nueva estación en malargüe
Llegan señales desde Marte
La antena de la Agencia Espacial Europea permite el seguimiento de sus misiones y el estudio del espacio profundo. Científicos argentinos podrán usar las instalaciones para proyectos propios.
Télam
La Agencia Espacial Europea puso ayer en funcionamiento en Malargüe (Mendoza) una “antena para el estudio del espacio profundo (DSA, por sus siglas en inglés)” que formará parte de las misiones ultraterrestres de esa agencia del viejo continente, y que permitirá que científicos argentinos utilicen 10 % de la capacidad instalada para estudios del espacio profundo.
La habilitación se produjo ayer en una ceremonia presidida por teleconferencia por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y con la presencia de Julio de Vido, ministro de planificación federal, en las instalaciones. Asistieron además el doctor Thomas Reiter, director de Vuelos Tripulados y Operaciones de la ESA, y Conrado Varotto, director Técnico y ejecutivo de la Conae (Comisión Nacional de Actividades espaciales).
El acuerdo para la construcción y explotación de la estación fue firmado en noviembre de 2009 y tiene 50 años de plazo. La Argentina ofreció el emplazamiento ubicado 30 kilómetros al sur de Malargüe, un sitio elegido por los europeos después de 2 años de analizar 15 emplazamientos posibles en distintos puntos de Latinoamérica.
El observatorio Pierre Auger que ya funciona ese lugar de Mendoza ofreció las mejores condiciones según la evaluación de la Agencia Espacial Europea, que incluyó la estabilidad geológica y la “limpieza” del espacio radioeléctrico.
Por la Argentina, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) llevó adelante el acuerdo marco de cooperación; ese organismo argentino administrará el acceso de los científicos de nuestro país al uso de la nueva antena para la realización de estudios propios.
una de tres en el mundo
La denominada DSA 3 Malargüe se une a dos antenas ya establecidas en New Norcia (Australia) y Cebreros (España), finalizadas en 2002 y 2005, respectivamente. Con la nueva planta, se completa la cobertura circunferencial para sondas de estudio del espacio lejano, que operan más allá de los 2 millones de kilómetros de la Tierra, en donde “las comunicaciones requieren de actividades de apuntamiento mecánico y calibración de gran exactitud”, detalla un informe técnico de la ESA.
La parabólica recibió sus primeras señales de prueba el 14 de junio pasado, cuando la sonda Mars Express transmitió datos desde Marte. La construcción de la antena y el equipamiento relacionado fue contratada con SED Systems (Canadá) y Vertex Anennetechnik (Alemania).
Según detalló la Agencia Espacial Europea, con el nuevo anillo de estaciones “la ESA se independizó de la Red de Espacio Profundo (Deep Space Network) de la Nasa para el control de sus misiones de estudio del espacio profundo”. Sin embargo, ambas agencias se comprometieron a realizar de manera conjunta el seguimiento de satélites.

La parabólica pesa 60 t; tiene 35 metros de diámetro y 45 de alto. Seguirá las misiones espaciales Mars Express o Venus Express junto a dos antenas más en Australia y España. Foto: walter samchuk
45
millones de euros
invirtió la Agencia Espacial Europea en la construcción de la nueva antena, tarea iniciada en 2010.
Rayos cósmicos
La nueva antena espacial será vecina del observatorio Pierre Auger que estudia la “lluvia de rayos cósmicos ultraenergéticos” y las cascadas de moléculas que producen cuando chocan con la atmósfera superior. Busca determinar la energía, dirección de llegada y naturaleza de esos rayos. La instalación se habilitó en 2009 tras una inversión de 53 millones de dólares; del proyecto internacional en el que la Argentina es protagonista, participan la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos y la Unesco, entre otros grandes actores.
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