David Pujol es estudiante avanzado de Ingeniería en Sistemas
Un “hijo” de la crisis española
amplía sus estudios en la UTN
Proviene de la prestigiosa UPC de Barcelona. Llegó a la Tecnológica local para hacer prácticas en robótica. Cuenta la dramática situación de los jóvenes universitarios en España. Y el éxodo de los recién graduados que no encuentran trabajo.
Luciano Andreychuk
David Pujol sonríe cuando le dicen que tiene apellido de futbolista. Pero cuando lo consultan sobre la crisis en España, de inmediato frunce el entrecejo y hace una mueca de tristeza. Está a punto de recibirse de ingeniero en Sistemas (sólo le queda la tesis final) y es demasiado joven (tiene apenas 23 años) para padecer las secuelas de un país que se arrastra en una de las peores debacles socio-económicas de su historia reciente. En busca de una oportunidad que enriquezca su formación profesional, llegó a la UTN local para hacer prácticas en robótica. Obtuvo una beca, dejó por unos meses su Barcelona natal y se vino a la ciudad de los ríos, la cerveza y los mosquitos.
Habla casi con la misma nostalgia de aquellos que dejaban la Argentina en 2001, expulsados por la crisis, el corralito, las cacerolas y la falta de trabajo. “Lo que les pasó a vosotros en aquel entonces y lo que nos pasa a nosotros hoy fueron circunstancias distintas, pero hay algunos puntos en común”, opina. Se lamenta al describir cómo es la situación hoy en España de los alumnos universitarios avanzados en sus carreras, que avizoran un horizonte negro para sus expectativas de desarrollo profesional. Y el desgarrador éxodo hacia otros países de muchos profesionales recientemente graduados sin oportunidades laborales.
David estudia en la reconocida Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) que está en la ciudad de Mataró, a unos 30 kilómetros de Barcelona. El joven ya terminó su cursado; llegó en julio a Santa Fe para hacer un trabajo de prácticas en el Centro de Investigación y Desarrollo de Ingeniería en Sistemas de Información (Cidisi) de la UTN local. Ya le queda poco de estadía en la ciudad: en un par de semanas deberá retornar a su país para terminar la tesis y recibirse. “Si no estuviera obligado a volver, no me importaría quedarme un tiempo más aquí”, se confiesa.
Vino con un objetivo: ampliar sus conocimientos prácticos en robótica. Para eso, en el grupo de investigación trabaja en aplicaciones informáticas con un robot Lego: “Estamos estudiando aplicaciones robóticas domésticas. Por ejemplo, desarrollamos la posibilidad de programar este robot pensando en una aspiradora automática, que pueda aspirar toda una casa mediante sensores de distancia y de movimiento incorporados. Lo que buscamos es que el usuario pueda darle órdenes a la aspiradora a través de su propio teléfono celular, desde el lugar donde esté”, precisa.
En España, hay ingenierías técnicas que duran tres años, e ingenierías superiores de 5 años (aquí las ingenierías duran más de 5 años de cursado). “Ahora, se están haciendo ciclos de grados en cada especialidad, con 4 períodos de cursado y un año más de especialización. En mi país, se demandan ingenieros, pero no tanto como acá. Y los que se contratan tampoco están tan bien pagados como en otros países”, dice el joven.
La crisis y los jóvenes
“En mi país, por la crisis hoy las empresas buscan estudiantes avanzados con experiencia. Los contratan y se dedican a entrenarlos. Esa capacitación o entrenamiento ‘se descuenta’ en el sueldo de los contratados, porque los empresarios consideran que como los están formando no les deben pagar. Se aprovechan de esta situación”, relata crudamente el joven español. “Una vez concluido el entrenamiento, los jóvenes contratados no siempre quedan asegurados en sus puestos”.
La situación de precariedad laboral de los jóvenes recién graduados también es dramática. “Hay muchos ingenieros o abogados recién recibidos que trabajan como mozos en restaurantes, o manejan taxis para poder subsistir. Otros estudian inglés, alemán o francés para irse a vivir a otros países”, se lamenta. “Otra cosa que se hace es buscar ingenieros por proyectos a término. Cuando el proyecto termina, o se suspende ese puesto o buscan a otro. Se flexibiliza el trabajo”.
“Los santafesinos me han tratado muy bien, aquí en la facultad y en otros lugares que he frecuentado. Quizás tendré que regresar, para buscar trabajo o para pasear o para lo que sea -sonríe-. La verdad que me gustaría volver a Santa Fe”, dice el joven español.
Robots en Santa Fe
Sobre el novedoso desarrollo en robótica del Cidisi, El Litoral publicó un informe el 13 de noviembre del año pasado, que se puede consultar en las ediciones anteriores ingresando www.ellitoral.com.
/// EL DATO

Uno de los robots Lego utilizados para prácticas en la UTN. Foto: Archivo El Litoral / Mauricio Garín

“Hoy, en España, hay muchos ingenieros o abogados recién recibidos que trabajan como mozos o manejan taxis para poder subsistir”, relata David. Ahora, debe volver para poder recibirse. Foto: Amancio Alem