Dificultades productivas de la Mesopotamia
El cruce de Paraná a Santa Fe

Antigua balsa de pasajeros que unía Santa Fe con Paraná. Del libro del Centenario de la Independencia. Foto: Archivo el litoral
Miguel Angel De Marco (h) *
A comienzos de la década del 60 la región mesopotámica aún se encontraba en una situación de aislamiento insular que condenaba al atraso a las tres provincias encerradas por los ríos Paraná-Uruguay. La ciudad de Paraná estaba unida a Santa Fe con un sistema de balsas. Normalmente funcionaban dos, que apenas daban cabida a poco más de ocho camiones con sus acoplados. Sufrían frecuentes desperfectos, lo que motivaba la interrupción del tráfico entre las dos capitales provinciales. Por otra parte, miles de personas (800 mil en todo el año 1958) atravesaban el río en lancha. Las frecuentes inundaciones de 1959, con la consiguiente interrupción del sistema de balsas, acrecentaron los reclamos de la población de ambas ciudades (1).
La idea de construir el túnel alcanzó plenitud hacia 1950, pero recién se perfeccionó en sus detalles cinco años más tarde.
Hay que considerar que el primer túnel subfluvial del mundo se terminó en 1899 debajo del río Sprel, en Alemania, y desde entonces se habían construido aproximadamente 60 en todo el mundo; de ellos, 37 en los Estados Unidos, 10 en Gran Bretaña, 4 en Holanda, 3 en Japón, 2 en Bélgica, 2 en Canadá, 1 en Alemania y 1 en Cuba. La primera idea de aplicar este sistema para unir Santa Fe con Paraná surgió en 1911, cuando se presentó un proyecto para su construcción en el Congreso de la Nación.
Las negociaciones no cesaron, proponiéndose diversos proyectos: un dique coronado por camino vehicular, un puente colgante y un túnel. Producida la revolución de septiembre de 1955, los ingenieros proponentes del túnel -Laucher, Altgelt y Vittori- volvieron a insistir en sus gestiones obteniendo el apoyo de los interventores federales en Santa Fe y Entre Ríos. Un año más tarde, el presidente Aramburu declaró a la obra de “interés nacional”, encomendando al Ministerio de Obras Públicas la realización de los estudios definitivos y el llamado a licitación que fracasó. En cambio, la vuelta a la constitucionalidad, y la firme voluntad política de los gobiernos de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y Misiones por hacer el túnel, ofrecieron nuevos horizontes y bríos al proyecto original (2).
Según los mandatarios del Litoral, a la mentalidad “puentista”, o tradicional, de los ingenieros del ministerio, se sumaban las conveniencias porteñas que por entonces habían logrado la media sanción acordada por la Cámara de Diputados de la Nación al proyecto de un puente sobre el Paraná a la altura de Zárate (3).
La pugna implicaba un enfrentamiento entre los sostenedores del sistema del “tráfico embudo” hacia Buenos Aires y los defensores de un “tránsito transversal” que beneficiara a las provincias. “Todavía ocurre -explicó el gobernador de Santa Fe, Carlos Sylvestre Begnis- que el 60% de las nuevas fábricas argentinas se instala en el Gran Buenos Aires y esto es sencillamente criminal para la economía argentina. Por eso defendemos la ubicación proyectada del túnel entre Santa Fe y Paraná, con la esperanza de que servirá para crear tránsito transversal” (4).
Los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos reaccionaron a tiempo, con valentía y decisión, y decidieron hacer el túnel con sus propios recursos. Cuenta una anécdota, refrendada por distintos testimonios orales, que en el mes de diciembre de 1959 Sylvestre Begnis y Uranga se reunieron a almorzar solos en el restaurante “Luisito” de Paraná, oportunidad en la que acordaron realizar sin más demora el túnel, lo que motivó un brindis con champagne (5).
* Dr. en Historia. Conicet-Idehesi. Miembro de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe.
Bibliografía y Notas
DeMarco, Miguel A.Carlos Sylvestre Begnis, gobierno y liderazgo en el desarrollo del litoral Argentino, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2005.
1. La Razón, 14 de enero de 1962.
2. Conciliación, órgano de la juventud intransigente, Rosario, 29 de marzo de 1963.
3. Vea y lea, revista quincenal, año XIV, N° 149, Buenos Aires, 25 de octubre de 1960, p.
4. Ibídem.
5. Testimonio oral del dueño del restaurante, Luis Rogelio Chiappino, confirmado por Luis Sylvestre Begnis y colaboradores de Carlos Sylvestre Begnis.
La idea de construir el túnel alcanzó plenitud hacia 1950, pero recién se perfeccionó en sus detalles cinco años más tarde.

Balsa a cadena en el río Colastiné. Descarga de camiones. Foto: Archivo el litoral