MAÑANA CUMPLE 70 AÑOS
El metódico De Niro
Es uno de los actores más famosos de su generación, admirado por el compromiso con sus personajes y la intensidad de sus interpretaciones.

Hoy, De Niro es, para el gran público, sinónimo de buena actuación. Foto: EFE
Juan Ignacio Novak
Dueño de un estilo de actuación particular, atravesado por las enseñanzas adquiridas con Lee Strasberg en el Actor’s Studio pero con un sello personal caracterizado por la entrega hacia sus personajes, Robert de Niro es uno de los actores norteamericanos más conocidos y aclamados de su generación. El artista, que mañana cumple 70 años, ostenta una prolífica carrera que le permite alcanzar, en su veteranía, el rango de mito.
Tras sus inicios en el cine, de la mano de Brian de Palma, tuvo su oportunidad en 1973 cuando Martin Scorsese lo convocó para el rol secundario de un pandillero en “Calles salvajes”, retrato de los bajos fondos de Nueva York y punto de partida para una serie de exitosas colaboraciones con el director. Antecedente que le permitió estar en la segunda parte de “El padrino”, donde encarnó con maestría a un joven Vito Corleone con ansias de poder.
Pero la consagración de Robert de Niro llegaría en 1976 con “Taxi Driver” donde desplegó uno de sus personajes más complejos: Travis Bickle, un insomne taxista neoyorkino asqueado de la sórdida violencia que ve en las calles. Allí demostró sus cualidades para interpretar personajes conflictuados y al límite, aspecto que llegaría a la proeza en “Toro salvaje”, donde se pone en la piel de Jake La Motta, boxeador caído en desgracia por sus celos y agresividad.
La dedicación hacia los personajes que realizó en esta época no solo surgió del talento, sino de su compromiso vital, que lo llevó a ponerle literalmente el cuerpo a sus actuaciones. Para “El padrino II” aprendió el siciliano; trabajó como taxista antes de rodar “Taxi Driver”; al sumarse al musical “New York, New York” estudió saxofón y ganó casi 30 kilos y aprendió a boxear para que su trabajo en “Toro salvaje” sea más realista.
Prestigio
Ya como uno de los rostros más conocidos de Hollywood, en los ‘80 dio sobradas muestras de que su método no estaba reñido con una excepcional versatilidad. En “El rey de la comedia”, interpretó a un cómico obsesionado con el éxito; en “Brazil” a un extraño guerrillero futurista; en “La misión” a un problemático traficante de esclavos devenido jesuita y a un desmesurado Al Capone en “Los intocables”.
Los ‘90 fueron más irregulares. Aunque intervino en “Buenos muchachos”, “Cabo de miedo” y “Fuego contra fuego” -donde mantuvo un duelo interpretativo con Al Pacino-, tuvo traspiés como “Llamaradas”, “Frankenstein” o “El fanático”. De todos modos, entre fines de esta década y principios de la siguiente mostró una faz cómica insospechada para su tradición de serio actor del método Stanislavsky. En “Analízame” logró una hilarante parodia de sus papeles de gángster y logra momentos antológicos con Billy Cristal y en “La familia de mi novia” hizo reír como el receloso suegro de Ben Stiller. En los años posteriores, participó en películas que quizás no estuvieron a la altura de su descomunal carrera, pero volvió a levantar vuelo con su interpretación en “El lado luminoso de la vida”, que le valió una nominación al Oscar.
A pesar de su edad, De Niro se mantiene en actividad y son varios los proyectos cinematográficos que verían la luz en los próximos meses y lo tienen como protagonista. Pero a pesar de esto, lo que queda claro al volver la vista hacia su vasta trayectoria, es que forma parte de ese puñado de actores que lograron instalarse en un lugar privilegiado de la historia grande del cine. A fuerza de talento, pero también de un metódico trabajo que le vale hoy un merecido reconocimiento.
El dato
Director
- Aunque la gran mayoría de su carrera fue como actor, De Niro también hizo sus experiencias en la dirección, con dos trabajos. El primero fue “Una luz en el infierno” (A bronx tale, 1993) donde se nota la influencia de Scorsese. La segunda fue “El buen pastor” (The good shepherd, 2006) centrado en los orígenes de la CIA.
2
premios Oscar
- ganó De Niro: uno al mejor secundario en “El Padrino II” y otro como protagonista por “Toro Salvaje”.