llegan cartas
El peligro
Alejandro Reiner
DNI: 93.495.091.
Señores directores: Siempre he tenido la necesidad de expresar públicamente mi opinión sobre temas que, a mi modesto entender, atentan a las libertades otorgadas por nuestra Carta Magna. “Yo, pueblo”, hago uso del privilegio que la Constitución me confiere.
En muy poco tiempo, el país se ha convulsionado por una serie de hechos que en realidad me procupan enormemente. Dejo en claro que soy un simple ciudadano, que usa un periódico para hacer oír su disgusto y disconformidad por sucesos acontecidos.
Hoy, debo confesar públicamente que a raíz de la ley contra el terrorismo tengo miedo de ejercer mi derecho de expresar mi desacuerdo con un político o con el gobierno. Esa ley, como cualquier otra, puede ser manipulada y ser utilizada para lograr otros fines.
¡Yo pienso distinto! Deseo expresarme con total libertad ¿soy terrorista?
Así como el éxito y las adulaciones embriagan, el poder transforma y convierte a las personas en omnipotentes. Sigo agradeciendo a Dios que vivimos en democracia, pero cuando salen leyes que de alguna forma limitan o atentan a la libertad de expresión, es preocupante.
Existen leyes, tribunales, una Corte Suprema para poder dirimir cualquier diferencia por más grave que sea y el fallo, sea cual fuere, deberá ser aceptado. Eso es vivir en democracia.
Dictar leyes para lograr determinados objetivos deja de serlo para transformarse en autoritarismo, ese proceder es bochornoso. Puedo continuar pero ahora tengo miedo de expresar mi desacuerdo al dictado de leyes que coartan la libertad de la palabra.