MESA DE CAFÉ
Recuerdos de provincia
REMO ERDOSAIN
Mañana inusualmente fría a esta altura del año. Está lindo para un cafecito caliente mientras se observa desde los ventanales el ajetreo de la ciudad.
—A mí me gusta venir al centro de mañana -dice Abel-, mi abuelo siempre decía que a la mañana uno se encuentra con la gente interesante.
—Claro -consiente Marcial- es la horario preferido de los jubilados, los desocupados, los vagos y los empleados públicos que se hacen la rata en el trabajo. Con esa gente interesante, la ciudad se va al bombo en una semana.
—Ya está el aguafiestas -digo-, siempre que alguien hace algún comentario simpático, Marcial se encarga de pincharle el globito.
—Yo no pincho nada, el globo viene pinchado; yo lo único que hago es decir lo que muchos no quieren ver.
—¿Y qué opinas de la carrera de autos que se realizó este fin de semana?
—No tengo una opinión definida; en principio me parecen buenas porque mueve el comercio, se juntan recursos y la ciudad es visitada por mucha gente.
—Según los informes oficiales, se juntaron unos cuantos millones de mangos.
—Habrá que ver cómo se usan -dice José.
—Seguro que se usarán mejor de lo que ustedes los usaban cuando eran gobernantes -replica Abel.
—Yo creo lo mismo -dice Marcial-, pero me gustaría que la intendencia detalle cómo se gasta la plata recaudada.
—Eso no lo van a hacer -asegura José.
—Yo lo que creo -digo- es que la ciudad está mucho mejor que antes.
—Más o menos está mejor -responde José- andá a los barrios, mirá el estado de las calles, la inseguridad, la pobreza en la villas.
—Hay cambios -digo- cambios que se notan, pero por supuesto que faltan muchas cosas y, por supuesto que a veces el gobierno -como cualquier gobierno del mundo- se equivoca, pero en lo fundamental estamos gobernados por personas honestas que tratan de hacer lo mejor para la ciudad.
—Yo no comparto -dice José- estamos ante un gobierno que deja contento a los vecinos del centro pero se olvida de los pobres.
—Peor que olvidarse de los pobres es trampearlos, manipularlos, como hacían ustedes.
—Criticar al clientelismo, para los gorilas -afirma José- es una buena excusa para desinteresarse de las necesidades de la gente.
—Yo no quiero hacer pronósticos porque no soy brujo -advierte Abel- pero tal como vienen las cosas, Corral el año que viene gana las elecciones de orejita parada.
—No festejes a cuenta que después tenés que hacerte cargo de la factura -advierte José.
—Corral no sólo está haciendo un buen gobierno -insiste Abel- sino que, además, no hay ningún candidato que le salga al cruce.
—Bueno -dice Marcial- había uno, cuya exclusiva virtud era ser nieto de un abuelo conocido e influyente; el abuelo murió y al nieto me parece que se le terminó la banca.
—¿Vos te referís a un muchacho que en los carteles de la publicidad mostraba una cara parecida a la de Messi?
—Exacto -responde Marcial- pero en verdad te digo que tener la cara de Messi sin su talento puede llegar a ser una desgracia.
—De todos maneras -dice José- no pierdan de vista que en esta ciudad hay más peronistas que radicales.
—En las últimas elecciones no se notó -observo.
—Pero se puede notar en la próxima.
—Para eso hacen falta candidatos que es lo que el peronismo no tiene.
—No vayas a creer -refuta José con cierto tono dubitativo- según me contó un pajarito a un ex intendente, cuya gestión fue buena, lo están entusiasmando para que acepte ser candidato.
—¿Vos te referís a un muchacho que es docente universitario y en 1994 fue constituyente?
—Exactamente.
—Si no me equivoco, él anunció que se retiraba de la política -digo.
—Nunca le creas a un político cuando dice eso -aconseja Marcial.
—No creo ni dejo de creer -admite José- pero lo que sí me parece cierto es que al peronismo en la ciudad lo único que le hace falta es encontrar un candidato adecuado.
—Que lo vamos a derrotar en toda la línea -afirma Abel.
—Yo no estaría tan seguro -responde José.
—Y de las elecciones en la provincia, ¿qué opinan?
—También creo que el Frente Progresista gana en toda la línea -asegura Abel.
—¿Con qué candidato?
—Con el que sea; la gestión de Bonfatti es muy buena y la gente va a reconocer todo lo que se hizo.
—Yo lo único que sé -dice José- es que cada vez hay más problemas, cada vez hay más narcotráfico y cada vez hay más inseguridad.
—Ustedes -responde Marcial- preocúpense por no ser los narcotraficantes.
—Chicaneá como te parezca mejor -responde José- pero nosotros no tenemos la culpa de que Rosario se haya transformado en un nido de narcotraficantes; además, ustedes gobiernan esa ciudad desde hace casi un cuarto de siglo y no pueden echarle la culpa al gobierno nacional o a las inmigraciones internas de que cada vez haya más villas miserias.
—A mí me gustaría ser mago -responde Marcial- para saber a quiénes votan los narcotraficantes detenidos en Rosario. Y sobre todo a quienes le ponen plata para las campañas electorales.
—A mí también me gustaría saberlo -contesta José- sobre todo lo último, a quién le ponen plata.
—Yo no conozco sobre el tema -dice Abel- pero en el orden nacional y a la hora de indagar por qué creció el negocio narco de la efedrina, queda claro que los delincuentes arreglan con el peronismo. Y esto no es un rumor o una deducción, está probado: los narcos pagan las campañas de los K.
—Volviendo a Santa Fe -digo- yo creo que el peronismo es fuerte en la provincia, pero no tiene candidatos para ganar.
—Es un poco peor -dice Marcial- tiene un candidato, se llama Torres del Sel pero no tributa con el peronismo..
—De eso no estés tan seguro -estima José- cada vez son más fuertes los rumores de que Torres del Sel va a participar en las Paso del peronismo y va a ser el candidato de la unidad.
—Macri no va a estar de acuerdo.
—Macri va a mirar para otro lado.
—Si el peronismo va unido -digo- al Frente Progresista se le complica la cosa.
—Ganamos lo mismo -afirma Abel.
—Yo no estaría tan seguro; no digo que no ganarían, digo que no sé si ganarían.
—A mí me parece -digo- que existe en la sociedad un amplio consenso a favor del gobierno de Bonfatti.
—Puede ser -dice Marcial- pero convení conmigo que el peronismo es muy fuerte en esta provincia y si se llegan a unir, el Frente se las va a ver negras para ganar.
—Y ni hablar -dice José- si el candidato es Reutemann.
—Eso sí que para mí es un misterio -digo-, un misterio santafesino.
—¿Qué es un misterio?
—Que un tipo como Reutemann siga teniendo votos.
—No nos salgamos de la huella -dice Abel-; Reutemann no se va a presentar como candidato a gobernador; si alguna candidatura quiere es la de senador, porque necesita de los fueros.
—O sea que. pasando en limpio -digo-, Torres del Sel sería el candidato del peronismo el año que viene.
—O sea que, pasando en limpio -remeda Marcial-, el año que viene me voy a dar el lujo de vivir en una ciudad, en una provincia y en un país gobernados por dirigentes que no son peronistas. Si esto ocurre me puedo morir tranquilo.
—No comparto -concluye Marcial.
