De cara a las próximas elecciones
Merkel exige límites al espionaje de EE.UU.
La canciller alemana advirtió a Norteamérica que el trabajo de sus servicios secretos debe atenerse “en suelo alemán a la legislación alemana”.
Redacción de El Litoral
Agencias EFE/DPA
La canciller alemana, Angela Merkel, defraudó hoy a los periodistas reunidos en la tradicional rueda de prensa previa al verano al reconocer ser incapaz aún de contestar a las preguntas abiertas en torno al polémico programa de espionaje “Prism” de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
“Nuestros socios estadounidenses necesitan tiempo y prefiero esperar”, afirmó la mandataria alemana ante los más de 200 periodistas deseosos de conocer hasta qué punto Alemania conocía los métodos de los servicios secretos estadounidenses.
“Para mí es totalmente imposible presentar aquí un análisis del programa Prism. Los trabajos para esclarecer lo sucedido aún no han concluido”, declaró.
“Quien haya venido aquí con la esperanza de obtener una explicación de todo esto quedará defraudado. Seguimos trabajando por averiguar qué ha pasado y poder llegar a explicar todo”, dijo.
Jurisdicción alemana
El tema del supuesto espionaje masivo estadounidense destapado por el ex trabajador de la NSA Edward Snowden, que llegó a interceptar medio millón de comunicaciones al mes en suelo alemán, se ha convertido en el centro de atención a dos meses de las elecciones generales alemanas del próximo 22 de septiembre.
Consciente de la cercanía de la cita en las urnas y de la importancia de la privacidad para los alemanes, Merkel aseguró que velará porque todo el mundo, incluido Estados Unidos, se rija por el derecho alemán cuando actúe en el país.
“En suelo alemán hay que atenerse a las leyes alemanas”, indicó. “Aquí en Alemania y en Europa no rige la ley del más fuerte sino la fuerza del derecho”, agregó.
Como ya remarcó en pasadas entrevistas, Merkel volvió a recordar que la “confianza” es la base de una relación entre amigos y que “el fin no justifica los medios. No todo lo que se puede hacer técnicamente está permitido”.
Merkel se enfrentó de manera relajada durante casi dos horas a las preguntas de cerca de 250 periodistas sobre política interior y exterior en la Bundespressekonferenz, lugar habitual de las ruedas de prensa del gobierno alemán en la capital alemana.
Crisis europea
Sobre la crisis que vive Europa, Merkel afirmó ver “progresos” en los países en crisis de la Unión Europea y pintó un panorama esperanzador sobre la situación de la Eurozona, al mismo tiempo que alertó de los peligros de volver a hablar de una nueva quita para Grecia.
“El déficit en los países con problemas se ha reducido notablemente y la presión sobre los intereses de los bonos soberanos ha retrocedido de manera considerable”, afirmó.
Asimismo, la mandataria alemana volvió a reafirmar su apoyo al euro. “Mantener el euro estable seguirá siendo nuestro objetivo también en el futuro. A Alemania sólo le puede ir bien si al resto de Europa también le va bien”, indicó.
Respecto a Grecia, Merkel señaló que también empieza a haber avances en ese país, pero rechazó que se esté planteando conceder de nuevo una quita de su deuda y advirtió de los riesgos de volver a discutir sobre ello.
En medio de una crisis, que afecta de manera especial a los países del sur de Europa, la UE se encuentra inmersa desde hace tiempo en el intento de desarrollar una Unión Bancaria, cuyo principal punto es contar con un supervisor bancario común, que entrará en funcionamiento a partir de 2014 bajo la dirección del Banco Central Europeo.
En este punto, Merkel reconoció que tardó en darse cuenta de las dificultades financieras de los bancos europeos y que si alguien le hubiera preguntado hace cuatro años de la necesidad de contar con un supervisor bancario común habría respondido que no.
Con gran seguridad y sin atisbo de preocupación alguna, no dudó en alargar la rueda de prensa, en la que también hubo lugar para temas como la futura formación de gobierno tras las elecciones de septiembre o el golpe de Estado en Egipto. Merkel volvió a solicitar la puesta en libertad del ex presidente depuesto Mohamed Mursi.