Manifestación frente a la Municipalidad

“No queremos que haya otro muerto”

Luciano Andreychuk

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Entre el ruido de bombos, humo tóxico de goma quemándose y pancartas que gritaban justicia, Julián Giménez pide “que no haya otro limpiavidrios muerto”. Él es el hermano de Marcelo David, el joven de 25 años que murió atropellado días atrás tras subirse a un camión de gran porte con chapa patente de Brasil, con la intención de limpiar el parabrisas a cambio de unas monedas, según la crónica policial.

“Yo estuve ahí cuando mi hermano murió, lo vi todo. Era de noche, en avenida Alem y Belgrano. Pararon tres camiones con patente roja de Brasil. Nos cruzamos para hacer nuestro trabajo, mi hermano se sube a uno de los camiones para limpiar el parabrisas, pero el conductor arranca, con el semáforo en rojo. Marcelo cae y es atropellado. Murió y dejó a un nene de dos años y medio. El camionero no paró”, relató el joven a El Litoral.

Julián tiene 23 años, seis hermanos (Marcelo era el mayor) y un hijo pequeño; son . Vive en Nuevo Horizonte y, como el resto de su familia, sobrevive a la pobreza haciendo changas y limpiando vidrios. Él y el grupo de limpiavidrios fueron recibidos ayer por el intendente Corral y funcionarios de Acción Social (ver aparte), luego de hacer una ruidosa manifestación frente al Palacio Municipal.

“Esperamos que nunca más pase algo como la desgracia de mi hermano. Que no haya otro Marcelo. Nosotros buscamos trabajar dignamente. Limpiando vidrios, a nosotros al menos nos alcanza para la comida. Pero queremos que las autoridades vean que deseamos tener un trabajo mejor, no queremos arriesgarnos más en las calles”, dijo el joven.