E.I. reivindica el crimen

Asesinan a un policía y su pareja en París

Agencias EFE/DPA

Un hombre abatido por la policía tras matar a un agente de policía y a su pareja a unos 50 kilómetros al noroeste de París era miembro del Estado Islámico, según informó la agencia afín a ese grupo terrorista Amaq.

La Fiscalía Antiterrorista de París está a cargo de la investigación del ataque, perpetrado anoche en la localidad de Magnanville.

Amaq señaló que un “combatiente” del EI cometió el ataque, mientras que algunos medios franceses indican que el asesino se identificó como miembro de esa organización terrorista durante la negociación con las fuerzas de élite de la policía.

El atacante asesinó de nueve puñaladas y en la puerta de su domicilio a Jean-Baptiste Salvint, policía de 42 años, y se atrincheró después en la casa de la víctima con su mujer y su hijo.

Hacia las 22.00 GMT los cuerpos de policía del RAID y el BRI dieron el asalto y al término de la intervención las autoridades informaron de la muerte también de la pareja del policía, igualmente funcionaria del Ministerio del Interior.

El hijo de ambos, de 3 años, fue encontrado vivo, confirmó el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, que hoy seguirá la investigación desde el terreno.

“El agresor ha sido neutralizado por las fuerzas de intervención de la policía, que han demostrado tener mucha sangre fría y un gran profesionalismo y que han salvado la vida del pequeño”, agregó Cazeneuve.

Durante las primeras horas de esta mañana, el presidente Francois Hollande aseguró que el hecho constituye “sin duda un acto terrorista”.

La pareja fue “asesinada de forma cobarde por un terrorista”, añadió el mandatario. Francia enfrenta “una gran amenaza terrorista” aunque no está sola ante el problema, añadió en alusión al ataque contra el club nocturno “Pulse” en Orlando.

Retrato de un asesino

A medida que avanza la investigación se conocen los primeros datos del asesino. Se trata de Larossi Abballa, un presunto yihadista reincidente, que responde al perfil clásico de joven que pasa de los delitos menores a la radicalización terrorista a través de internet.

De 25 años y pasaporte francés con ascendencia marroquí, Abballa se crió en un entorno de escasos recursos económicos y firmó un rastro vital de desorientación hasta que se refugió en el fanatismo religioso, acabó en la cárcel y al salir asesinó con un cuchillo en nombre del grupo terrorista Estado Islámico.

Abballa había sido detenido en Francia en mayo de 2011 como miembro de una red que se dedicaba a enviar yihadistas a Pakistán. Permaneció en prisión preventiva desde entonces hasta que fue condenado en 2013 y salió de la prisión en septiembre de ese mismo año.

En aquel juicio, en el que fue procesado junto a otras seis personas, aseguró que se encontraba perdido y que se radicalizó a través de la web. “Necesitaba reconocimiento, no trabajaba y venía de suspender un examen para convertirme en profesor. Entonces me empezaron a hablar de religión y encontré confort en ella”, le explicó por entonces al tribunal.

Al abandonar la cárcel volvió a la casa de sus padres, quienes hace unos meses se trasladaron a Marruecos para cuidar de un familiar.

Abrió un pequeño restaurante de comida rápida en Mantes-la-Jolie, localidad donde había servido Jean-Baptiste Salvint y donde su pareja trabajaba como secretaria de la comisaría.

Desde hacía unas semanas estaba siendo vigilado por la policía porque aparecía en una investigación judicial abierta a un individuo que había viajado a Siria para integrarse en las filas yihadistas, pero las escuchas policiales no aportaron resultados y Abballa no fue imputado en ese sumario.