Edición del Miércoles 18 de diciembre de 2013

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El histórico torneo de Primera B de 1963...

A 50 años de un final “no apto para cardíacos”

  • Ferro, Unión, San Telmo y Sarmiento de Junín empataron el primer puesto. Ascendió Ferro.
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Dos tremendos referentes de la historia de Unión: el Fantasma Ruiz y Julio Avila. Foto: Mercedes Pardo

 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Hace medio siglo, el principal certamen de ascenso del fútbol argentino, llamado Primera B, vivió la competencia más emotiva, pareja y se transformó en histórica, al compartir el primer puesto dos equipos de la Capital Federal (F. C. Oeste y San Telmo) y dos del interior (Unión de Santa Fe y Sarmiento de Junín).

Los santafesinos, en los últimos 14 encuentros, obtuvieron nueve victorias, empatando los cinco restantes en una “levantada” excepcional que los ubicaron en ese lugar envidiable. Una sola vez alcanzó la primera posición, siendo en la trigesimocuarta y última fecha.

Debido al cuádruple empate en el primer puesto, fue necesario la realización de un torneo reducido final, en canchas neutrales, en Buenos Aires, clasificándose ganador la entidad de Caballito, al triunfar en todos ellos.

Deportivo Morón comenzó siendo el principal aspirante al título, manteniéndose en primer lugar durante varias jornadas; pero tras ese lapso de resultados positivos, Ferro comenzó a ganar terreno en la pelea, erigiéndose en el equipo más firme hasta que Sportivo Dock Sur, en la isla Maciel, en la decimotercera fecha, lo venció por 2 a 1, recuperando la punta la formación del Oeste del Gran Buenos Aires, y se le sumó Deportivo Español.

En el equipo de la colectividad española jugaban —entre otros— Carlos Salvador Bilardo (ex San Lorenzo de Almagro, antes de consagrarse en Estudiantes de La Plata), Jacinto Díaz y Ricardo Krebelli (ex Colón), Roberto Marcos Saporiti (ex Independiente y luego asistente de César Menotti en la selección argentina campeón del mundo en 1978) y Carlos Castillo (ex Unión y Colón).

Torneo parejo

La primera rueda finalizó con una paridad absoluta: Ferro, San Telmo y Español con 20 unidades, seguidos a un punto por Morón y Sarmiento de Junín y a dos por Quilmes (de pobre labor en la segunda parte). Unión solamente había reunido 13 puntos, con una sola unidad de visitante.

Reacción tatengue

Quilmes, en la segunda rueda, tendría una actuación para el olvido, sumando apenas 10 puntos y finalizando en la 13ra colocación. Ferro, San Telmo y Sarmiento fueron quiénes de mejor manera comenzaron ese lapso, aunque ahora asediados por Unión, que, en la fecha 21, se encontraba apenas a tres unidades (cinco victorias y una derrota en seis cotejos, especialmente por los goles del “Fantasma” Ruiz y del “Gringo” Borgogno) de los líderes, presagiando un final vibrante y apasionante.

Tras alternar buenos y malos resultados, cuando restaba disputarse la última fecha, Ferro sumaba 42 puntos, seguido a dos unidades por San Telmo, Unión y Sarmiento, justo el oponente en la última ronda.

Teniendo en cuenta que, en ese entonces, cada victoria equivalía a sumar dos puntos (las tres unidades se instauraron en 1995), Ferro sería campeón y primer ascendido con sólo lograr un empate.

Apenas iniciado el partido disputado en Caballito, el árbitro expulsó a Osvaldo Lorenzo Biaggio, aprovechando los verdolagas bonaerenses la ventaja numérica imponiéndose 2 a 1, provocando el empate entre cuatro conjuntos.

Lo sorprendente del caso fue que San Telmo con el último suspiro derrotó a Los Andes con tanto de Antonio Poggi. Unión en su cancha goleó 5 a 0 a Italiano, con anotaciones de Juan Bonacossa y Pedro Medina en dos ocasiones cada uno y el restante Juan Carlos “Pelado” Forti.

Ronda final

En la ronda decisiva, el campeón se impuso en todos los compromisos. A Sarmiento, 2 a 0 (Pastorini hizo ambos goles); a Unión 1 a 0 (Pastorini) y a San Telmo 3 a 1 (Juan A. Pastorini, Angel Reinoso y Rubén Fernández), dando la vuelta olímpica en el desaparecido Gasómetro de la avenida La Plata, en el estadio de San Lorenzo, en Boedo.

En cambio, Unión perdió 3 a 1 con San Telmo en cancha de Atlanta, luego cayó ante Ferro en el estadio de Huracán y goleó a Sarmiento por 4 a 1 con goles de Forti, el Fantasma Ruiz, Borgogno y Bonacossa en la cancha de Platense.

La formación tatengue en dicha hazaña era la siguiente: Eduardo Aníbal Tazare; José Luis Ayala (Carlos Láquiz) y Hugo Francisco Figueroa; Jorge Alberto Gómez, José Minni y Angel Cabrol; Juan Carlos Forti (Jesús Merlo), Néstor José Borgogno (Roberto Mámoli), Orlando Ruiz, Pedro Medina y Juan Bonacossa (Jorge Enrique).

Un goleador excepcional

  • La gran revelación de Unión en el campeonato de Primera “B” de 1963, fue el centrodelantero de Reconquista, Orlando Ruiz, quien en forma sorpresiva se convirtió en el máximo artillero de la categoría con 26 anotaciones.

Los nombres del santafesino Carlos Verga, del rosarino Juan Carlos Bruzzone y del cordobés Julio Enrique Avila fueron relevantes defendiendo los colores rojiblancos en los certámenes de Primera B.

Sin embargo, la actuación espectacular del “Fantasma” Ruiz, apodado de esta manera por el jefe de deportes del diario “El Litoral”, Angel José Gutiérrez, posibilitó que en la última fecha alcanzara la primera posición en la más emotiva de la principal competencia del torneo de ascenso de su historia.

El “Fantasma” Ruiz fue un goleador casi desde la cuna, en su Reconquista natal mostró su sapiencia en Talleres, luego fue a jugar a Unión de Esperanza, donde repitió su amistad con la red y con tantos de notable factura, especialmente con ambos parietales de la cabeza.

El “Gallego” Gutiérrez expresaba que la mayor virtud de Ruiz era su ubicación en el área y su preciso cabezazo, siempre resultaba letal. El veloz delantero mostraba su inteligencia con apariciones “fantasmales”, además de una capacidad goleadora que lo convirtieron en el máximo artillero de Unión en el principal torneo de ascenso afista con 70 tantos (en primera división solamente consiguió ocho tantos). En el ocaso de su carrera, en 1979, actuó en primera categoría en Colón con más de una docena de partidos sin anotar.

Por otra parte, en 1963 se produjo el mejor desempeño de Néstor José Borgogno con la casaca rojiblanca al anotar 19 conquistas, ubicándose quinto y compartiendo ese halago con Manuel Suárez (Sarmiento).



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Miércoles 18 de diciembre de 2013
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