De la tilde y algo más

Letras del libro “La rebelión de los signos”, de Jean Costa y Daniel Raposo.
Enrique José Milani
Cuando pronunciamos las sílabas de una palabra, no lo hacemos con la misma fuerza o intensidad de voz para cada una. Pues bien, la fuerza que empleamos para la sílaba correspondiente, y que es mayor que la que gastamos en pronunciar otras, se denomina acento. Entonces, la mayor intensidad o fuerza con que pronunciamos determinada sílaba, recibe el nombre de acento prosódico. La sílaba que carga con esa intensidad se llama acentuada o tónica; la que no, átona o sin acento. Esto no siempre se marca en lo escrito con una rayita o tilde, que se denomina acento ortográfico. La acción de marcar determinada sílaba con dicha raya o tilde, se dice “tildar”, “atildar”, “atildamiento” o “atildadura”. Recordemos que “atildar” también significa figuradamente: componer, asear; “persona atildada” es la pulcra, elegante. En las voces lámpara, papá, señor, perejil, loa, sano, vivac, púgil, las sílabas tónicas son: lam, pá, ñor, jil, lo, sa, vac, pu. De acuerdo con el lugar en que cae la sílaba acentuada, las voces se clasifican en agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas. Y teniendo en cuenta ciertas normas, esa sílaba tónica se tilda (atilda) o no.
Pero,¡atención!: la “h” colocada entre vocales no impide que estas formen diptongo o triptongo: sahu-merio, rehu-sar, prohi-bir, tahu-rería, cohi-bición, prohi-bición, rehun-dido, sobrehi-lar, desahu-ciar, desahu-cio, ahi-lando, ahu-char, ¡ahijuna!
La combinación “ui”. Prestemos atención a esta combinación. Según la última edición de Nuevas normas de prosodía y ortografía: “la combinación ‘ui’ se considerará, para la práctica de la escritura, como diptongo en todos los casos”. Según esto, se escribirán sin tilde: construir, instruir, recluir, sustituir, huido, restituible, atribuible, etc. y voces como jesuita, altruita, beduino, casuista, etc., que se atildaban entes en la “i”, por pronunciaciones separadas de la “u”. Aun así, la misma Academia entiende que ese encuentro “ui”’ para la pronunciación, debe dividirse en dos sílabas: u-i-. El prestigioso lingüista y gramático Pbro. Rodolfo Ragucci aconseja que se continúe atildando la “i”, en pro de la pronunciación correcta, que, si no, se relajará inevitablemente y las dos sílabas se convertirán en una. Entiendo, pues, que corresponde tildarlas: construír, construído, construíble, jesuíta, altruísmo, etc.
¡Atención con las letras mayúsculas! Deben llevar la tilde que las reglas generales exijan, con el fin de que, sea al comienzo, en el medio o al final, aquella siempre aparezca cumpliendo su función, es decir, impedir la lectura equivocada o viciosa de cualquier vocablo. Por ejemplo: Ángeles, África, Ítaca, Úlster, ortografía, análisis químico, Milán, Nápoles, Dublín. Su omisión, especialmente en los diario y revistas, provoca pronunciaciones incorrectas, inclusive en personas de cierta cultura, de tal modo que se graban, se difunden y luego son difíciles de corregir. Asimismo, debe tenerse en cuenta, cuando son mayúsculas todas las letras de una palabra o de una frase entera, como en los títulos de obras, nombres de entidades y todos lo que deban escribirse totalmente con mayúsculas, que la tilde no debe omitirse por ningún motivo: geometría analítica, geografía astronómica, física y política, código de derecho canónigo, facultad de ingeniería química, gramática teórico-práctica.