Edición del Lunes 25 de octubre de 2010

Edición completa del día

Nueva figuración: el quiebre en la construcción de la identidad - Edición Impresa - Escenarios & Sociedad Escenarios & Sociedad

En Capital Federal

Nueva figuración: el quiebre en la construcción de la identidad

2.jpg

“Paquete Mantegna”, de Luis Felipe Noé. Foto: Télam

La exposición acaba de inaugurarse en el Museo Nacional de Bellas Artes y es un repaso de una búsqueda iniciada hace 50 años.

 

De la redacción de El Litoral

La exhibición “Nueva figuración. El estallido de la pintura”, que se inauguró días pasados en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), es un repaso de la búsqueda iniciada hace 50 años por Felipe Noé, Jorge de la Vega, Rómulo Macció y Ernesto Deira en torno una nueva imagen del ser humano.

La muestra es parte de las celebraciones del Bicentenario e inaugura el cincuentenario de “Otra figuración”, la histórica exposición que el grupo montó en 1961 en la porteña galería Peuser, generando una explosión del lenguaje artístico cuya onda expansiva llega a nuestros días.

A la entrada del edificio de Libertador 1473 la gigantografía de una antigua foto de Noé, De la Vega (1930-1071), Macció y Deira (1928-1986) recibe a los visitantes, cuatro pintores movidos por la crisis, conmovidos por los cambios cada vez más radicales en Occidente, el fin de la segunda Gran Guerra, bombas atómicas, el Holocausto.

“Los artistas y sus lenguajes son un sismógrafo que capta los movimientos de la humanidad”, dice la curadora Mercedes Casanegra, y para ellos esto se tradujo en libertad expresiva y figurativa, confiados en el caos, consignó la agencia Télam.

Cuadros redondos, cuadros gigantes, cuadros con figuras que caen del cuadro: “¿Para qué poner orden en el caos como dicen los estetas?”, se lee en un texto de Noé, quien por ser el que más escribía formuló sin proponérselo la poética del grupo que surgió de facto y se disolvió en 1965.

A través del relevamiento de estas obras, generadas en un lapso de cuatro años, “podés echar una mirada a todo lo que ha pasado por lo menos en el siglo XX”, remarca a Télam Casanegra para dar cuenta del impacto de esa revolución estética.

Estallido de disciplinas

El quiebre como parte de la construcción de la identidad es una de sus posibles lecturas, concede, “en ese momento (los sesenta) hay como un estallido en las disciplinas tradicionales y comienza a darse el happening, la performance y la instalación dentro de un espíritu colectivo que parece contagioso en Buenos Aires”.

Para la curadora, el cambio de lenguaje que hoy se vive con las nuevas tecnologías “empezó cuando el Informalismo, este grupo y otros artistas empezaron a trabajar de manera sinfónica, abriendo un gran abanico que todavía se sigue abriendo.

“Como los lenguajes se siguen innovando, es todo una gran sumatoria, pero es como una gigantesca sinfonía que se está ejecutando desde hace 50 años hasta ahora”, sentencia Casanegra, quien trabajó de la mano de su colega Gustavo Vázquez.

Con sus obras, Macció, De la Vega, Noé y Deira “caminaron en ese delgado borde y, además, construyeron su propio lenguaje: cada uno tiene su propia impronta y discurso más allá de herramientas formales comunes, los cuatro son muy diferentes”.

El ‘63 es el año del gran estallido de esas búsquedas personales, reseña Casanegra: “Deira vuelve a los orígenes y desde ese magma primordial de la naturaleza hace surgir al ser humano con la serie “Adán y Eva’, mientras que Macció se sumerge en la especialidad planteando un cambio de escala muy grande para ese momento.

“Noé tomó el término caos que transita a través de la ruptura con el soporte pictórico hasta el final, cuando el grupo se disolvió y dejó de pintar por nueve años; y De la Vega da forma a un discurso muy propio, el del bestiario o la etapa de los monstruos, que también culmina con el fin del grupo”, repasa.

Podría decirse que el caos es esa intensa situación de conflicto que todos ellos atraviesan en su arte, “porque lo que emprendieron fue una búsqueda muy profunda sobre la identidad y la imagen del hombre -señala Casanegra-. No es algo aprendido que sale fácil; es más bien visceral y cíclico, de muy adentro, ellos rompen con una mirada desde la apariencia”.

Durante un recorrido de prensa que se realizó en el MNBA, Noé se lamentó de que sus obras “Vernissage” y “El ser nacional” sólo podrán verse por tres semanas, ya que serán enviadas al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro para otra exposición.

En ese vacío se proyectará un video sobre las mismas obras, las dos últimas que el pintor realizó como parte del grupo conocido Nueva Figuración, confirmó por su parte el director del MNBA, Guillermo Alonso.

Vestido de oscuro, con una boina negra en una mano y un grueso anillo de plata en la otra, fue el encargado del cierre del paseo: “Ninguno de nosotros murió en el ‘65, De la Vega unos años después (en 1971) y Deira lo hizo mucho más tarde aún (en el 86). Macció y yo estamos vivos y trabajando”, concluyó.

1.jpg

“Submundo”, obra de Rómulo Macció. Foto: Télam

4.jpg

De la serie “Adán y Eva”, de Ernesto Deira. Foto: Télam

3.jpg

“Music Hall”, de Jorge de la Vega. Foto: Télam



Imprimir:
Imprimir
Lunes 25 de octubre de 2010
tapa
Necrológicas Anteriores