“Yoga colmó mi vida de energía, serenidad y entusiasmo”

Cristina Rivero
es profesora formadora y magíster de yoga Científico y Educacional. En su vida incursionó en diferentes escuelas de este método de perfeccionamiento y evolución al que le atribuye el cuerpo sano y la mente equilibrada.
TEXTOS. ANA LAURA FERTONANI ([email protected])
PRIMEROS PASOS. “Comencé en mi adolescencia y mi curiosidad me llevó a practicar esta disciplina incursionando en las diferentes escuelas de yoga -que van desde las más antiguas (Hatha yoga) hasta las más contemporáneas como Yoga Científico y Educacional- las que tienen un común denominador: la técnica respiratoria, que en mi opinión es un aporte fundamental del yoga a quienes lo practican”.
CAMINO. “Yoga, significa la unión del cuerpo, la mente y el espíritu. En otros términos significa ‘unir’, ‘juntar’ en forma dinámica al ser humano con la naturaleza y todo lo que lo rodea. Es un método para el desarrollo completo de las personas; es una actitud hacia la vida, hacia toda la creación, y sus fines son los más elevados y nobles. El Yoga Científico y Educacional es contemporáneo, su desarrollo comienza en la década de 1950 a través del aporte de profesores occidentales que utilizando los conocimientos de esta técnica milenaria, introducen modificaciones estructurales basadas en los avances en el conocimiento biofísico y del funcionamiento del organismo humano, que han quedado plasmadas en cuatro diferentes ramas: Yoga terapéutico, artístico, recreativo y deportivo”.
BENEFICIOS. “La práctica regular de yoga no sólo proporciona un cuerpo sano, sino una mente equilibrada que no se deja abatir por la adversidad. Entre sus beneficios podemos esperar una mejora en la oxigenación del organismo, ya que los ejercicios de respiración se aplican en todas las posturas favoreciendo la buena oxigenación en todo el cuerpo. Además, una mayor flexibilidad en las extremidades, ya que los estiramientos ayudan a mejorar la flexibilidad en cualquier deporte y esto permite una mayor movilidad en la ejecución del movimiento, con mucha más efectividad y menor esfuerzo, disminuyendo el riesgo de lesiones, sobre todo esguinces, y desgarros musculares. Otros beneficios son una reducción de los dolores de espalda, logrado a partir de disminuir la tensión muscular, obteniendo menor fatiga y mayor rendimiento; y un incremento de la relajación física y psíquica del organismo. A través de las prácticas de yoga mi vida se colmó de energía, serenidad y entusiasmo por todo lo que puedo hacer, y utilizo estas herramientas para poder transmitir el yoga; mi vida es hoy, el mañana se verá”.
PLENITUD Y LARGA VIDA. “Es descubrir día a día algo nuevo, como la primera clase, disfrutando de mi ser, me encuentro, me escucho, me acepto; es concientizar los procesos mentales encontrando de una manera diferente “los porque”, es agradecer luego de cada clase a Dios el permitirme realizarla; es agradecer a mis grupos su presencia, porque sin ellos no sería posible. Es sentir la plenitud en mi ser, cuerpo, mente y emociones. Pero lo más destacable es que me permite sentirme joven aunque los años pasen, no hay edad para sentirse en Yoga, el intelecto no envejece. El yoga está en mi sangre, es OM, es Namasté”.
YOGA CIENTÍFICO Y EDUCACIONAL. “Tuve la oportunidad de realizar un curso de Instructor de Hatha Yoga, que logré hacer con ayuda de mi familia ya que mis cuatro hijos eran chicos y el cursado requería de una práctica intensiva que demandaba tiempo y dedicación. Una vez egresada comencé a dictar mis clases evitando la repetición estructurada de las secuencias aprendidas y algunas adeptas de aquella época aún me siguen acompañando. Con el tiempo, y escuchando a quienes participaban de mis clases, fue naciendo en mi la idea de permitirles disfrutar de diferente manera la práctica del yoga, “sin memorizar la clase” y evitando la repetición. Continué mi formación en Buenos Aires, realizando cursos de formación de yoga científico y educacional que considero se acercan en mayor grado a la idiosincrasia occidental, alcanzando los grados de Profesor formador y luego el de Magíster. Con esta experiencia comencé a experimentar personalmente las técnicas del Yoga Científico y Educativo, en el convencimiento que ‘no se puede enseñar lo que no hayas experimentado en vos’. Este es el método que he adoptado en el proceso de enseñanza aprendizaje donde, en síntesis, trabajamos muchas secuencias, comenzando la clase con la entrada en calor, practicando luego las posturas de equilibrio, de fuerza y los enlaces entre postura y contraposturas”.
FORMACIÓN. “En el año 1999, luego de pensarlo y organizar el programa durante un año, comencé a formar instructores. Para poder hacerlo tuve que reanudar mis estudios dos años más hasta obtener el certificado de Formador de Instructores y Profesores de Yoga, esto me permitía formar y transmitir todos los conocimientos a quienes lo cursaban para dar oportunidad a todos aquellos que querían disfrutar de la enseñanza, y de ese modo difundir los cambios del yoga en todos los barrios y ciudades cercanas”.
YOGA PARA TODOS. “Muchas personas son enviadas por sus médicos para corregir diferentes trastornos, o simplemente para cambiar su calidad de vida, mejorar la postura, la respiración, los dolores corporales a causa de estrés, la calidad del sueño; son muchos los factores por lo que acuden”.
FAMILIA
María Cristina nació en Santa Fe. Está casada, tiene cuatro hijos, y dos nietos.
PROFESORA
Cuando era chica, a los 6 años la mamá la mandó a danza, música e inglés, así que además de Profesora Formadora de Profesores de Yoga, tiene el profesorado en danza española, de música y título de maestra de inglés.
ACADEMIA ADY
Es el espacio que dirige con 14 años de trayectoria, donde brinda cursos de formación de instructores y profesores de Yoga, además de brindar clases de la disciplina milenaria.
INQUIETA
En el salón de Yoga hay un calendario donde anota mes a mes los cumpleaños de las alumnas para llenarlas de afecto; algunas llevan algún bocado para compartir después de la clase. Ella se jacta de ser de sagitario, el signo de los optimistas, los positivos y entusiastas. Suelen ser inquietos y necesitan renovar sus horizontes.
TRAYECTORIA
Eligió Yoga a los 22 años y fue dando pasos concretos, un camino recorrido por 45 años hasta elegir el Yoga Científico y Educacional, que define como “contemporáneo. Su desarrollo comienza en la década de 1950 a través del aporte de profesores occidentales que, utilizando los conocimientos de esta técnica milenaria, introducen modificaciones estructurales basadas en los avances en el conocimiento biofísico y del funcionamiento del organismo humano, que han quedado plasmadas en cuatro diferentes ramas: Yoga terapéutico, artístico, recreativo y deportivo”.
así soy yo