si bien disminuye, el entorpecimiento probatorio no deja de existir”.
Contradicciones
Durante la audiencia de hoy, el testigo clave repitió la versión oportunamente vertida ante el Ministerio Público de la Acusación, en la que cuenta que Navarro “ejecutó” a Alarcón con un último disparo en la cabeza.
Sin embargo, los abogados Martín Risso Patrón y Martín Ávalos plantearon ciertas inconsistencias y contradicciones en el contraexamen al testigo, y así se lo hicieron saber al juez.
El testigo dijo que “Alarcón estaba de rodillas, mirando para el otro lado -hacia calle Marcial Candioti- cuando el policía le efectúa el disparo”; también afirmó que “cuando lo ejecuta efectuó un sólo disparo”
Al respecto, Risso Patrón cuestionó que en su versión original el cuidacoches “habló de al menos 5 disparos” y no uno como sostuvo ahora. También marcaron que el policía estaba vestido con ropa de oficina -camisa celeste mangas cortas y pantalón de vestir- y no “vestido de negro con uniforme” como indicó el testigo.
Y por último, resaltaron que si bien el testigo ubica al policía del lado del cordón de la vereda cuando lo “ejecuta” a unos 8 metros, no se explican cómo fue que el orificio de bala que le produjo la muerte a Alarcón se encuentra en el parietal derecho, ya que la víctima se encontraba mirando hacia el este.