El fenómeno se podrá apreciar desde las 18.10
En Santa Fe se verá el tramo final del eclipse
Es el momento en que la Luna comienza a salir del cono de sombra que proyecta la Tierra. Será posible observar el eclipse siempre y cuando el cielo no esté nublado. En el Code, habrá telescopios para mirarlo en detalle.
De la Redacción de El Litoral
La luna llena de junio, que se producirá hoy, será especial porque coincidirá con un eclipse total del satélite, que podrá apreciarse en casi todo el mundo, salvo en el centro y el norte de América. La causa del fenómeno es que el Sol, la Tierra y la Luna estarán alineados y los rayos del Sol no podrán iluminar la Luna (ver infografía), que se oscurecerá y cambiará de color a un tono naranja o rojo dependiendo de las condiciones climáticas.
Según la Nasa, a diferencia de un eclipse de Sol, la Luna no se oscurecerá del todo porque recibirá luz solar indirecta refractada desde la atmósfera de la Tierra.
El fenómeno comenzará a las 15.22 (hora argentina) y terminará unos minutos después de las 19. “En la ciudad se podrá observar a partir de las 18.10, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan”, precisó a El Litoral Jorge Coghlan, del Centro de Observadores del Espacio (Code).
Durante el último tramo del eclipse, lo que se va a poder ver es cómo la Luna sale del cono de sombra que proyecta la Tierra sobre su superficie. “En una hora se van a poder observar todas las fases lunares, de luna nueva a luna llena. En África, en cambio, la gente podrá ver la Luna de color rojizo, la fase más atractiva del fenómeno”, explicó Coghlan.
La gente que se acerque al Code podrá mirar la fase final del eclipse en detalle. “Con el telescopio se puede ver cómo los cráteres lunares vuelven a iluminarse, es impresionante”, contó el vicepresidente del Code, quien recordó que en el último eclipse visitaron la institución más de 300 personas.
A simple vista y sin telescopio, la gente podrá observar los rápidos cambios en las fases lunares, hasta terminar con luna llena a las 19.02. Es importante recordar que a diferencia de los eclipses de Sol, los de Luna no entrañan ningún riesgo para la vista y no requieren para su observación de la utilización de ningún filtro.
Estudios
La Nasa va a aprovechar el eclipse para recoger imágenes y datos con el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO), que desde junio de 2009 envía información sobre el satélite.
Además, el radiómetro lunar Diviner -también de la Nasa- registrará la velocidad a la que se enfrían diez zonas lunares distintas, con terrenos rocosos o cubiertos de fino polvo.
“Como el atardecer y el amanecer lunar duran mucho tiempo -un ciclo completo tiene más de 29 días-, la superficie de la Luna se enfría y se calienta despacio, por lo que este eclipse es una oportunidad especial para observar lo que ocurre si se apaga el Sol relativamente rápido”, señaló Noah Petro, uno de los científicos del proyecto LRO.
“Es como sacar un pastel del horno y meterlo en el congelador sin dejar que se enfríe antes. Queremos ver cómo responde la superficie de la Luna a este abrupto cambio de temperatura”, concluyó el investigador.
