Día de la industria
Brasil se desacelera y crecen sus exportaciones hacia la Argentina
La devaluación de la moneda del mayor socio del Mercosur y la creciente importación desde el vecino país fueron la contracara en las celebraciones industriales. Los desafíos de la economía global en crisis.
De la redacción de El Litoral
La economía brasileña creció un 3,6 por ciento en el primer semestre en comparación con el mismo período de 2010, lo que confirmó el proceso de desaceleración de su economía si se lo compara con el 9,2 % de evolución en el mismo período del año pasado respecto de 2009.
Ese dato, el creciente déficit en la relación bilateral con la Argentina y la inminente devaluación del Real son escenarios significativos de este lado de la frontera. El déficit comercial con Brasil creció un 95 % interanual en lo que va del año.
La compras desde la Argentina al vecino país sumaron 27, 8 % más en agosto y las ventas desde aquí al principal socio del Mercosur sólo evolucionaron 11,6 %; el saldo negativo fue de U$S 776 millones en la balanza desde este lado de la frontera común, en sólo un mes según los cálculos de la consultora Abeceb.com. El déficit comercial acumula en el año U$S 3.727 millones.
Siempre en el marco de la relación bilateral. las exportaciones crecen en el año 18,4%, mientras que las importaciones lo hacen al 31,5%. En los primeros ocho meses de 2011, las compras de ese origen sumaron U$S 14.681 millones y las ventas U$S 10.954 millones. En los primeros ocho meses de 2011, las compras a Brasil acumularon U$S 14.681 millones y las ventas U$S 10.954 millones.
La tendencia preocupa a los industriales argentinos que ayer celebraron el modelo en el marco de la celebración con la presidenta, pero no ocultaron la preocupación en las charlas de las mesas servidas en Tecnópolis.
Freno
Tras haber alcanzado una expansión del 7,5 % en 2010, el crecimiento del Producto Bruto Interno de Brasil pisó el freno en este primer semestre del año. La desaceleración se notó principalmente en el segundo trimestre, cuando la economía sólo creció un 0,8 % frente al primer trimestre y un % en la comparación con el mismo período de 2010, según los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (Ibge).
En los últimos días el gobierno de Dilma Rousseff dispuso un ahorro adicional en sus cuentas fiscales de U$S 6 mil millones, bajó la pauta de crecimiento al 5,5 % y cortó cinco subas consecutivas de la tasa, para retroceder 50 puntos básicos hasta el 12 % anual.
Brasil busca mejorar su balance fiscal y relajar sus condiciones de mercado interno, pero al mismo tiempo, con menos venta a compradores “enfriados” como los Estados Unidos, tiene un excedente que empieza a presionar en la búsqueda de otros mercados, dato que no es menor en la relación bilateral con la Argentina.

Dilma y Cristina, entre la Unasur y las mutuas Licencias No Automáticas. foto: Archivo El Litoral
Hay menos reservas y sube el dólar
El Banco Central de la República Argentina dejó caer sus reservas por debajo de los U$S 50 mil millones. En sus intervenciones al mercado para impedir que el precio del dólar crezca y se incremente la inflación interna, perdió unos U$S 2.166 millones en lo que va del año.
Pero en el marco de la fuga de capitales propia del proceso preelectoral y acelerada por la crisis internacional que promueve mayor “dolarización” de ahorros, ayer la autoridad monetaria no pudo evitar que persista la escalada “de a un centavo” del tipo de cambio.
Desde principios de agosto, en la city porteña, el tipo de cambio se incrementó en 6 centavos y hoy apuntaba a dar otro paso más. Pero esta vez el “modelo” afronta una paradoja, ya que si no deja escalar la moneda norteamericana -para depreciar el peso nacional- podrá agravar las condiciones monetarias para el comercio exterior.
La “devaluación” es una demanda de los industriales que temen la invasión de importaciones desde Brasil, pero que además padecen falta de competitividad porque deben exportar con tipo de cambio quieto pero con costos internos que padecen inflación. Eso -explican- es perder competitividad porque supone salir a los mercados internacionales con mayores costos.
Pero por otro lado, el dólar más caro es pérdida de capacidad adquisitiva del salario, más inflación y consecuentemente menos consumo o más presión de las paritarias. Son las tensiones que deberá resolver el futuro ministro de Economía, mientras el actual prefiere menos la gestión de su cartera que la promoción de su candidatura a vicepresidente.
La recaudación fiscal creció 35,4 %
La recaudación tributaria de agosto fue de 46.777 millones de pesos, lo que representa un incremento del 35,4 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado.
Así lo adelantó anoche la presidenta Cristina Fernández al disertar en la cena del Día de la Industria en Tecnópolis, en un adelanto de la información que iba a ampliarse éste mediodía. Con el resultado alcanzado en agosto, la recaudación acumulada en los primeros ocho meses del año llegó a los 348.660 millones de pesos, un 32,3 por ciento más que los 263.611,3 millones conseguidos en el mismo lapso de 2010.
“Sé que hablar de la Afip no es muy simpático para ustedes”, acotó con ironía la presidenta al dar a conocer la recaudación de agosto ante un auditorio integrado por cerca de dos mil industriales de todo el país.
Al respecto, indicó que la evolución de lo recaudado en IVA fue del 43 por ciento, en tanto crecieron un 34 por ciento los ingresos por el impuesto a las Ganancias en relación con los niveles de agosto de 2010.
Para este año, el gobierno prevé alcanzar una recaudación impositiva de 492.178,6 millones de pesos (116.354,2 millones de dólares).
Problema real
La moneda brasileña se depreció ayer 1,5 %, a 1,61 unidades por dólar, como consecuencia de la decisión del Banco Central del vecino país de reducir en medio punto porcentual la tasa de interés que se toma como referencia en la plaza financiera paulista. El escalón del real es mayor que la baja del dólar respecto de la moneda norteamericana; pero aun así, el tipo de cambio favorece a la Argentina y el intercambio comercial es mejor para Brasil, lo que evidencia que el problema no es sólo la cotización monetaria.