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Parkinson: estudian método para

diagnosticarla con precisión

La Fundación Fleni comenzó una investigación que podría identificar con exactitud y de forma rápida la enfermedad de Parkinson. Será el primer centro argentino en emplear medicina nuclear para el diagnóstico de esta patología, que afecta a casi 80.000 personas en nuestro país.

TEXTOS. MARIANA RIVERA. FOTOS. GENTILEZA FUNDACION FLENI.

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La enfermedad comienza a aparecer a partir de los 40 años y su frecuencia se incrementa con el paso del tiempo.

 

Detectar a tiempo una enfermedad es la premisa fundamental para que podamos tratarla precozmente, de manera que no siga avanzando y curarnos. La ciencia y la medicina encaran investigaciones para conseguir ese objetivo y mejorar la calidad de vida de las personas. Pero ¿qué beneficios tendríamos si podemos adelantarnos en el tiempo y advertir la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas?

Desde hace ocho meses, la Fundación Fleni de nuestro país viene aplicando un protocolo de investigación -aprobado por Anmat- que podría diagnosticar la enfermedad de Parkinson con un 100% de efectividad. Podría detectarla entre 5 y 10 años antes de que se manifiesten sus síntomas clásicos, como temblor, lentitud y movimientos involuntarios, entre otros.

“El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que afecta aproximadamente al 2% de las personas mayores de 60 años, aunque puede aparecer a edades más tempranas. Esto quiere decir que va a progresar independientemente de lo que nosotros hagamos. Ese proceso de degeneración comienza mucho antes de que aparecen los síntomas. De ahí la importancia para identificarlo lo antes posible para poder aplicar terapias que eviten que la enfermedad progrese”, explicó a Nosotros el Dr. Marcelo Merello, director del Departamento de Neurociencias del Fleni y responsable principal de esa investigación.

Y remarcó: “Es tarde si uno intenta aplicar las terapias de neuroprotección para evitar que la enfermedad progrese cuando los síntomas clínicos ya aparecieron. Por eso, todos los estudios que se han hecho con ese objetivo han fallado. La mayor energía se ha puesto en diagnosticar la enfermedad antes de que los síntomas comiencen”.

En este punto, aclaró que “toda la gente identifica al Parkinson con síntomas motrices (pérdida de motricidad, temblor, dificultad para levantarse de una silla, lentitud, postura agachada, rigidez, dificultad para usar las manos en cosas simples como abrocharse los botones o usar los cubiertos) pero también produce síntomas en otros aspectos que no tienen que ver con la motricidad, sino con la memoria, el ánimo, el carácter, la sexualidad, la transpiración o el tubo digestivo. Muchas veces, estos últimos síntomas son de aparición mucho más temprana que los motores”.

Y continuó: “Al principio de la enfermedad es muy difícil hacer el diagnóstico al no estar los síntomas más clásicos y sólo aparecer otros muy confusos, lo que hace aún más que el diagnóstico llegue más tardío de lo que debe ser. Es muy importante desarrollar estos métodos que permitan un diagnóstico temprano, cuando los síntomas no son todavía claros, o que se puedan usar en las personas que tienen riesgo de tener esta enfermedad y todavía no tienen síntomas motores. Por eso se está trabajando con este protocolo”.

UN DIAGNÓSTICO PRECISO

En la actualidad, el diagnóstico de la enfermedad se obtiene durante la consulta clínica, es decir, a través de la detección de los tres síntomas característicos: rigidez, temblor y akinesia (lentitud en los movimientos voluntarios) y en la ausencia de síntomas atípicos. También se descartan otros posibles trastornos por medio de técnicas de imagen cerebral o de análisis de sangre, pero el diagnóstico clínico se utiliza hasta el momento porque no se han identificado marcadores biológicos del Parkinson, los que determinarían con exactitud la enfermedad. Esto es lo que pretende este proyecto de investigación encarado y financiado por Fleni.

El objetivo del estudio consiste en describir las características de enfermedades imitadoras del Parkinson para poder diferenciarlas, como el temblor común o el Parkinsonismo vascular. Esto se realiza a través de estudios de imágenes cerebrales con equipamiento de última generación (una cámara gamma) y mediante el uso de la mencionada droga diagnóstica. Los estudios se completan con el empleo de un dispositivo utilizado para detectar la pérdida de neuronas en un determinado lugar del cerebro, en particular las células que liberan dopamina, un químico cerebral que utilizan las neuronas para controlar los movimientos musculares.

“A través del uso de la sustancia Trodat y los dispositivos de imágenes cerebrales (Neurospect) se logrará identificar la enfermedad de Parkinson con precisión, lo cual es un gran avance en la medicina nuclear de nuestro país”, precisó el Dr. Merello.

Y agregó: “Se ha visto últimamente que aquellas personas que tienen pérdida del olfato (hiposmia), constipación importante y trastornos del sueño REM (un tipo de pesadillas especiales, durante la noche) son una población de riesgo porque tienen -en un futuro- mucha más chance de tener Parkinson que las personas que no los tienen. A ellos -al igual que a otro grupo de riesgo, como son las personas que tienen una historia de enfermedad de Parkinson familiar muy frecuente- se les podría hacer un seguimiento con este estudio para ver si en algún momento es anormal, mucho tiempo antes de que aparezcan los síntomas, y ahí intentar aplicar medidas de neuroprotección para que la enfermedad no progrese. Actualmente, esas medidas no son muchas porque no se tiene un acceso general a esta población de enfermos pero hay ciertos neurotransmisores, sustancias (como la coenzima Q10), drogas (como la rasagilina) o antibióticos que son neuroprotectores y se podrían utilizar”.

Por último, el profesional acotó que “la investigación comenzó hace aproximadamente 8 meses y demandará un año más. Hasta el momento se vio que el estudio tiene la sensibilidad y la especificidad necesitada, pero -una vez terminado- Anmat debe aprobar su utilización en la Argentina. Una vez que esto sea así, obviamente que el estudio se va a diseminar y diferentes centros podrán hacerlo. Hay muchísimos hospitales que tienen cámara gamma y con cualquier equipo de estos se puede hacer este estudio”.



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