Está procesado
Mató a su cuñado de un tiro en la cabeza
La Justicia confirmó la prisión preventiva para Luis Alberto Cantero, que el 7 de enero acribilló al concubino de su hermana en una casa de barrio Pompeya.

Un mes antes y a tres cuadras del lugar, un joven de 22 años murió de un disparo producto de una balacera.
Foto: Archivo El Litoral
De la Redacción de El Litoral
El juez de Instrucción Segunda, Nicolás Falkenberg, procesó a Luis Alberto Cantero por el crimen de su cuñado Antonio José Ramos, acontecido el 7 de enero por la madrugada, en una casa de calle Azcuénaga al 3300, en el barrio Pompeya.
La medida judicial tiene como correlato una pelea familiar, que terminó con un certero disparo a la cabeza de Ramos, que entonces contaba 36 años.
Testigos presenciales de la violenta escena fueron la mujer, dos pequeños hijos y un sobrino de la víctima. Mirta, la concubina de Tony Ramos, no dudó al acusar a su hermano Luis como el autor del crimen. La mujer contó que Cantero había intervenido en una discusión de pareja, y que lo ejecutó a sangre fría, a corta distancia y sin forcejear.
En el mismo sentido declaró un sobrino de 18 años, que incluso en un momento intentó calmar los ánimos invitando a su tío Luis a tomar un porrón en la vereda.
Pero la escalada de violencia fue tal que no permitió que ninguno de los presentes reaccionara a tiempo. Para la Justicia, está acreditado que Cantero quiso mediar en la pelea de su hermana y Ramos, pero la respuesta de este último no hizo más que enfurecerlo. Entonces el hombre de 33 años cruzó la calle hasta su casa, buscó el arma y regresó para ejecutar a su cuñado delante de la familia.
No quiso matarlo
En su descargo diría que estaba en su casa cuando comenzó a escuchar los gritos de su hermana proveniente de la vereda de enfrente. Entonces corrió en su ayuda y al llegar se encontró con Tony, que la tenía del cuello y que su sobrino sangraba por un golpe en la boca.
Desenfundó el arma y le apuntó a la cabeza con un calibre 22, pero a diferencia de lo que contaron los presentes, Cantero asegura que se le escapó el disparo.
La viuda reconoció que su pareja había llegado borracho, alrededor de la una de la madrugada. También aceptó que hubo una fuerte discusión en la que Ramos le dijo “cosas feas” y la insultó. Ella intentaba calmarlo por todos los medios, pero no hubo caso, y en esa situación se produjo el ataque.
Veloz captura
Después de matar, Cantero regresó a su casa, se descartó del arma y montó una Zanella 70 c.c. azul sin rumbo fijo. A las pocas cuadras, cuando todavía circulaba por el barrio, una patrulla del Comando Radioléctrico lo interceptó porque tenía sangre en el rostro y estaba golpeado.
El mismo Cantero les indicó el lugar del que venía y no opuso resistencia ante la orden de arresto.
Finalmente, el juez Nicolás Falkenberg lo procesó por el delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego” y confirmó la prisión preventiva solicitada por el fiscal de turno.
A tres cuadras
Apenas un mes antes del homicidio de Antonio Ramos, otro hecho sumamente violento se llevó la vida de un muchacho de 22 años, que fue baleado el 8 de diciembre a tres cuadras del lugar. El caso más reciente se produjo en una casa de calle Azcuénaga al 3300, a dos cuadras de Facundo Zuviría; mientras que el anterior ocurrió en Azcuénaga al 3600, esquina San Juan.
Aquella vez la víctima de barrio Pompeya fue Rubén González (22), que recibió un disparo en el pecho por la mañana, en lo que los vecinos reconocen como “una guerra de familias” en la que los tiros son moneda corriente.