Cuidemos nuestra vista en el verano
La autora nos recuerda algunos tips para cuidar nuestra visión durante esta época del año, cuando se deben aumentar las medidas de protección de las radiaciones solares.
TEXTOS. DRA. PILAR MARÍA NANO, COORDINADORA DE INVESTIGACIÓN DEL INSTITUTO DE OJOS DR. HUGO DANIEL NANO.

Llega el verano, el sol brilla con mayor intensidad, comienza el calor y la temporada de pileta. Y con esta estación retorna un viejo enemigo de nuestra salud visual: la conjuntivitis. Además hay que aumentar las medidas para protegernos de las radiaciones solares.
Existen dos tipos de radiaciones solares. Se llama radiación UV a la que emiten los rayos ultravioletas que emanan del sol. La exposición prolongada a los rayos UV del sol puede generar diversos trastornos como catarata, degeneración macular (enfermedad del centro de la retina; no siempre relacionado con la edad), pingueculas (tumores de la conjuntiva, que recubren la parte blanca del ojo), pterigions (crecimiento anormal de tejido sobre la córnea) y fotoqueratitis (inflamación de la córnea). Todos ellos pueden causar pérdida temporaria de la visión.
Estudios de investigación recientes sugieren que la energía solar visible (también llamada “luz azul”, high energy visible radiation o HEV, por sus siglas en inglés) produce daño ocular sin llegar a ser radiación UV. De acuerdo con un estudio europeo publicado en el ejemplar de octubre 2008 de Archives of Ophthalmology, la energía solar visible aumenta el desarrollo de degeneración macular, especialmente cuando se relaciona con baja concentración de vitamina C y antioxidantes en el plasma sanguíneo.
Por este motivo, cualquier persona que se encuentre al aire libre se encuentra en riesgo de daño ocular relacionado a radiación UV y HEV dependiendo, sobre todo, de factores como la ubicación geográfica, la altitud, la hora del día, el ambiente o la medicación que tome.
RECOMENDACIONES
Podemos disfrutar del sol si tenemos en cuenta estas recomendaciones y advertencias:
- Se puede disfrutar del sol y el aire libre siempre y cuando estemos equipados con la protección ocular y de piel correcta para reducir la exposición a la radiación UV. Por eso se recomienda siempre: usar sombrero y anteojos adecuados envolventes; aplicar protector solar cada 3 horas; e intentar la exposición prolongada entre las 10 y las 16 horas.
- Las nubes no disminuyen los niveles de UV de manera significativa, por lo que se aconseja el uso de anteojos aun en días nublados.
- El daño ocular y en la piel relacionado a la radiación UV es acumulativo, por lo que el peligro aumenta a medida que pasamos más tiempo sin protección al sol.
- Debemos proteger a los niños del daño ocular posible, sobre todo cuando pasan mucho tiempo al aire libre. Son más susceptibles al daño retinal relacionado con la radiación UV por presentar el cristalino claro y transparente, permitiendo que los rayos solares lleguen al fondo del ojo.
- Es importante asegurarse de que los niños usen anteojos de buena calidad; así como también sombreros y protectores solares en la piel.
- Buscar anteojos que bloqueen al 100% la radiación UV y absorban la mayoría de la HEV. Los marcos deben ser lo suficientemente grandes y de diseño anatómico para disminuir la cantidad de rayos que llegan al globo ocular. Los cristales de color bronce, cobre o rojizo/marrón son mejores para estos casos. Aun utilizando lentes de contacto es necesario el uso de anteojos, ya que cubren zonas no abarcadas por el lente de contacto.
- Para aquellas personas con la piel de color mate u ojos con iris oscuros es necesario que usen protección igual, ya que la incidencia de daño ocular es la misma.