Edición del Lunes 18 de junio de 2012

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Dalmaroni en Loa - Edición Impresa - Escenarios & Sociedad Escenarios & Sociedad

“El secuestro de Isabelita”

Dalmaroni en Loa

La propuesta tuvo excelentes críticas tras su estreno en Rosario.

El equipo actoral en una secuencia del montaje dirigido por el mismo autor, Daniel Dalmaroni. Foto: Gentileza producción

La propuesta tuvo excelentes críticas tras su estreno en Rosario.

 

De la redacción de El Litoral

Una propuesta más que interesante trae la gente de Loa Espacio Proarte AGM para mañana a las 21.30, en su sala de 25 de Mayo 1867. En primer lugar, porque los espectadores podrán ver teatro un martes, víspera de feriado. Después, porque la obra para disfrutar es “El secuestro de Isabelita”, de Daniel Dalmaroni, el mismo autor de la espléndida “Una tragedia argentina” que hace poco tiempo dirigió con sabiduría escénica Lito Senkman junto a la Comedia de la UNL.

El espectáculo está dirigido por el mismo Dalmaroni, con coordinación general de Walter Operto y asistencia de Federico Fernández Moreno. Actúan en el elenco Angie Ambrogi, Roberto Malaguarnera, Juan Onetto, Anabella Agostini, Romina Zencich, Alesandra Roczniak, Lisandro Quinteros y Juan José González.

Se cuenta cómo, en 1976, un grupo de jóvenes militantes peronistas, echados de la agrupación Montoneros por excesivamente militaristas, deciden secuestrar a Isabel Perón. Distintos errores y circunstancias hacen que su plan se vea complicado.

Bajo el título “Filoso revisionismo del pasado reciente”, Miguel Passarini sostuvo que los cuerpos narran, lo atroz de la historia reciente de todos los argentinos está en los cuerpos. Los cuerpos jóvenes se apropian de la historia, apelan a la memoria, a lo retentivo, a lo visto, oído, narrado. Un aguantadero, quizás un sótano; ellos están allí, son un grupo de Montoneros escindidos por “fierreros”, acaso la primera ironía de una obra teatral que discurre con notable fluidez sobre lo que es ironizar sobre un tema (una parte de la historia) que parecía “intocable”, un detalle no menor que provoca la complicidad inmediata con el público.

El prolífico dramaturgo, director y docente platense Daniel Dalmaroni, conocido en todo el país (también en el exterior) por la muy representada “Una tragedia argentina”, abreva en “El secuestro de Isabelita”, obra que escribió y dirigió en Buenos Aires y que ahora montó con un elenco rosarino, en los entretelones de la antesala del golpe militar del 1976.

Humor filoso

Apelando a un humor filoso -continúa Passarini-, concreto, y al mismo tiempo sumamente inteligente, algo que además caracteriza toda su obra (donde priman la crueldad y el humor negro en cuotas iguales), Dalmaroni, aquí con la colaboración del director Walter Operto y de todo su equipo de La Nave, construye un entramado que va desde el disparate al sentido común, tomando como ejes del relato hechos o circunstancias reales en un contexto dramático imaginado.

No es Isabel Perón la secuestrada del título, se trata de Isabel Pavón, una asistente (personal de maestranza) de la polémica mujer del general, por entonces presidenta de la Nación. Es el verano del ‘76, y es a esta mujer, en una triste confusión que tendrá su costo, a la que un grupo de ex Montoneros se llevan de la Quinta de Olivos mientras ésta ordena una habitación y asegura no ser Isabelita. De todos modos, ellos están convencidos de que es la presidenta y de que a partir del suceso esa célula tomará el protagonismo buscado, en el contexto de un momento histórico en el que la Triple A hacía estragos, y la ferocidad de la dictadura por venir mostraba sus primeros zarpazos.

Si bien la puesta busca reflexionar desde el humor (vaya desafío) sobre las contradicciones de la militancia en los años ‘70, se complejiza (para bien) en un devenir en el que intervienen cuestiones ligadas con aquel momento del peronismo (el de derecha enfrentado al de izquierda), apelando a un ejercicio de memoria en el que se pone en jaque lo ocurrido con el tamiz que implica el paso del tiempo.

Así, el director juega a poner en esos relatos (parlamentos) momentos de la historia que vendrían después como la no sucesión de Perón y la aparición de supuestos hijos, el destino desconocido de sus manos (su tumba fue profanada en 1987), y hasta una hipótesis diferente acerca de su muerte.



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Lunes 18 de junio de 2012
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