Tensión en la Costanera
Un empleado de Naranpol se
ató a los tensores del Colgante

Al límite. Leandro vive con su familia en el barrio Liceo Norte y es empleado de la planta hace 12 años. Esta mañana tomó una decisión que tuvo en vilo a su familia y compañeros. Foto: Mauricio Garín
Se trata de Leandro Gasman, un empleado de 36 años que está desesperado porque no se resuelve su situación judicial y la de sus compañeros.
De la Redacción de El Litoral
A las 11.25, Leandro Gasman (36 años) apoyó de nuevo sus pies sobre el asfalto del Puente Colgante y se fundió en un abrazo con su esposa, Mariana Román. El hombre, un empleado de la fábrica Naranpol, se ató con un arnés a los tensores de la primera columna más alta del enlace ícono de la ciudad para reclamar por su situación laboral y la de sus compañeros, que ya lleva más de un año y medio sin resolverse.
En una postura muy poco cómoda, Gasman pedía a los gritos una reunión con un juez y un representante de la empresa para deponer su actitud. Mientras tanto abajo el Jefe de Orden Público, Sergio Lacuadra gestionaba la reunión con funcionarios del Poder Judicial, una respuesta que llegó cuatro horas después de que el hombre subió.
Completamente enajenado, Gasman comenzó con la protesta ayer, cuando junto a uno de sus tres hijos se sentó sobre la avenida General López frente al edificio de Tribunales. Pero aseguró que la actitud de uno de los jueces que intervinieron en las causas que se abrieron por el conflicto comercial y laboral de la empresa, puntualmente el Dr. Gustavo Ríos, le habría hecho perder la razón, y decidió subirse al Colgante.
Por eso esta mañana, antes de encontrarse con otros compañeros con los que hoy reparte una guía comercial para sobrevivir concurrió al puente y subió a uno de los lugares de más difícil acceso.
“Nos sorprendió porque los estabamos esperando para empezar la recorrida y como no llegaba, llamamos a otro compañero y ahí nos enteramos de que estaba acá”, contó Roberto Julier. Con la cara transfigurada por la preocupación que le causaba ver a su amigo a tanta altura e inseguro, Julier pidió que lo entiendan y escuchen. “Hay que ponerse en nuestra piel, hace más de un año que no cobramos un peso”, reflexionó.
Al pie de la antena se convocó a personal de la Policía, Bomberos Zapadores, Prefectura, personal del 107 y la prensa. Arriba se quedó conteniendo a Gasman el jefe de Inspección de la primera zona, Julio Tarragona, y un bombero.
Fue su compañero Cristian Farieri quien convenció a Gasman de bajar, luego de que Lacuadra le confirme que iba a ser recibido por la jueza Nora Echarte.
Según pudo saber El Litoral, la magistrada se comprometió, en la reunión, a acelerar los trámites para que se resuelva qué juez deberá hacerse cargo de la causa.