Edición del Jueves 11 de setiembre de 2014

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La dimensión social de los residuos - Edición Impresa - Opinión Opinión

editorial

  • El aumento sostenido de la producción de basura, combinado con el incremento de la población en las urbes, plantea un desafío complejo que no admite dilaciones.

La dimensión social de los residuos

La generación, transporte, disposición y reutilización de residuos es uno de los temas que más preocupan a pobladores y administradores de centros urbanos de todo el mundo y así ocurre también en Santa Fe, donde la problemática de los desechos constituye uno de los ejes de la denominada agenda verde sobre la que se apoya la política de medio ambiente del municipio capitalino.

Experiencias de ésta y otras ciudades fueron compartidas días atrás en el marco de las II Jornadas Internacionales de Gestión Ambiental Urbana que convocaron a expertos para debatir sobre estrategias destinadas a lograr una actitud más responsable y una política inclusiva que contemple la dimensión social de la problemática. En efecto, coincidieron allí referentes de distintos puntos del país y del exterior para aportar su propia perspectiva con un denominador común: avanzar en la clasificación y reutilización de la basura e intervenir en la situación de quienes recurren a ella como medio de vida.

En nuestra ciudad, uno de los objetivos planteados por la actual gestión fue formalizar el desenvolvimiento del cirujeo y en este contexto ya se logró que medio centenar de personas que se dedican a la actividad dejen el carro y, como consecuencia, más de 30 caballos sean retirados de la tracción a sangre. En tanto, es reconocido el trabajo de los integrantes de la asociación Dignidad y Vida Sana, que agrupa a 110 ex cirujas que operan en la planta de clasificación contigua al relleno sanitario, a partir de una iniciativa que se gestó en mandatos anteriores.

La experiencia de nuestra ciudad, donde se realiza separación de residuos en origen -materializada desde hace cuatro años pero iniciada en la fuerte prédica de Hábitat y Desarrollo y de escuelas que se sumaron a la propuesta-, pudo ser contrastada con otras iniciativas, como la que se desarrolla en la santafesina Rafaela, donde la conciencia ambiental está presente en todas las actividades, y la cordobesa Río Cuarto, que puso en marcha un programa de recuperadores urbanos.

Pero también fue interesante cotejar estas experiencias con el vasto desarrollo que tiene Curitiba -ciudad brasileña que es reconocida como modelo en materia ambiental- donde la gestión de residuos sólidos lleva 40 años y en su momento tuvo a las escuelas como principales aliadas para la implementación de políticas relacionadas con este tema. Porto Alegre, también en Brasil, viene liderando un programa de inclusión de recolectores de basura, con la consigna de capacitarlos en otra ocupación e insertarlos en el mercado del trabajo y el objetivo de lograr su emancipación para que sean ciudadanos libres.

La producción de residuos crece a nivel mundial, al ritmo en que aumenta la población en las ciudades. Esta premisa básica y elemental supone mayores costos y un problema ambiental innegable. Pero, mientras a nivel global se analizan alternativas de producción limpia y consumo responsable, es importante conocer, cotejar y aplicar todas las estrategias posibles para reducir la cantidad de basura, incrementar el nivel de reutilización y, principalmente, otorgar la debida prioridad al factor social y habilitar mecanismos sustentables de inclusión. Un desafío complejo que trasciende a las gestiones políticas y debe ser afrontado con la seriedad y la dedicación necesarias, frente a una problemática acuciante y en permanente expansión.

Referentes de nuestro país y de Brasil debatieron días atrás sobre una problemática común a los grandes centros urbanos como es la generación y disposición de la basura.



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Jueves 11 de setiembre de 2014
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