Edición del Viernes 17 de febrero de 2012

Edición completa del día

“Santa Fe: memoria y decires” - Edición Impresa - Escenarios & Sociedad Escenarios & Sociedad

Artes Visuales

“Santa Fe: memoria y decires”

missing image file

“Mi ciudad”, de Oscar Esteban Luna. Foto: Archivo El Litoral

Por Domingo Sahda

En fecha reciente, el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas -peatonal San Martín 2068, ciudad de Santa Fe- dio comienzo a la temporada anual 2012 de actividades culturales propias del organismo con la apertura de una exposición que lleva por título: “Santa Fe, memoria y decires - Muestra patrimonial” en la cual ofició con el rango de curadora la Prof. Raquel Garigliano.

La profesora Garigliano apeló, como encuadre conceptual genérico, y según consta en el impreso de mano, a una cita del escritor italiano Ítalo Calvino (“Las ciudades invisibles”) en la que hace decir a su personaje Kublai Kan: “...¡Entonces es de veras un viaje en la memoria, el tuyo!”. El periplo de la muestra gira en torno, precisamente a un viaje imaginario en el que se enlazan imágenes visuales y textos poéticos pertinentes.

La colección de arte visual a la vista, en rigor de verdad, responde a medias al concepto de exhibición del patrimonio. Esto sólo es una parte, la más significativa por cierto, pero una parte al fin. La disociación conceptual se hace evidente cuando la responsable de la muestra incorpora piezas no específicamente patrimoniales, sino obras que corresponden a colecciones privadas y públicas que no forman parte, por su misma procedencia, al concepto que se señala como subtítulo en el catálogo de mano de la muestra. No se trata aquí del análisis cualitativo de las precitadas obras sino su procedencia.

Itinerario visual y poético

Garigliano construye un itinerario visual y poético poniendo énfasis en el concepto del paisaje urbano como esencial constitutivo de la memoria, con algunas licencias morfológicas en el plano y en el espacio un tanto excéntricas, siendo sí pertinentes las obras escultóricas que se exhiben en un espacio recuperado.

El concepto de exhibir periódicamente, quizás el de tener un espacio exclusivo para mostrar permanentemente el patrimonio cultural que atesora el Museo -y por esencia pertenece como bien cultural a la ciudad de Santa Fe-, siendo el Municipio, a través de organismos específicos el responsable de protegerlas y mostrarlas en tanto se las considera como la memoria creativa que se resguarda para el presente y para el futuro es, sin dudas, un acierto en la política cultural. Nuestro Museo -me refiero tanto al Municipal como al Provincial- nunca terminaron por definir sus roles específicos. A falta de un mercado de arte y sus correspondientes galerías, que tímidamente comienzan a llenar un espacio vacío por décadas, los organismos públicos han operado alternativamente como museo y/o galería. Definir esta cuestión ya resulta de imperio, determinando inteligentemente ambos roles en un mismo espacio edilicio. Lugar hay. Sólo resta elaborar planificaciones respectivas y generar el movimiento de gentes a las cuales mostrar aquello que forma parte de la herencia cultural nuestra.

Así las cosas, en este interesante recorrido que como ya se ha dicho enlaza lo patrimonial con lo privado, la profesora Garigliano convoca a la memoria afectiva, a la ensoñación frente a espacios, rincones y situaciones cristalizadas en imágenes cargadas de sentido y referencias. De las pinturas, dibujos y grabados expuestos se desprende la idea de atemporalidad, de soledad y ausencias, de tráfago humano que se sitúa en un plano aleatorio. El muro en el cual se exhiben xilografías resulta ser un acierto pleno en el recorrido. En ellos y con ellos, se rescata la calidad de estampa de la xilografía, quehacer creador que prestigió a la ciudad de Santa Fe otrora. El aura fantasmal de una ciudad ensimismada en el silencio, en la luz restallante, en los espacios infinitos en los cuales la condición humana sólo aparece como acento circunstancial se hace presente en esta muestra. No sería desatinado, además, completar el proyecto con la estampación a gran tamaño y en una cartela mural los conceptos vertidos en el catálogo de mano. Seguramente, de este modo, se completaría el periplo que la curadora sugiere habida cuenta de que un texto de lectura pública anexo a las obras expuestas resolvería la reticencia en la entrega de catálogos de mano, que siempre resultan onerosos e insuficientes en número. Digo, es un decir.

missing image file

El público asistente al acto inaugural se interesó por las obras expuestas. Foto: Guillermo Di Salvatore

 


Imprimir:
Imprimir
Viernes 17 de febrero de 2012
tapa
Necrológicas Anteriores