Regale juguetes activos
Además de entretenidos, los juguetes deben fomentar la actividad física en lugar del sedentarismo en los niños. Una doctora y un fisioterapeuta explican qué requisitos deben reunir para ser saludables para el desarrollo del cuerpo y la mente infantiles.
TEXTO. RICARDO SEGURA. FOTOS. EFE REPORTAJES y archivo el litoral.

Los juguetes son uno de los grandes protagonistas de las fiestas navideñas aunque, para repercutir positivamente en niños y adolescentes, deberían estimularlos para que se mantengan en movimiento en vez de hacer que permanezcan “pegados” a un asiento o “paralizados” delante de una pantalla.
Coinciden en esta idea la Dra. Mónica Katz, especialista en Nutrición de la Universidad Favaloro, de Argentina, y José Santos, secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, de España, a quienes EFE ha entrevistado para recabar opiniones y consejos sobre los denominados “juguetes y juegos activos”, aquellos que fomentan la actividad física e intelectual.
“Con los juegos activos los chicos, no sólo se divierten y se beneficia su salud sino que también comprenden mejor el mundo, aprenden a seguir reglas, a trabajar en equipo y a tomar decisiones estratégicas”, señala Katz. “El problema es que hoy existe un predominio del juego sedentario que, por lo general, involucra horas de pantalla y hay evidencia de que más de tres horas frente a un dispositivo se asocian a obesidad”, explica la directora del Centro Dra. Katz (www.dramonicakatz.com.ar) y autora de los libros: “No dieta” y “Somos lo que comemos”.
JUGAR EN COMPAÑÍA ES MUCHO MEJOR
Según esta experta argentina, “los niños más chicos son activos naturalmente y se mueven espontáneamente, siempre que no les establezcamos barreras o que les atrapen actividades de pantalla, o existan condiciones de inseguridad que les impidan correr por la calle o el parque libremente. Con sólo limitar las horas de pantalla lograríamos más actividad espontánea”.
La Dra. Katz destaca especialmente la importancia de fomentar la actividad física en las chicas púberes o adolescentes, ya que “en caso contrario se suelen volver muy sedentarias”, enfatiza.
Para que un juguete o juego, convencional o electrónico, beneficie la salud cardiovascular y la buena forma física de los niños y adolescentes, “en principio, debe poder jugarse de pie e incluir actividad de grandes masas musculares como las de las extremidades”, señala la experta de la Universidad Favaloro (www.favaloro.edu.ar).
La Dra. Katz cree “que el desarrollo tecnológico es imparable y sería importante que toda industria de pantalla (TV, videojuegos, celulares, PCs, tabletas) desarrollara dispositivos especiales para evitar que los chicos permanezcan quietos más de una hora continuada, ya que existe la tecnología para lograrlo”.
“Se ha observado que no es lo mismo permanecer quieto sentado aunque se practique deporte o gimnasia varias veces por semana. Para que el ejercicio sea saludable se debe realizar algún tipo de movimiento al menos cada hora. Es decir que un juego tecnológico debería tener un sistema que se detuviera, salvo que el chico realizara unos movimientos”, sugiere.
Respecto de si son preferibles los juguetes y juegos con los que se juega en solitario o aquellos que se juegan con más niños, Katz señala que “los humanos somos seres sociales” y que “la diversión a solas puede representar una opción, pero no se entrena para ser un ciudadano ni un integrante de una familia saludable”.
De acuerdo con esta profesional, “el juguete es una herramienta imprescindible”, pero el juego compartido “permite internalizar la cultura a la que se pertenece y también a aprender normas sociales y de convivencia. También consigue que se obtenga la empatía con el otro y a percibir su intención”.
“Entre los juguetes o juegos más activos y cardiosaludables que conviene que los padres regalen a sus hijos más pequeños para Papá Noel o Reyes Magos figuran las pelotas, las cuerdas para saltar, los bolos y los de tipo musical”, según Katz.
Respecto de los niños más mayores, esta doctora señala que a los preadolescentes conviene regalarles juegos de tenis, tenis de mesa, pelotas para diferentes deportes, monopatines, bicicletas, rollers, patines y skates.
Para los adolescentes, cuya actividad física comienza a asemejarse a la del adulto, la Dra. Katz recomienda el deporte en general, el gimnasio y la danza, de lo que se infiere que un regalo activo podría consistir en que los padres los inscriban en algunas de esas actividades para el nuevo año que comienza.
VIDEOJUEGOS: BUEN USO SIN ABUSO
El fisioterapeuta José Santos define los “juguetes sedentarios” como “aquellos juegos o actividades de ocio y recreativas cuya práctica no fomenta hábitos saludables, como puede ser la actividad física regular”.
Según explica el secretario general del CPFCM (www.cfisiomad.org), “los juegos sedentarios van en contra de un desarrollo saludable y equilibrado de nuestro tono muscular y fomentan su acortamiento o falta de flexibilidad, con lo que nos hacen más vulnerables a sufrir lesiones”.
“Además, este tipo de actividades influyen negativamente en el desarrollo de determinados valores sociales tan importantes como el trabajo en equipo o el compartir”, añade Santos, quien destaca que “abusar de estos pasatiempos puede provocar desde lesiones músculo-esqueléticas, hasta obesidad infantil”.
JUGUETES ACTIVOS
“En cambio, los denominados juguetes activos, aquellos que permiten al niño activar el metabolismo de su cuerpo, mejoran su desarrollo y posibilitan desarrollar valores sociales y la capacidad imaginativa a través del juego”, destaca.
Según este fisioterapeuta, “el juego en grupo es un gran factor de socialización y, probablemente, los amigos de la infancia a los que más recordamos sean los que conocimos en el patio del colegio corriendo detrás de una pelota o jugando por la tarde en el parque o en la calle. Esto, ahora y en las grandes ciudades, cada vez cuesta más”.
Respecto de los dispositivos electrónicos para jugar, Santos aclara que, si se usan correctamente, también aportan valores, pero hay que tener presente “el frecuente mal uso o abuso que a veces realizan nuestros hijos, y recordar a los padres su obligación de establecer límites, ya que el niño puede estar horas y horas con esa misma actividad, si no se le dice nada”.
“Las marcas de videojuegos han evolucionado para pasar de un jugador pasivo, sentado adoptando generalmente una mala postura y dependiente de la intensidad del juego, a un jugador como sujeto activo dentro de la trama, de modo que el personaje puede imitar a la perfección nuestros propios movimientos, creando un situación virtual más real que implica que el jugador tenga que levantarse del sitio y moverse”, indica.
De acuerdo a este profesional, “en el mercado ya existen multitud de juegos que imitan diversas actividades deportivas y de ocio, como jugar a los bolos, jugar a los dardos, jugar al golf o hacer una carrera en un partido de rugby y sufrir un tackle sin consecuencias”.
Aunque “este tipo de actividades hay que considerarlas como ocio y nunca un sustitutivo de una actividad deportiva, dado que sólo estamos imitando gestos”, advierte. “Aunque alguna marca incorpora consejos previos en la pantalla antes de empezar el juego y al finalizar, todavía hace falta aportar más información al usuario para que se concientice de que debe realizar un buen uso del dispositivo y debe prepararse previamente, estirando y calentando”, señala el directivo del CPFCM.
Para evitar lesiones, Santos recomienda que el jugador haga pausas cada hora u hora y media, y deje el juego en el momento adecuado. Además, “se deben realizar estiramientos de la zonas más trabajadas para evitar problemas que pueden aparecer posteriormente como lumbalgias, tendinitis en hombros, codo o pulgares”, destaca.
LOS TRADICIONALES DE MESA
Respecto del uso infantil y juvenil de los juegos de mesa tradicionales, como cartas, ajedrez, rompecabezas o juegos de madera, Santos explica que, aunque se juegan en posición sentada, “ayudan en otros valores, como aprender a crear estrategias al pensar en las jugadas, mejorar la capacidad de cálculo matemático, fomentar el desarrollo de la imaginación y la orientación espacial, y afianzar conocimientos”.
“Algunos juegos de mesa, incluso, permiten al niño desarrollar su destreza manual, por ejemplo modelando con plastilina, dibujando objetos o situaciones, o nos descubren la capacidad de canto”, señala Santos, que sugiere ofrecérselos al niño, como “complemento de otras actividades de ocio”, porque fomentan la socialización, dado que -en su gran mayoría- requieren de dos jugadores o más.




Algunos juegos de mesa permiten al niño desarrollar su destreza manual.
