|Mañana, en “La Catedral”
Pumas y Wallabies, con chances equilibradas
- Desde las 13 (de nuestro país), protagonizarán la segunda semifinal, en busca de una plaza en la definición del sábado 31 de octubre.

Juan José Imhoff, propietario de las salutaciones de Matías Moroni, Tomás Lavanini, Julián Montoya y Lucas Noguera Paz, tras apoyar el último ensayo ante Irlanda. Con 7 conquistas, el winger rosarino es el máximo anotador de tries en el historial argentino en Mundiales. Foto: EFE

César Miño
El incomparable Twickenham Stadium, escenario exclusivo de las instancias definitorias de la Rugby World Cup 2015, cobijará mañana a las 13 de nuestro país (producto que a partir de este domingo se modifica el uso horario en Gran Bretaña) la segunda semifinal, protagonizada por Argentina y Australia, en busca de la restante plaza en el partido decisivo del sábado 31 del corriente.
La primera se definía esta tarde, en idéntico escenario, a través del duelo de bicampeones mundiales: Nueva Zelanda con Sudáfrica.
El partido de mañana en la periferia londinense, será refereado por el inglés Wayne Barnes; asistido por el sudafricano Jaco Peyper y el irlandés George Clancy; mientras que el TMO será el neozelandés Ben Skeen.
A la hora del análisis previo, surgen datos históricos elocuentes del poderío australiano, partiendo de su condición de doble campeón mundial, producto de los títulos alcanzados en 1991 y 2003; mientras que los argentinos enarbolan el tercer puesto logrado en 2007.
Los Wallabies también prevalecen en el historial mutuo (ver aparte) y han ganado en 10 de las últimas 11 veces en que estuvieron frente a frente. Sin embargo, al evaluar los presentes, las posibilidades tienden a equilibrarse de manera notoria.
Como hemos expresado reiteradamente, desde que Michael Cheika se hizo cargo del plantel aussie (hace menos de un año), logró una transformación notable. Es que con los mismos protagonistas, pasó de los severos inconvenientes dentro y fuera de la cancha, a los grandes triunfos y logros (como ganar el último Rugby Championship).
Pero fundamentalmente, a la recuperación de la identidad australiana, generando el juego que tantos elogios y admiración genera en todo el mundo.
En cuanto a Los Pumas, ratificaron en la presente RWC que no solo compiten con los grandes del Hemisferio Sur, sino que además representan fielmente al juego de las potencias. Eso los transformó en protagonistas del certamen y los ubica en un sitio preferencial que permite soñar con alcanzar lo que nunca antes lograron: acceder a la final.
Volviendo a lo actuado en el certamen que nos ocupa, los Wallabies bien pueden considerarse como el seleccionado que mejor jugó en la fase inicial; pero sin embargo, superaron los cuartos de final con una agónica victoria ante Escocia (35 a 34) en el minuto final, a través de un penal del apertura Bernard Foley, de estupenda performance en lo que va del torneo.
Los Pumas, sumaron satisfacciones desde el mismísimo debut, cuanto en Wembley Stadium fuimos testigos de una gran actuación ante los All Blacks, a quienes superaron en la etapa inicial y tuvieron a mal traer hasta el tramo final del partido, en el que el campeón-defensor consiguió plasmar una victoria inobjetable.
De allí en más, el representativo de nuestro país atravesó una fase inicial en la que ganó categóricamente sus partidos ante Georgia, Tonga y Namibia, con producciones que fueron de menos a más y terminaron siendo convincentes.
Luego, en cuartos de final, llegó la gran producción ante Irlanda, en la que prevalecieron nítidamente ante el Rey del Norte (43 a 20), alcanzando largamente el objetivo de ubicarse entre los cuatro mejores del mundo.

Festejo aussie. Bajo la lluvia, celebran Matt Giteau, Adam Ashley-Cooper, Bernard Foley y Kurtley Beale, el agónico triunfo ante Escocia. Foto: efe
Los protagonistas
En lo que respecta a los equipos para mañana, como se informara oportunamente, Daniel Hourcade confirmó una sola variante: el retorno de Marcelo Bosch en el centro de la cancha, en reemplazo de Matías Moroni (de gran rendimiento en las ocasiones que dispuso).
Por otra parte, como dato digno de puntualizarse, vale señalar que el capitán Agustín Creevy no está en un ciento por ciento de plenitud física, pese a lo cual ocupará su plaza habitual de hooker. Por último, se sumará el salteño Juan Figallo al banco de eventuales relevos, en lugar de Juan Pablo Orlandi.
Los Pumas alistarán a: Marcos Ayerza, Agustín Creevy y Ramiro Herrera; Guido Petti y Tomás Lavanini; Pablo Matera, Juan Martín Fernández Lobbe y Leonardo Senatore; Martín Landajo y Nicolás Sánchez; Santiago Cordero, Juan Martín Hernández, Marcelo Bosch, Juan José Imhoff y Jaoquín Tuculet.
Como suplentes estarán: Julián Montoya, Lucas Noguera Paz, Juan Figallo, Matías Alemanno, Facundo Isa, Tomás Cubelli, Jerónimo de la Fuente y Lucas González Amorosino.
En cuanto a Australia, ayer se confirmó que dos de los baluartes del equipo podrán estar presentes: el flanker David Pocock y el multifuncional back Israel Folau. En cambio, el primera línea Scott Sio no logró recuperarse de su lesión en el hombro, por lo que será reemplazado por Slipper.
Los Wallabies alistarán a: James Slipper, Stephen Moore (capitán) y Sekope Kepu; Kane Douglas y Rob Simmons; Scott Fardy, Michael Hooper y David Pocock; Will Genia y Bernard Foley; Drew Mitchell, Matthew Giteau, Tevita Kuridrani, Adam Ashley-Cooper e Israel Folau.
Como suplentes estarán: Tatafu Polota-Nau, Toby Smith, Greg Holmes, Dean Mumm, Sean McMahon, Nick Phipps, Matthew Toomua y Kurtley Beale.
2 veces
- se midieron Australia y Argentina en el historial de la Rugby World Cup. Los Wallabies se impusieron en ambas: 32 a 19, el 4 de octubre de 1991 en Llanelli (Gales) y por 24 a 8, el 10 de octubre de 2003, en Sydney (Australia).
24 partidos
disputaron hasta el momento Argentina y Australia. Los Wallabies prevalecieron en 18; Los Pumas en 5; registrándose además un empate.

El Señor Rugby tiene la palabra
- En diálogo con La Nación, Hugo Porta, el jugador más importante en la historia del rugby argentino de todos los tiempos, habló sobre el presente de Los Pumas.
* “Veo que los jugadores están muy convencidos de lo que quieren hacer. Se la creyeron sanamente y lo más llamativo es que el equipo no juega como decían los ingleses (lo primero es que no nos marquen puntos, después veremos qué haremos), sino que quiere marcar más puntos que el contrario desde el inicio. Eso está muy bien, porque el rugby tiene que ser un juego ofensivo”.
* “Siempre me gustó un rugby de 15, con participación de todos. Y este equipo lo hace. Nico Sánchez es posiblemente el mejor pateador del torneo; tiene en la defensa uno de sus puntos más fuertes y sabe a qué hacer jugar al equipo. Estar a 80 minutos de jugar la final del Mundial es un sueño, y hacerlo con la camiseta de Los Pumas, un sueño de todos los argentinos. Lo que es seguro, es que van a dar la vida por conseguirlo”.