Club Náutico El Quillá
Pujante ante las adversidades
Una entidad que se repuso de varias crisis económicas e institucionales festejó un nuevo aniversario. Una rica historia deportiva, que cumplió 73 años de vida.

Su segunda casa. Enrique Serrao muestra con orgullo y habla muy bien de su querido Náutico El Quillá. Foto: Flavio Raina
Redacción de El Litoral
Su presidente, Enrique Serrao, recibió a El Litoral en la sede del club y nos hizo un resumen de la actualidad institucional, pero también de su rica historia.
—¿Cómo los encuentra este nuevo aniversario?
—Estamos en una situación que no es la ideal de la institución por un montón de factores pero estamos tratando con la nueva comisión directiva (está hace un poco más de un año) de remontarla, para poner al club de nuevo en las condiciones que lo teníamos no hace más de 5 años atrás, cuando éramos partícipes de un crecimiento realmente muy importante, que llevó a este club a ser lo que es. Parece mentira que no se dé un apoyo oficial, porque somos organizaciones que estamos detrás del desarrollo del chico, de evitar que entren en circunstancias críticas, como lo son las drogas, el alcohol o el cigarrillo, y lo hacen practicando deportes en el club. Por eso, estamos con otras instituciones haciendo un frente común tratando de que se den cuenta de que están desperdiciando la oportunidad de lograr cosas. Hoy nos hemos transformado casi en una pyme, por la cantidad de gente, por los gastos, pero en realidad sin poder producir nada, más que darle a la gente un lugar de esparcimiento. Nos castigan siendo grandes contribuyentes de la EPE y lo mismo con el gas, con el agua, nos trata impositivamente como una empresa, como si tuviéramos la posibilidad de transferir al producto ese valor y recuperar el dinero.
Un poco de historia
El club se fundó bajo el ala de Pedro Candioti y así lo recuerda su actual presidente: “Acá al club hay que dividirlo en dos. La primera fundación es la ligada a Pedro Candioti, un nadador de primer nivel. Pero esa primera parte es un club con una característica muy distinta a la actual ¿Por qué? Porque tenía el lago en funcionamiento, porque además esto era un riacho que se comunicaba con el río. Entonces tenía la característica de una isla, en donde una serie de amigos habían venido, habían pedido que le donen la isla y convirtieron esto en un club. Se cruzaba en canoa y ese club llegó a tener 3.600 socios en un predio que es la mitad de lo que tenemos actualmente. Así, entonces, con la natación, waterpolo y canotaje el club atraía gente”.
Segunda etapa
Serrao prosigue relatando el desarrollo histórico, en la que a su criterio constituye la segunda etapa del club: “Después de Candioti, el tenis criollo fue cobrando mucha importancia a tal punto que era la única actividad que se desarrollaba. Entonces, podemos separar en etapas diciendo que en la primera etapa del club, es Pedro Candioti puro. Candioti fue un tipo muy ligado a la política y eso le dio un apoyo logístico que le permitió participar en las fundaciones de Kimberley, Velocidad y Resistencia y anduvo por todos lados. Después de la muerte de Pedro, un pariente de él, Luis Vera Candioti, comienza la refundación del club, en una etapa totalmente distinta y que no tiene un paradigma deportivo. Aunque en un principio predominó el tenis criollo y después otras disciplinas, el club no tiene un deporte que sea el que sobresale por excelencia. Tenemos pibes campeones de tenis criollo, el fútbol se ha desarrollado muy bien en los últimos años y también hay protagonismo de las mujeres, con distintas disciplinas. Tenemos gimnasia y también un numeroso grupo de chiquitas que hacen danza artística y es un orgullo porque han participado en varios lugares del país y les va muy bien”.

El juego de los chicos. El fútbol es sólo uno de los deportes destacados.
Un club organizado
Naútico El Quillá es uno de los grandes clubes que tiene nuestra ciudad. De la organización, el presidente de la institución también dijo lo suyo: “Hay algo importante que tiene que ver con las obras que se hicieron a lo largo de nuestra historia. En su momento, la Facultad de Arquitectura privada nos hizo la zonificación del club. Es decir, dónde tenían que estar las cosas, qué es lo que teníamos que hacer y mediante asamblea decidimos ceñirnos a lo que decía ese estudio y a partir de ahí nunca nos movimos de eso. Lo único que está por fuera de eso es un paredón que separa lo que es tenis inglés de canotaje”.
Superamos hiperinflación, superamos inundaciones, ninguna comparable con la de 2003. En estos 30 años que yo te puedo contar de vivencias en el club, hoy como presidente y en otras épocas colaborando desde distintos lugares, puedo concluir que cuando hay un objetivo común, todo se supera de alguna manera”.
Enrique Serrao
Presidente de El Quillá