al margen de la crónica

El estacionamiento del amor

Cualquiera que haya visitado Italia, o que al menos haya leído algo sobre la idiosincrasia de los italianos, sabrá que no sólo son famosos por su buen comer, sino también por su completa falta de inhibición a la hora de demostrar sus emociones en público.

Todo parece ser en alto volumen en las calles italianas: los insultos, las risas y también el amor. Y es precisamente esta libertad de expresarse en cuanto a lo amoroso la que, en los últimos días, ha desatado una verdadera polémica.

El distrito de Barra, al este de Nápoles, ha oficializado el sexo en el automóvil tras aprobar un plan para crear estacionamientos en los que se pueda hacer el amor de forma segura y que se llamarán “Love Parking”.

“Los fines de semana se ve a los jóvenes haciendo el amor en las motos y en los coches estacionados en las calles, tapándose con periódicos, inmersos en la degradación, sin iluminación, en los barrios más pobres y con peligrosidad objetiva de actos de violencia”, sostuvo Anna Cozzino, presidenta de Barra.

Según Cozzino, en una ciudad como Nápoles, en la cual la criminalidad organizada tiene su base, y la delincuencia alcanza una de las cotas más altas del país, los jóvenes que quieren dar rienda suelta a sus pasiones en los coches “se arriesgan a robos, lesiones, violaciones e incluso a la muerte”.

Sobre esa base, surgió la idea del “Love Parking”, un sitio vigilado en donde las parejas podrán disfrutar de intimidad al estar separados de los otros vehículos por paneles divisorios.

El proyecto también busca asegurar la educación sexual y una reflexión pública sobre la situación de los jóvenes, además de la de concienciar sobre el sexo seguro y prevenir embarazos con la distribución de preservativos para evitar embarazos no deseados o transmisiones de enfermedades venéreas.

Sin embargo, la iniciativa ha derivado en una polémica y un profundo debate entre el oficialismo y la oposición. Desde esta última, se sostiene que el proyecto incita a una conducta lesiva al pudor de la ciudad, ya que el sexo en la vía pública es ilegal, y no se ocupa de los problemas reales de Nápoles

De hecho, la población del distrito también se encuentra dividida frente a la idea de estos estacionamientos para el amor. Para algunos, la iniciativa podría ayudar a educar en lo sexual a los jóvenes, además de brindarles un espacio seguro para sus encuentros. Pero para otro sector, gastar dinero en estas cosas, sería una bofetada para los que viven en los barrios pobres que se inundan cada vez que llueve, para los que no tienen un trabajo y no saben cómo llegar a fin de mes.

Veremos en los próximos días qué resulta vencedor en las tierras italianas: si el pudor o el amor en público. Por lo pronto cabe hacerle una pregunta: ¿se imagina un “Love Parking” en plena costanera santafesina?